Scenic Route Senja, la carretera entre el océano, los fiordos y las montañas

Nuestro viaje por el norte de Noruega nos llevó a recorrer otra de las Norwegian Scenic Routes, las míticas carreteras turísticas nacionales que hay repartidas por todo el país. En este caso, os vamos a enseñar cómo fue nuestro paso por la Scenic Route Senja, una vía que (como su nombre indica) atraviesa la isla de Senja de punta a punta.

Un mar y montaña con asfalto como hilo conductor

El eslogan de la carretera es Océano, fiordos y montañas, por lo que no podría resultar más interesante de primeras. Hablamos de un poquito más de 100 kilómetros que transcurren desde el mismo ferry que llega a la isla en Botnhamn hasta el ferry de salida en la otra punta, en la localidad de Gryllefjord. Por el camino, recorreréis la cara oeste de Senja, primero a través de la carretera 862 y luego enlazando con la autovía 86.

Haciendo honor a su claim, por el camino serpentearéis entre profundos fiordos, siempre con el océano a un lado y escarpadas montañas al otro. Hay paisajes realmente alucinantes e hitos muy destacados (ahora os los enseñaremos), pero por encima de todo nos gustó la variedad de la ruta.

Ojo, no es un recorrido sencillo. Pese a que durante el año 2022 estuvo parcialmente cerrado para su restauración, hablamos de un itinerario lleno de curvas, con muchos cambios de rasante y en el que hay tramos realmente estrechos. Os recomendamos ir sin prisa y mentalizados: los 102 kilómetros de la ruta no se recorren en menos de dos horas, sin contar paradas.

Nuestra experiencia en la Scenic Route Senja

Así fue nuestra experiencia atravesando la Scenic Route Senja. Vais a ver que no es exactamente la carretera en sí, sino una versión «enriquecida» con algunas paradas extra:

  • Botnhamn: fue la primera parada. Allí es donde nos dejó el ferry a Senja, por lo que pasar por el sitio era obligatorio.
  • Husoy: según empiece la ruta, podréis desviaros hacia Husoy, un pequeño pueblo pesquero situado en una isla.
  • Fjordgard: aunque técnicamente no forma parte de la ruta, nos desviamos para hacer una pequeña parada en este coqueto pueblo. Tiene infinitas posibilidades para hacer senderismo.

  • Mefjordvaer: un pequeño pueblo pesquero la mar de acogedor. Puede que no tenga mucha cosa en apariencia, pero nos encantó.

  • Ersfjord: seguramente os sorprenda, pero su principal atractivo turístico es… ¡un baño dorado! Es uno de los lugares más bonitos del mundo para hacer pipí o popó, así que no dejéis pasar la oportunidad.

  • Tungeneset: a los pies de un paisaje desnudo y brutal está este pequeño mirador, que a través de unas pasarelas de madera os llevará hasta las rocas. Perfecto para contemplar las escarpadas montañas de los alrededores.

  • Bovaer: tampoco forma parte de la ruta como tal, pero nos resultó inevitable hacer el desvío. Sin duda, uno de los pueblos pesqueros más bonitos de la isla de Senja.

  • Bersgbotn: uno de los miradores más bonitos que hemos visto nunca en las carreteras de Noruega. Tiene una especie de trampolín al que tenéis que subir, ya que desde él las vistas son aun mejores.

  • Trollvein: antiguo restaurante de carretera venido a menos. Lo que en su momento era una especie de parque temático sobre los trolls noruegos, hoy es un sitio tróspido, abandonado y en el que hay más posibilidades de pillar tétanos que de hacer una buena foto.

  • Hamn: la penúltima parada de la ruta es junto a un hotel. No tiene mucha historia, pero puede ser una buena opción si ya no quedan ferrys para el día siguiente.

  • Gryllefjord: por último, desde este pequeño pueblo salen los barcos que comunican Senja con Andoya. No es que sea la localidad más bonita del mundo, pero hay que reconocer que tiene muy buenas opciones para comer. Os recomendamos Widsten Handleri, una pequeña y coqueta hamburguesería con una relación calidad/precio excelente.

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