Ruta de 10 días por el Pirineo de Huesca: guía para un viaje épico por las montañas de Aragón

El Pirineo aragonés es uno de los mejores destinos de España para hacer un viaje, ya sea en coche o en furgoneta. Es un lugar infinitamente variado, lleno de sorpresas increíbles, muy poco masificado y en el que la naturaleza más espectacular se da la mano con pueblos inolvidables. Todo ello salpicado por una gastronomía excepcional, por un clima que hace que cada estación sea única y por una cultura profundísima. En esta guía recopilamos los casi 50 artículos que hemos publicado después de hacer un viaje de diez días por la zona y os contamos cómo fue la ruta, para ayudaros a preparar una aventura tan épica como esta.

Introducción: ruta de punta a punta por el Pirineo aragonés

«No hay en España nada comparable al paisaje alpino del Pirineo aragonés». Así, sin ningún tipo de paños calientes, es como empieza el folleto turístico sobre los Pirineos a su paso por Aragón. Pudiera parecer una bravuconada, pero todo lo contrario: cualquier cosa que se diga sobre este mágico destino se va a quedar corta.

Nosotros fuimos hasta allí sin saber demasiado sobre la zona. Esperábamos pueblecitos y montañas, pero ni en nuestras expectativas más halagüeñas hubiésemos esperado un lugar tan desproporcionadamente increíble.

Pese a lo que pudiera parecer, no se trata de un lugar remoto ni de difícil acceso. De hecho, apenas cuatro horas separan Jaca (donde empezamos la ruta) de Madrid, Barcelona o Santander, por poner tres ejemplos distintos. Obviamente si vas desde el sur de la Península el viaje se hace más largo, pero os aseguramos que cualquier esfuerzo merece la pena.

¿Buscáis cultura? ¿Naturaleza? ¿Buena gastronomía? ¿Un sitio poco conocido? ¿Un destino barato? Esas cinco cosas, y muchas otras, las encontraréis en los Pirineos aragoneses. Seguid leyendo y comprobaréis que no estamos exagerando.

Qué ver en el Pirineo de Huesca

Antes de entrar en el día a día, queremos hacer una consideración inicial sobre el tipo de ruta que hicimos. Entramos a los Pirineos por Jaca, en el extremo occidental, y poco a poco nos fuimos desplazando hacia el este. Así, en los diez días que pasamos allí hicimos trayectos muy cortitos, por lo que no se hizo el típico viaje en el que hay más conducción de la deseada.

La ruta fue más o menos así:

Día 1: Jaca: salimos del trabajo a las 14:00 y cuatro horas más tarde estábamos en Jaca, la preciosa capital de la Jacetania. Allí descubrimos una ciudad excepcional, con muchísimas cosas para ver, mucho ambiente y tiendas de lo más variadas. Quizá nos resultó un poco agobiante por momentos, pero lo cierto es que fue una visita muy provechosa. Si tenéis tiempo, no dudéis en subir hasta el Fuerte del Rapitán, donde os esperan unas vistas increíbles.

Día 2: Hecho, Siresa y Aguas Tuertas: el segundo día del viaje lo empezamos en Hecho, la puerta de entrada a los Valles Occidentales. Después de visitar ese pequeño pueblo fuimos hasta Siresa, uno de los mejores lugares de los Pirineos para contemplar arte románico.

Comimos y fuimos a hacer la primera gran ruta del viaje, que nos llevó a conocer el increíble Valle de Aguas Tuertas. No nos cansamos de decir que es un sitio único, posiblemente el paisaje más espectacular que hayamos visto en toda España. Terminamos el día dándonos un bañito en las piscinas naturales de la Selva de Oza.

Día 3: Ansó, Canfranc, Canfranc-Estación y Orós Bajo: a primera hora fuimos a Ansó, uno de los pueblos con más encanto de los Pirineos. Fue una buena manera de empezar un largo recorrido que también nos llevaría hasta Canfranc, en donde el Camino de Santiago brilla con luz propia.

A mitad del día estábamos en Canfrac-Estación, con su famosa y espectacular estación internacional de ferrocarril. Posiblemente es el edificio de mayor tamaño de todos los Pirineos.

El día lo acabamos en Orós Bajo, visitando primero el pueblo y luego haciendo una ruta hasta sus cascadas. Estas últimas las ponemos en la lista de auténticos destinos imprescindibles de las montañas oscenses.

Día 4: Piedrafita de Jaca, Tramacastilla de Tena, Panticosa, Sallent de Gállego y Lanuza: ¡pueblos y más pueblos! Fue el día con más paradas de todo el viaje, por lo que se hizo muy dinámico (aunque también muy cansado).

Día 5: Broto, Oto, Torla-Ordesa y Jánovas: el quinto día también tuvo un buen puñado de paradas. Pasamos la mayor parte del tiempo en Broto, donde no solo visitamos el pueblo, sino que además hicimos una cata de quesos y tuvimos tiempo de visitar las bonitas Cascadas del Sorrosal. Incluso dimos un paseo hasta la vecina localidad de Oto.

La tarde la repartimos a partes iguales entre Torla-Ordesa (puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido) y Jánovas, un pueblo que fue expropiado de mala manera por el franquismo para construir una presa y que finalmente ha sido devuelto a sus vecinos.

Día 6: Boltaña, Aínsa y el Cañón de Añisclo: otro de los grandes días del viaje. Empezamos la mañana en Boltaña, una localidad acogedora y llena de rincones con encanto.

De ahí nos fuimos a Aínsa, el que probablemente sea el pueblo más famoso de todos los Pirineos aragoneses. Es uno de los destinos más destacados del turismo rural de calidad en España.

Por si eso fuera poco, la tarde la pasamos haciendo senderismo por el Cañón de Añísclo, una de las zonas más espectaculares del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Llegar fue un infierno, ya que la carretera fue la peor de todo el viaje, pero el esfuerzo mereció la pena.

Día 7: Plan y Gistaín – Chistén: Plan es un pueblo conocido por toda una generación, ya que en él se celebró una popular caravana de mujeres a finales del siglo XX. Nosotros aprovechamos que estábamos allí para visitar el pueblo, pero en realidad nuestro destino era el Ibón de Plan, otro de los hits del Pirineo.

Tras pasar la mañana haciendo la ruta, a la tarde visitamos Gistaín – Chistén, conocido como el pueblo de las tres torres.

Día 8: Tella, Revilla y Benasque: la pequeña localidad de Tella sería el punto de partida en el octavo día del viaje. Visitamos el pueblo y también hicimos dos rutas por los alrededores: una nos llevó a ver las Ermitas de Tella y otra hasta el Dolmen de Tella.

Estábamos con ganas de caminar, así que fuimos a hacer la Ruta de los Miradores de Revilla, una de las mejores maneras de hincarle el diente a la Garganta de Escuaín. Por supuesto, también aprovechamos para ver el pueblo.

A la tarde fuimos a Benasque, donde acabó la jornada. Descubrimos un pueblo mágico, que por derecho propio se ha convertido en uno de los destinos más visitados de los Pirineos.

Día 9: Cerler, Liri y Panillo: también en el término municipal de Benasque está Cerler, el que es considerado el pueblo a más altura de todos los Pirineos. Aprovechamos que estábamos allí para hacer la Ruta de las Tres Cascadas.

Precisamente, hablando de cascadas, fuimos hasta Liri, donde también hay unas cuantas. Por último visitamos Panillo, donde nos recibió un pueblo estupendo y el lugar más sorprendente de los Pirineos: el temblo budista de Dag Shang Kagyu.

Día 10: Graus: lamentablemente todo lo bueno llega a su fin, aunque en este caso aprovechamos la vuelta a casa para dedicarle la mañana a Graus, la capital de Ribagorza. Fue el punto y final perfecto para un viaje inolvidable de principio a fin.

Transporte

Cómo llegar

Como ya hemos dicho en la introducción, el Pirineo aragonés es un sitio menos remoto de lo que pudiera parecer. Desde Madrid y Barcelona apenas se tarda cuatro horas, por lo que puede ser tenido en cuenta para viajes de una duración mucho menor que esta.

Mucho tiene que ver con esto la presencia de autovías como la A-21, la A-23 o la A-22, que comunican el Pirineo de Huesca con los cuatro puntos cardinales.

Cómo moverse

Una vez allí, misma cosa: moverse es mucho más fácil de lo que cabría esperar. El Pirineo de Huesca está «organizado» en zonas, que normalmente son valles. Cada zona tiene una carretera principal que la recorre de sur a norte, las cuales están comunicadas entre sí por carreteras que van de este a oeste.

Nosotros estuvimos diez días y visitamos prácticamente todo, por lo que hablamos con mucho conocimiento de causa sobre sus carreteras. Y todo lo que podemos decir es que son cómodas, están en buen estado y las distancias son cortísimas.

A modo de excepción, algunas carreteras para ir al inicio de rutas de senderismo. Por ejemplo, no le recomendamos la que va hasta el aparcamiento del Cañón de Añisclo ni a nuestro peor enemigo (aunque el esfuerzo valió la pena, todo sea dicho).

Gastronomía

Ternasco de Aragón, queso de cabra, cerveza artesanal… La lista de productos típicos es prácticamente interminable. Todo lo que tenemos que decir es que en los Pirineos se come muy bien. Y no solo eso, sino que se hace a un precio más que razonable. Quitando las zonas más turísticas, en el resto de pueblos encontraréis restaurante con tarifas más competitivas que en el resto de España.

Consejos varios

Para terminar, aquí va una ristra de consejos variados:

  • El senderismo es una constante en este destino, por lo que no os podéis ir hasta allí sin un palo de andar, calzado cómo y botellitas de agua.

  • La cobertura de móvil no es la mejor. De hecho, en muchos sitios no tendréis, así que avisad a alguien conocido de la ruta que vais a hacer, por si hubiese algún imprevisto.
  • La información es poder: en muchos lugares tenéis cosas increíbles que no están señalizadas en ninguna parte. Antes de ir, os recomendamos preparar mucho el viaje.
  • Las estaciones influyen aquí especialmente: en invierno es un destino para hacer esquí, pero en verano pasaréis calor y lo mejor es que busquéis rutas cerquita del agua.
  • Es un destino especialmente dog friendly: vuestro perro se lo pasará en grande en los Pirineos. Eso sí, llevadle siempre atado por el campito, ya que es frecuente cruzarse con ganado en libertad.

  • Para terminar, también es un destino estupendo para viajar en furgoneta: las distancias son cortas, hay muchos sitios para pernoctar y gasolineras por todas partes. Si os gusta dormir por libre id con ojo, que en los espacios naturales protegidos está prohibido (y buena parte del territorio cuenta con dicha protección).

Mapa turístico del Pirineo aragonés

Aquí os dejamos un mapa con todo lo que ver y hacer en el Pirineo a su paso por la provincia de Huesca. Así podréis situar todo lo que os hemos contado en esta larga guía:

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