Ubicado a las afueras de Jaca, ya en pleno Pirineo de Huesca, el Fuerte de Rapitán es una de las estructuras militares más poderosas del norte de la Península Ibérica. Construido a finales del siglo XIX, se trata de una visita obligada en la capital de la Jacetania. En este artículo os vamos a contar todo sobre este interesante edificio y su mirador, un privilegiado balcón que por su ubicación ofrece la mejor panorámica que se puede tener tanto de Jaca como de la Peña Oroel.
Patrimonio militar a más de 1100 metros de altura
Ubicado en el cerro homónimo, el Fuerte de Rapitán es una enorme estructura militar que se empezó a construir en 1884 y se inauguró en 1900. La historia de este edificio es bastante singular, pues fue planteado con unas dimensiones colosales: más de 35000 metros cuadrados y 18 emplazamientos de artillería que hablan por sí solos.
Formaba parte del Campo Atrincherado de Jaca, un proyecto que nunca se llegó a construir y que estaba planteado con un doble fin. Por un lado, defender una zona estratégica en los Pirineos de eventuales invasiones francesas (más o menos como lo que se hizo en el Monte Jaizkibel de Gipuzkoa). Por otro, proteger la línea de ferrocarril Oloron – Canfranc.
Nunca llegó a entrar en combate, al menos desde el punto de vista bélico. Sin embargo, sí que ha prestado un buen servicio en más de una ocasión tanto a Jaca como a la provincia de Aragón en general, ya que en este lugar es donde se recibe a los visitantes más ilustres. Vamos, que cuando quieren impresionar a alguien le llevan aquí porque saben lo que tienen entre manos. Bien visto por parte del diplomático que tuviese la idea.
La historia del edificio es interesante también desde un punto de vista civil, pues algunas de las innovaciones más vanguardistas del siglo XX llegaron a la zona a través del Fuerte de Rapitán. Sin ir más lejos, aquí se instalaron el teléfono, el telégrafo y el alumbrado eléctrico.
Desde un punto de vista turístico, durante unos años fue la sede del Museo de Miniaturas Militares, que actualmente se encuentra en la Ciudadela de Jaca. No obstante, pese a ese traslado, el fuerte sigue estando abierto a visitantes, a través de las visitas guiadas que se organizan durante todo el año. Las entradas se compran en la Oficina de Turismo y nos consta que son recorridos de lo más completos.
El mejor mirador a la ciudad de Jaca
Vayáis a ver el interior o no, merece la pena llegar hasta el Fuerte de Rapitán. En primer lugar, porque los exteriores ya merecen por sí mismo una visita. El edificio está semienterrado, así que da la sensación de que brotan de la nada unos muros robustos como ellos solos.
Además, desde lo alto del Monte de Rapitán disfrutaréis de la mejor panorámica hacia Jaca y sus alrededores, puesto que se ha instalado un cómodo mirador a pocos pasos del fuerte.
En él encontraréis paneles informativos y referencias sobre lo que buscar en el horizonte, aunque obviamente hay dos cosas que no fallan: la propia ciudad de Jaca y la Peña Oroel, la popular cumbre a la que tanto cariño se le tiene en la zona.
Llegar hasta aquí no tiene complicación: podéis hacerlo caminando a través de una ruta que rodea todo el monte o simplemente superar un buen puñado de curvas tras 10 interminables minutos en coche. En la puerta hay un aparcamiento gratuito, así que no hay excusas para dejar de subir hasta este interesantísimo edificio.