El Monte Jaizkibel: todo lo que ver y hacer en la montaña más bonita de Gipuzkoa

Hoy os queremos enseñar en profundidad el Monte Jaizkibel, uno de nuestros lugares favoritos de Euskadi y del mundo entero. Un espacio natural increíble, rodeado de municipios aun más increíbles y en el que se puede hacer prácticamente de todo: desde bañarse en calas perdidas en medio de la nada hasta comer como si no hubiera un mañana en uno de sus tradicionales caseríos, pasando por la visita a una enorme fortaleza militar o a un santuario en el que año tras año se celebra el famoso Alarde de Hondarribia.

Un pequeño monte en el que todo es posible

El Monte Jaizkibel no es precisamente el más alto del mundo, pues su punto más alto apenas llega a los 543 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, su cercanía a la costa hace que parezca una tremenda cordillera tibetana, a lo cual contribuyen sin duda sus empinados caminos y sus espectaculares acantilados.

Cinco de los municipios más emblemáticos de Gipuzkoa (Hondarribia, Irún, Pasajes – Pasaia, Errenteria y Lezo) se asientan en sus faldas. Además de ellos, todo el monte está plagado de excelentes obras de ingeniería civil y militar con las que quedarse asombrado: el Santuario de Guadalupe, dos fuertes militares, cinco torreones de la última Guerra Carlista, enormes antenas de telecomunicaciones, sinuosas carreteras desde las que buscar un apeadero para ver el atardecer…

Eso si, no nos malinterpretéis. El Monte Jaizkibel es un paraíso para los amantes de la naturaleza, en el que todo es de color verde y detrás de cada bosque frondoso hay otro con árboles aun más grandes.

Por encima de todo, lo que nos gusta del Monte Jaizkibel es que es un lugar lleno de vida. Desde primera hora se ven senderistas, ciclistas y viajeros varios, los cuales visitan este espacio verde sabiendo que están ante una ocasión excelente de pasar un día inolvidable.

Los pueblos del Jaizkibel

Hondarribia

Uno de los pueblos más bonitos del mundo. Así, sin paños calientes. En sus calles encontraréis un bonito recinto amurallado de origen medieval y uno de esos barrios de pescadores en el que las casitas de colores compiten con los pintxos por llamar la atención de cada viajero que pasa por allí.

En lo que respecta al Jaizkibel, en su término municipal están algunos de los elementos más destacados de todo el monte, siendo el elemento más destacado el Santuario de Guadalupe. Hondarribia vive claramente volcado a su realidad más verde.

Irún

Puede que no sea conocido como un sitio especialmente turístico, y de hecho no lo es. Sin embargo, Irún tiene el encanto de todo pueblo de frontera que se precie, con gente yendo de un país a otro las 24 horas del día.

Uno de los lugares más emblemáticos de Irún, la Ermita de San Marcial, ofrece uno de los mejores miradores que existen hacia el Monte Jaizkibel.

Pasajes – Pasaia

Después de Irún, Pasajes – Pasaia es el otro gran pueblo volcado al Monte Jaizkibel. Desde su casco histórico salen muchas rutas, carreteras y caminos por los que recorrer este espectacular espacio natural.

La particularidad de Pasajes – Pasaia es que su casco histórico está partido en cuatro barrios, los cuales están separados por una pequeña bahía. Para moverse de uno a otro, uno de los medios de transporte más utilizados es un pequeño barquito que va de un lado a otro durante todo el día.

Errenteria

Errenteria, al sur de Lezo, también merece la pena una visita. Le ocurre un poquito como a Irún: ofrece mejores vistas de Jaizkibel que «contenido» en el propio monte. Sin embargo, es uno de los pueblos más bonitos de Euskadi y bien haríais en visitarlo.

Lezo

Para terminar, el coqueto pueblo de Lezo también tiene parte de su término municipal en las laderas del Monte Jaizkibel. De hecho, el Camino de Santiago a su paso por el monte va de Hondarribia a Lezo, por lo que el transitar de peregrinos es contante.

Senderismo en el Monte Jaizkibel (y otros deportes que también podrás practicar)

Si habéis ido leyendo de arriba a abajo, a estas alturas no os sorprenderá que el senderismo sea una de las principales actividades a realizar en el Monte Jaizkibel. Y es que son ya muchos siglos de antigüedad con esta práctica, ya que el Camino de Santiago atraviesa el monte de una punta a otra.

Más allá de la ruta jacobea, tenéis cientos de opciones para hacer senderismo en el Jaizkibel. Algunas enormes que conectan pueblos entre si, otras locales para conocer parajes concretos. Incluso hay muchas que sirven para llegar hasta pequeñas playas y calas, pero de eso hablaremos en el siguiente apartado.

Antes, queremos lanzar un aviso para los amantes de los deportes de naturaleza: el Jaizkibel es vuestro sitio. Aparte del senderismo (y su primo el running), en el Jaizkibel tenéis infinitas opciones para practicar ciclismo, deportes acuáticos como surf o piragüismo e incluso golf, gracias al Real Golf Club de San Sebastián y el Justiz Golf.

Playas, calas y acantilados

Pese a que el Jaizkibel es a primera vista un enorme conjunto de verde y más verde, lo cierto es que el monte es mucho más que árboles. De hecho, algunas de las mejores calas se esconden en su falda más pegada al mar.

Son muchísimas las opciones para bañarse en una calita para vosotros solos o junto a vuestro perro. Cualquiera que conozca Euskadi sabe que son dos cosas que no se ven a menudo, pero por suerte en el Jaizkibel son la norma.

Dos de nuestros lugares favoritos son la Playa de los Frailes (a la que se baja desde el Faro de Higer) y las Bañeras del Jaizkibel (unas pozas de agua dulce a pocos metros del mar). Sin embargo, a poco que investiguéis encontraréis un mundo de posibilidades.

También veréis que el Jaizkibel, pese a no tener una gran altura, ofrece tremendos acantilados, de esos a los que hay que ir solo para ver cómo rompen las olas.

Los torreones y los fuertes

Mención aparte merecen los diferentes torreones y fuertes que hay repartidos por el Monte Jaizkibel. Al ser un espacio natural de frontera, las incursiones militares han sido frecuentes con el paso de los siglos. Por ello, hay dos conjuntos de elementos militares que han llegado hasta nuestros días.

El primero de ellos es una serie de torreones de la última Guerra Carlista, que a día de hoy son excelentes miradores. Por ejemplo, de camino a las antenas de la cima del Jaizkibel está el Torreón de Santa Bárbara, desde donde disfrutaréis de unas maravillosas vistas de Hondarribia, Irún y Hendaya. Es sin duda nuestro sitio favorito para ir a ver el atardecer y las estrellas.

El segundo es la red de fuertes que se quiso construir a finales del siglo XIX para defenderse de una eventual invasión francesa. Aunque se proyectaron ocho construcciones y solo se llevaron a cabo tres, la más espectacular de todas ellas ha quedado en el Jaizkibel. Hablamos del Fuerte de Guadalupe, un enorme recinto de más de 30.000 metros cuadrados.

Comer en el Monte Jaizkibel

No olvidéis que el Jaizkibel está en Euskadi, tierra de buen comer por antonomasia. A lo largo y ancho de todo el monte se distribuyen diferentes caseríos, fondas y cantinas en los que disfrutar de la deliciosa, económica y abundante cocina tradicional vasca.

El único consejo que os vamos a dar es que reservéis, ya que pese a ser lugares que están en medio del monte lo habitual es que se llenen hasta la bandera. A partir de ahí, cualquier opción seguro que es excelente.

Nosotros frecuentamos habitualmente el Justiz, de donde siempre recomendamos sus deliciosos escalopes. Sin embargo, hemos comido en muchos otros y la experiencia siempre ha sido igual de buena.

Un lugar furgofriendly

Para terminar, un único consejo: el Monte Jaizkibel es un lugar claramente furgofriendly. Si estáis buscando un sitio para pernoctar en Hondarribia o cualquier otro pueblo de los anteriormente mencionados, allí encontraréis muchas zonas en las que hacerlo.

Nosotros normalmente vamos al aparcamiento del Monte Guadalupe, ya que es enorme, tranquilo y nunca hemos tenido ningún problema.

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