La costa oeste de Noruega de sur a norte: ruta de tres semanas por el litoral más salvaje de Europa

¿Estáis buscando ideas para unas vacaciones largas por Europa? Aquí os traemos una ruta de tres semanas por la costa oeste de Noruega, recorriéndola de punta a punta. El viaje empieza en el sur del país y recorre aproximadamente 4000 kilómetros, superando hitos como el Círculo Polar Ártico o la visita al punto más septentrional del continente europeo. Más de 60 horas de conducción repartidas en 21 trepidantes etapas que, sin lugar a dudas, os harán vivir una de las mejores experiencias viajeras de vuestra vida.

Cómo organizar el recorrido

Antes de contaros cómo es la ruta, queremos daros unas cuantas recomendaciones para prepararla. Pensad que Noruega es un país gigante y lleno de posibilidades, por lo que el primer consejo que os queremos dar es… ¡no sigáis nuestra ruta! Nosotros preparamos un recorrido en base a nuestros gustos e intereses, pero seguramente no sean los mismos que los vuestros. Así, tomando como referencia nuestro itinerario, tirad del hilo en aquellos lugares que más os llamen la atención, por lo que seguro que encontráis variaciones que enriquecen y personalizan vuestro viaje.

Eso sí, da igual si seguís el camino al pie de la letra o si os hacéis vuestra propia ruta: en ambos casos, vais a chupar mucha carretera. Más allá de lo obvio (4000 kilometrazos), conducir por Noruega es una actividad lenta y cansada. Su paisaje salvaje hace que las distancias se hagan eternas, pues con frecuencia hallaréis trayectos de 100 kilómetros que requieren dos o tres horas.

Sería también conveniente que os dejéis al menos dos o tres huecos a lo largo de la ruta, ya que los imprevistos serán frecuentes. Por ejemplo, es probable que lleguéis a un ferry y no haya hueco (lo cual os tendrá varias horas parados) o que las condiciones climáticas os retrasen. También puede pasar justo lo contrario: que os guste tantísimo un lugar que prefiráis alargar vuestra estancia en él. Dicho de otro modo: no llevéis la ruta cerrada al 100%, Noruega es un lugar muy dinámico.

Hechas las presentaciones, vamos a mostraros un día a día concreto para la ruta. Pensamos que es un recorrido asequible, en el sentido de que se puede realizar perfectamente. Aun así, también es exigente: no todo el mundo está dispuesto a conducir tanto tiempo o a tener una agenda apretada estando tantos días de viaje. En cualquier caso, seguid leyendo y descubriréis una de las rutas más épicas que se pueden hacer en Europa.

Ruta jornada a jornada

Día 1: llegada a Kristiansand

Nuestra ruta empieza en Kristiansand, ya que es un lugar súper bien comunicado. Si vais a llegar a Noruega en avión, podéis alquilar un coche en Oslo y plantaros allí en tres horas y media. Por el contrario, si vais en coche o furgoneta desde España, la mejor opción es ir hasta Dinamarca y allí tomar el ferry entre Hirtshals y Kristiansund.

Una vez allí, tendréis la primera toma de contacto con una ciudad costera noruega. Su catedral, la estupenda Radhusgata (una plaza llena de vida) o el puerto son motivos más que suficientes como para comenzar aquí el camino.

Día 2: la elegante Stavanger

Tres horas por carretera separan a Kristiansand y Stavanger, la siguiente parada del camino. Estaréis ya metidos de lleno en la zona de los fiordos noruegos, lo cual no es moco de pavo. Stavanger es, sin lugar a dudas, una ciudad preciosa, abierta y llena de posibilidades. Pasear por su puerto, conocer su mítica Ciudad Vieja o conocer el colorido barrio de Ovre Holmegate son actividades que no os deberíais perder. Eso sí, guardad fuerzas: la siguiente jornada va a ser bastante cansada.

Día 3: subida al Preikestolen

Y es que para el tercer día de ruta os espera la subida al legendario Preikestolen. Conocido como El Púlpito, se trata de uno de los espacios naturales más absolutamente fascinantes del planeta. La ruta en sí es exigente, aunque con un mínimo de forma física la podréis completar sin problemas. Una vez lleguéis a este promontorio, disfrutaréis de una de las panorámicas más icónicas de los fiordos.

Día 4: Bergen, la capital de los fiordos

De vuelta a la civilización, la siguiente parada en esta ruta costera la deberíais hacer en Bergen. Es conocida como la capital de los fiordos noruegos por concentrar buena parte de la actividad económica, cultural y turística de la zona. Brillan con luz propia el Bryggen (un barrio creado por los comerciantes de la Hansa) y el Mercado de Pescado, aunque la verdad es que toda la ciudad vale la pena.

Día 5: incursión por el interior

Aunque esta ruta es mayoritariamente por el litoral, la quinta etapa del viaje sirve para hacer una incursión por el interior. Así podréis visitar la preciosa Iglesia de Borgund, una de las stavkirkes (iglesias de madera) más bonitas de Noruega. De hecho, del mundo entero.

También podéis aprovechar para visitar algunos glaciares. Por ejemplo, a dos horitas os espera el Glaciar de Boyabreen. Un poquito más lejos están Kjenndalsbreen o el Glaciar de Briksdal: si os interesa el tema, la zona está llena de posibilidades.

Día 6: el fiordo de Geiranger y visita a Trollstigen

La siguiente parada la haréis en Geiranger, en el que probablemente sea el fiordo más bonito de toda Noruega. Un lugar de postal que os recomendamos contemplar a pie de calle (hay un pueblo precioso) y desde el mirador que hay en la carretera.

Para la tarde os podéis pasar por Trollstigen, una legendaria carretera que seguro que habéis visto alguna vez en fotografías random de Internet. Conocida como Escalera de los Trolls, se trata de una increíble sucesión de curvas que dejará ante vosotros imágenes inolvidables.

Día 7: Rampestreken y la Carretera del Atlántico

Esperamos que hayáis recuperado fuerzas, ya que os espera ahora un trekking tirando a durito: la subida a Rampestreken. La ruta requerirá que caminéis tres horas por una empinada colina (entre subir y bajar), pero os llevará hasta un alucinante mirador. Desde las alturas podréis hacer una foto 100% representativa de lo que cabría esperar en los fiordos de Noruega.

El día concluye con la visita a la Carretera del Atlántico, otro lugar en el que el asfalto se vuelve una obra de arte. Lugar habitual de rodaje (seguro que habéis visto sus enrevesadas curvas en muchos anuncios de televisión), es uno de los lugares más bonitos del planeta para conducir.

Día 8: Trondheim

A tres horas y media de esta carretera está Trondheim, el punto de unión entre el norte de Noruega y el resto del país. Seguro que dejar atrás la zona de los fiordos os da pena, pero hacerlo para entrar en una ciudad tan espectacular como esta hará que se os pase pronto el disgusto.

Trondheim es una ciudad de lo más interesante. Además de ser el punto en el que concluye el Camino de San Olaf, tiene un barrio bohemio fascinante. Os recomendamos recorrer la ciudad sin prisas, buscando las muchísimas calles con encanto que tiene escondidas para el viajero.

Día 9: Snasa, Mosjoen y Mo i Rana

La siguiente etapa quizá sea la más atípica, ya que pasaréis por lugares que suelen ser desconocidos para el viajero medio. Sin embargo, son muy populares en el turismo de interior. Esta triada de sorpresas está formada por Snasa, Mosjoen y Mo i Rana, tres localidades llenas de encanto y que poco tienen en común entre sí.

Día 10: Pasar el Círculo Polar Ártico y llegar a Bodo

La cosa se pone calentita, ya que pasaréis por el Círculo Polar Ártico en la E6. Esta carretera (vía principal de la ruta) tiene una tienda, un restaurante y varias esculturas a su paso por el mítico paralelo que sirve para marcar la entrada en la región ártica.

Una vez os hagáis las fotos de rigor, continuad hasta Saltstraumen, donde os esperan las corrientes de marea con más potencia del planeta.

Por último, en la ciudad de Bodo tenéis millones de cosas para ver. Pese a que ya tiene una ubicación tirando a remota, es un lugar trepidante y con un patrimonio absolutamente increíble. Leed el post que tenemos sobre ella, veréis que es una visita imprescindible.

Días 11, 12, 13 y 14: islas Lofoten

Llegó el momento de tomar el ferry de Bodo a Moskenes y entrar de lleno en uno de los hits del viaje: las islas Lofoten No os recomendamos iros de allí sin dedicarle al menos cuatro días. De hecho, cuanto más tiempo podáis echar en este lugar mejor que mejor, ya que es una de las zonas más bonitas del mundo entero.

Todo lo que digamos sobre las Lofoten se va a quedar corto. Solo podemos deciros que es un lugar increíble, en el que tan pronto veréis playas enormes de fina arena blanca como pueblecitos pesqueros repletos de casas de colores.

¿Teníais una imagen preconcebida del norte de Noruega? Sin duda tenía que ver con las Lofoten. Este archipiélago marcará un antes y un después en vuestra forma de relacionaros con el mundo.

Días 15 y 16: islas Vesteralen

Aunque están bastante eclipsadas por las Lofoten, las islas Vesteralen también son uno de los lugares más bellos de toda Noruega. De hecho, nosotros dedicamos un par de días a este archipiélago, visitando algunos de sus lugares más emblemáticos.

Os recomendamos que abandonéis las islas por el norte, tomando el ferry entre Andenes y Gryllefjord. Eso si, no lo hagáis sin antes tomaros un té en la Galleri Uver & Betty’s Tea Salon o sin recorrer de punta a punta la Andoya Scenic Road. También podéis aprovechar vuestro paso por Bleik para ver frailecillos.

Día 17: isla de Senja y Tromso

Seguimos con las islas, en este caso para ir a la bonita Senja. Allí el principal camino a seguir es la Scenic Route Senja, que os llevará por los lugares más destacados de la zona. También podéis pasaros por Sommaroy, la isla del verano.

En cualquier caso, la ruta seguirá ascendiendo hasta que lleguéis a Tromso, la capital del Ártico. Allí os esperan la Catedral del Ártico (un templo de vanguardia), un estupendo jardín botánico (el más septentrional del planeta) y muchas más cosas.

Día 18: Catedral de las Auroras Boreales y Hammerfest

Hablando de edificios religiosos que arquitectónicamente son sorprendentes, en vuestra ruta por el norte no puede faltar una parada en la Catedral de las Auroras Boreales. Es un edificio sin igual, el cual se ha convertido en pocos años en uno de los principales reclamos turísticos de esta zona de Noruega.

Tampoco podéis dejar de ir a Hammerfest, la que dicen que es la ciudad más al norte de toda Europa (y, por tanto, de Noruega). Nosotros fuimos con pocas expectativas y la verdad es que encontramos uno de los sitios que más nos gustaron del viaje.

Día 19: Honningsvag, Cabo Norte y Karasjok

A dos días para terminar la ruta llegaréis a uno de sus lugares más emblemáticos: el punto más al norte de la Europa continental. Justo antes de acceder a él os recomendamos parar en el coqueto pueblo de Honningsvag, un sitio en el que es navidad los 365 días del año.

Sea como fuere, el absoluto protagonista de ese día es el Cabo Norte. Es un sitio que no requiere presentación, aunque sí queremos decir una cosa: es mucho más mágico de lo que parece. Recorrer la complicada carretera que lleva hasta él adquiere tintes épicos, mientras que una vez allí os sentiréis en el fin del mundo. Una vez más (y ya son varias en esta ruta), se trata de una experiencia que todo viajero de bien debería vivir alguna vez en su vida.

Para redondear el día, pasaos a última hora por Karasjok, una de las capitales de la cultura sami en Noruega.

Día 20: Kirkenes

Los dos últimos días del viaje están dedicados a la región de Finnmark Oriental. Podéis organizarlos como queráis: yendo primero a la cara norte del fiordo de Varanger y luego a la cara sur o al revés.

En este caso, nosotros os recomendamos ir primero a Kirkenes, en el extremo noreste de Noruega. Es la ciudad de los espías, tendréis a mano la frontera con Rusia y podréis disfrutar de uno de los lugares más extraños de territorio noruego.

No dejéis de pasaros por Grense Jakobselv, otro lugar en el que el territorio ruso está a mano. De hecho, no sería raro que vieseis patrullas fronterizas a lo largo de vuestra visita.

Día 21: fin de ruta en Hamningberg

Para terminar, os recomendamos recorrer la Varanger Scenic Road e ir haciendo todas las paradas que podáis. En cualquier caso, hay dos lugares en los que detenerse es absolutamente obligatorio. El primero es la ciudad de Vardo, un lugar clave durante la Guerra Fría y que a día de hoy sigue teniendo un cierto halo de misterio.

Por último, el camino acaba en Hamningberg. Literalmente la carretera finaliza allí, en un lugar perfecto para disfrutar tanto del sol de medianoche como de las auroras boreales. Explorad este pequeño pueblo pesquero abandonado, ya que es un sitio con mucha magia y perfecto para concluir una ruta tan absolutamente brutal como esta.

Mapa turístico de la costa de Noruega

Por último, aquí tenéis un mapa turístico de la costa de Noruega. En él hemos situado todos los puntos de interés mencionados a lo largo del artículo:

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