Los remolinos de Saltstraumen y su influencia en el legendario Maelstrom

Los remolinos de Saltstraumen son una de las atracciones naturales más espectaculares del norte de Noruega. Se trata del flujo de mareas más potente del planeta, formando figuras en el agua que parecen más propias de la mitología o del cine hollywoodiense que de la realidad. No os perdáis esta visita si tenéis ocasión de hacerla, ya que es realmente impactante.

¿Qué son los remolinos de Saltstraumen?

Aunque la Oficina de Turismo de Noruega suele ser bastante prudente con sus eslóganes, con Saltstraumen no escatiman en elogios. De hecho, se refieren a este fenómeno como el reloj de arena del universo.

Ubicado relativamente cerca de la ciudad de Bodo, el estrecho de Saltstraumen es un pequeño canal marino que separa las islas de Straumen y Straumoya de la zona continental noruega. Formado hace unos 3000 años, presenta aproximadamente un metro de desnivel entre el océano y el fiordo.

Así, se genera una dinámica en la que 400 millones de metros cúbicos de agua van de un lado a otro varias veces al día. En concreto, lo hacen cada 6 horas, siguiendo el típico ciclo de las mareas. Eso implica que tenéis cuatro momentos al día de máxima actividad.

La principal atracción turística de Saltstraumen consiste en observar los enormes remolinos y las inquietantes corrientes que se generan. Hay una enorme industria turística local montada alrededor de ellos, incluyendo salidas en barco (para poder rozarlos con los dedos), trekkings para buscar zonas de observación exclusivas o puntos en los que pescar (se han llegado a capturar abadejos de más de 20 kilos).

La visita es gratuita, sencilla y muy interesante, por lo que no debéis perdérosla si estáis en esta zona del país. Seguid leyendo y os daremos las claves para exprimir al máximo un lugar que lleva inspirando a propios y extraños desde que existe el turismo. De hecho, os recomendamos la lectura de Un descenso al Maelström de Edgar Allan Poe, pues el relato está inspirado en lo que vais a visitar.

¿Cómo es la visita?

Llegar y aparcar

Lo primero es ir hasta allí. El estrecho de Saltstraumen está a escasa media hora en coche desde Bodo. La mejor manera de aproximarse a la zona de remolinos es ir por la carretera Fv17 hasta el puente de Saltstraumen (en Google Maps lo veréis como Saltstraumbrua). Si vais desde Bodo, justo antes de llegar a él veréis un aparcamiento gratuito a mano derecha.

Lo mejor que podéis hacer es dejar vuestro vehículo allí y buscar los diferentes puntos de observación a pie. El puente tiene mucho tráfico y es de paso obligado, por lo que si empezáis a dar vuestras por la zona acabaréis pasando mucho tiempo innecesario en la carretera.

Mejores puntos de observación de los remolinos

En nuestra opinión, hay dos puntos clave para disfrutar de este fenómeno. El primer no tiene ninguna complicación: tan solo consiste en atravesar el puente a pie. Desde lo alto podréis disfrutar a las mil maravillas de los remolinos.

Si habéis ido desde Bodo y aparcado donde os hemos dicho, conviene que vayáis andando por el lado izquierdo del puente. Es decir, tendréis que pasar a pie por debajo y luego subir por la zona peatonal que tiene. Allí obtendréis unas vistas espectaculares.

Podéis ir también por el lado derecho. Desde esa zona también podréis disfrutar de la belleza del lugar, aunque no veréis la zona más típica.

Una vez hayáis estado por las alturas, sin duda os recomendamos contemplar los remolinos al nivel del agua. Para eso, se puede recorrer un pequeño camino de tierra (no tiene pérdida, lo veréis desde el puente) que va en paralelo al agua.

Es una zona muy interesante, repleta de paneles informativos con historias del lugar. Además, podréis contemplar algunos puntos clave, como un pequeño faro o algunos giant’s kettle (sumideros glaciares).

Como mucho se tarda una hora en verlo todo, dos si os entretenéis haciendo fotos a tope. En ambos casos, os aseguramos que es un sitio sin igual y que os dejará absolutamente satisfechos.

La importancia de las mareas

Por último, queremos incidir en lo que ya os hemos dicho unos cuantos párrafos más arriba: los momentos de mayor actividad de remolinos coinciden con las mareas. Si sois capaces de hacer coincidir vuestra visita con esos cuatro momentos del día, tendréis a vuestra disposición Saltstraumen en todo su esplendor.

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