Mefjordvaer fue otro de los pueblos que visitamos en la isla de Senja. Un sitio tranquilo y acogedor, perfecto para aproximarse al modo de vida real y rural en el norte de Noruega. En este artículo os contamos qué ver y qué hacer en una localidad que nos acogió con los brazos abiertos y por la que dimos un paseo súper agradable.
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Sentirse como en casa en la otra punta de Europa
El nombre de Mefjordvaer tiene que ver con su ubicación, ya que significa algo así como el del medio. Eso se debe a que está en el tercer fiordo de una serie de cinco, en una de las zonas más espectaculares de la isla de Senja.
Nosotros llegamos aquí porque estábamos haciendo el viaje en furgoneta y vimos que en el pueblo había un área de pernocta gratuita, además de una pequeña ruta de senderismo. Dos motivos que hicieron que nos acercásemos y de paso aprovechásemos para dar una vuelta.
Fue todo un acierto. Mefjordvaer quizá no sea una de esas localidades por las que el viajero medio se desvía, pero sin duda es de las que se sale absolutamente maravillado. Es un sitio acogedor, lleno de gente amable y en el que hasta el último edificio se encuentra en perfecto estado de revista.
Turismo en Mefjordvaer
Arquitectura popular
La carretera Fv252 no solo lleva hasta Mefjordvaer, sino que lo atraviesa de punta a punta. Nosotros dejamos la furgo en el aparcamiento que hay justo al final, así que básicamente nos dedicamos a recorrerlo de una punta a otra y a deshacer el camino. Eso nos permitió disfrutar de la arquitectura popular de la localidad, que básicamente se traduce en pequeñas casas unifamiliares de color blanco.
Puerto
Como no podía ser de otro modo, en Mefjordvaer hay un pequeño puerto. Cuenta con un muelle, junto al cual veréis algunas embarcaciones atracadas. Es chiquitito, pero más grande que otros que vimos por la zona. Además, aprovechad que hay un espigón para ir hasta el fondo del mismo, ya que desde él tendréis una panorámica estupenda del propio pueblo.
Capilla
La Capilla de Mefjordvaer es el principal edificio religioso en unos cuantos kilómetros a la redonda. Data del año 1916, está construido íntegramente en madera y cuenta con espacio para 120 personas. Se encuentra en un estado excelente, gracias a la ambiciosa restauración efectuada a finales del siglo XX.
Knuten Trail
Por último, el pequeño pueblo de Mefjordvaer cuenta con su propio trekking. Se trata del Knuten Trail, un recorrido que en escasa media hora os llevará a lo alto del cerro que hay a la vera de la localidad. Así, desde las alturas tendréis una vista muy bonita de las casitas, el puerto y el paisaje más inmediato.
