Qué ver en Hondarribia en un día

Pueblo de frontera, puerto de mar, cruce de caminos en el que muchas maneras de ver el mundo se dan la mano: todo eso y mucho más es Hondarribia, uno de los rincones más bonitos de Gipuzkoa, de Euskadi y de toda la Península Ibérica. Es un lugar que conocemos como la palma de nuestra mano, al que vamos varias veces al año y en el que siempre encontramos cosas nuevas por descubrir.

Por fin ha llegado el momento de enseñaros qué ver y qué hacer en Hondarribia. Lo hacemos con mucho cariño, pero a la vez con muchísimo respeto. Al fin y al cabo, no siempre escribimos sobre uno de los sitios que más nos gustan del planeta.

Turismo en Hondarribia

De origen medieval, la privilegiada ubicación de Hondarribia ha hecho que su devenir histórico haya sido de lo más azaroso. Podríamos escribir decenas de párrafos sobre asedios, piratas y bodas reales, aunque también sobre su excelentísima gastronomía, su precioso entorno natural o su popularidad entre los turistas franceses.

No es uno de esos lugares que se han puesto de moda con el turismo moderno, sino todo lo contrario. Posiblemente Hondarribia sea uno de los destinos más consolidados de la Península Ibérica, habiendo captado la atención de escritores, pintores y viajeros en general desde hace ya muchos siglos. Por eso, su propuesta turística es muy sólida y hacer una visita siempre es una buena idea.

Hoy en día, Hondarribia (o Fuenterrabía, como todavía le llaman algunos) posee tres zonas claramente diferenciadas. Nos referimos al casco histórico, donde la ciudad medieval sobrevive al amparo de unas impresionantes murallas; al Barrio de la Marina, donde los antiguos pescadores o arrantzales nos han legado un sinfín de casitas de colores; y, por supuesto, al Monte Jaizkibel, donde todo es verde y está lleno de vida.

Se necesita al menos un día para sacarle todo el partido a Hondarribia. Nosotros os hemos preparado una ruta con todo lo que ver y hacer en una única jornada, aunque no pasaría absolutamente nada si se le dedica más tiempo. Teniendo en cuenta las infinitas posibilidades de los alrededores, con Pasajes – Pasaia, Lezo o la propia ciudad de San Sebastián a tiro de piedra, bien haríais en pasar un fin de semana en Hondarribia.

Parte Vieja de Hondarribia

Plaza de Armas

Un buen punto de partida para una ruta por Hondarribia puede ser su famosa Plaza de Armas o Arma Plaza, que es algo así como el epicentro del casco histórico. Este espacio ha tenido muchos usos a lo largo de su historia: desde escenario de recepciones oficiales hasta zona de entrenamientos militares, pasando incluso por improvisada plaza de toros.

Su función actual es la de ofrecer al viajero algunos de los atractivos turísticos más destacados de Hondarribia, así como maravillarle con una de las estampas más bonitas de todo el País Vasco. En la Plaza de Armas no solo encontraréis el antiguo Castillo de Carlos V o la Oficina de Turismo, sino también algunos de los edificios tradicionales más bonitos del pueblo.

Desde el fondo de la plaza se pueden disfrutar de unas bonitas vistas hacia la vecina ciudad de Hendaya, ya en territorio francés. Por último, si tenéis la suerte de visitar Hondarribia durante alguno de sus festejos populares, seguramente la Plaza de Armas sea uno de los escenarios principales.

Castillo de Carlos V (Parador Nacional)

Una de las auténticas rock stars de la Plaza de Armas de Hondarribia es el Castillo de Carlos V, un impresionante castillo medieval que actualmente opera como Parador Nacional. Su construcción se atribuye tradicionalmente a Sancho Abarca de Navarra, aunque la mayor parte de su aspecto actual corresponde con la ampliación que Sancho el Sabio de Navarra realizó a finales del siglo XII.

Su sobria fachada esconde en su interior un montón de dependencias: almacenes, depósitos de munición, calabozos… Todas ellas han sido remozadas para ofrecer uno de los alojamientos más espectaculares del pueblo. Si no tenéis ocasión de dormir allí, podéis ir a la cafetería a tomar algo y así quedar deslumbrados con su interior.

Oficina de Turismo

Justo enfrente del Castillo de Carlos V está la Oficina de Turismo de Hondarribia. Ya hemos dicho que se trata de uno de los pueblos con mayor tradición turística en muchos kilómetros a la redonda, así que no debe sorprender a nadie que estemos ante una de las mejores oficinas de información turística del País Vasco. En su interior podréis conseguir planos, que os informen con todo tipo de detalles y también adquirir souvenirs de todo tipo.

Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción y del Manzano

La Plaza de Armas comunica directamente con la Calle Mayor, en donde brilla con luz propia la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción y del Manzano. Es un templo a medio camino entre lo gótico y lo renacentista, construido entre los siglos XV y XVI sobre las antiguas murallas.

La fachada que da al castillo no solo es la parte más antigua del edificio, sino que también alberga al antiguo escudo de Hondarribia. Destaca también su campanario, aunque este es difícil de contemplar desde abajo por una cuestión de perspectiva.

No siempre está abierta, pero si fuese el caso os recomendamos entrar sin dudar. Su interior es una pasada.

Calle Mayor / Kale Nagusia

Y, ya que estáis por la iglesia, os merece la pena recorrer la Calle Mayor o Kale Nagusia de arriba abajo. Es una de las calle más animadas de Hondarribia, con un montón de comercios súper interesantes y gentes venidas de todo el mundo a cualquier hora del día (y de la noche).

Aunque destacan varios edificios (como la Casa Consistorial, el Palacio de Casadevante o el Palacio Zuloaga), en nuestra opinión lo realmente interesante de la Calle Mayor de Hondarribia es el conjunto. Cuesta ir allí y no pasarse horas buscando escudos de piedra en las fachadas, haciendo fotos a los balcones de hierro o simplemente entrando en todas esas tiendas llenas de productos artesanales. La única pega que se le puede poner a esta calle es que no sea más larga, la verdad.

Calle Pampinot

Y, hablando de calles que no son especialmente largas, tampoco podéis dejar de pasaros por la cercana Calle Pampinot. No solo es una de las que más encanto tienen de todo el pueblo, sino que también tiene algunas cosas interesantes por ver. Por ejemplo, la Casa Rameri, un excelente edificio histórico que es la actual sede de la Fundación ARMA PLAZA.

Por allí está también el llamado Pozo del Francés, que puede pasar desapercibido en tiempos presentes pero que en su momento era de importancia capital. Este tipo de elementos eran súper importantes para poder resistir un asedio, situación que en Hondarribia se vivió en más de una ocasión.

Plaza del Obispo

A pocos pasos os espera la Plaza del Obispo, uno de los pocos espacios verdes del casco histórico. También merece la pena recorrer la Calle del Obispo, que (por supuesto) está al lado.

El edificio más destacado de allí es la Casa Palencia o Echevanestea, no solo por ser un edificio medieval de primer nivel sino también por ser el lugar de nacimiento de Cristóbal de Rojas y Sandoval, una de las figuras religiosas más importantes del siglo XVI. En su currículum figuran registros como haber sido arzobispo de Sevilla o protector de Santa Teresa de Jesús.

Recinto amurallado

Por supuesto, no podemos dejar de hacer una mención al recinto amurallado de Hondarribia. Y es que las murallas del pueblo son una auténtica pasada, se miren como se miren. Ofrecen una figura imponente cuando se contemplan desde el horizonte, podréis contemplar un sinfín de detalles al atravesarlas y en ellas hay unas cuantas paradas que bien haríais en hacer.

Os ponemos dos ejemplos. Por un lado, el Baluarte de la Reina, un tramo del perímetro amurallado que data del siglo XVI y sobre el que hay una antigua plataforma de artillería.

El segundo sería el Baluarte de Leyva, donde están las dos puertas de San Nicolás. Desde su moderno y sencillo puente obtendréis una de las mejores panorámicas de este lienzo.

En su momento, la zona de las murallas cayó en el olvido y no era precisamente la parada más interesante de la ciudad. Sin embargo, a comienzos del siglo XXI fue puesta en valor y a lo largo de todo el trazado se crearon pequeños parques y miradores. Si estás visitando Hondarribia en un día de calor, os recomendamos buscar los diferentes banquitos a la sombra que se pueden encontrar a lo largo de las murallas.

Puerta de Santa María

De todo el recinto amurallado, hay un elemento que queremos destacar por encima del resto. Nos referimos a la Puerta de Santa María, una de las dos entradas originales que tenía Hondarribia. Para nosotros es muy importante, ya que solemos dejar la furgoneta en el aparcamiento de la alameda que hay justo a los pies de la puerta, por lo que suele ser nuestro punto de partida. No sabríamos argumentarlo científicamente, pero el caso es que nos parece uno de los rincones más mágicos de la ciudad.

El Hachero / Hatxero

Y, justo delante de la Puerta de Santa María, está la popular escultura de «El Hachero» (o Hatxero, en euskera). Es una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad, por lo que la foto junto a la escultura es casi obligada. Representa a un zapador, el soldado que estaba destinado en el recinto amurallado y era el encargado de dar la entrada o no al pueblo.

Calle de San Nicolás

Otro punto interesante del interior del casco histórico de Hondarribia es la Calle de San Nicolás, donde os esperan la Casa Mugarretenea (del siglo XVI) y otras muchas construcciones nobiliarias. Ya que estás por allí, os recomendaros pasaros por la Calle Juan Laborda, donde está la Casa Eguíluz (también del siglo XVI). Entre las muchas historias que se pueden contar de este lugar, se dice que Felipe «El Hermoso» y Juana «La Loca» se alojaron en él.

Plaza de Gipuzkoa

Para terminar con el interior del recinto amurallado, no podemos dejar de mencionar la bonita Plaza de Gipuzkoa. Fue diseñada por Manuel Manzano-Monís, uno de los arquitectos españoles más destacados del siglo XX, y la verdad es que su trabajo allí no pudo ser mejor. Es otro de esos rincones con encanto a los que siempre tratamos de regresar.

Barrio de la Marina

Una vez hayáis exprimido la zona más antigua de Hondarribia, nuestra recomendación es que vayáis a la Marina, el antiguo barrio de pescadores. Seguid leyendo y descubriréis un lugar fascinante y lleno de vida.

Calle San Pedro / San Pedro Kalea

El punto de partida en esta parte del pueblo es, necesariamente, la Calle San Pedro o San Pedro Kalea. Es algo así como el corazón del Barrio de la Marina: lleno de restaurantes, de comercios con encanto, de gente de todas partes…

Podríamos destacar muchos edificios en concreto (como la Casa Zeria, una construcción tan antigua que data de 1575), pero nos quedamos con el conjunto. La Calle San Pedro es un universo de color en el que balcones llenos de flores rinden homenaje a los barcos pesqueros de Hondarribia.

Si vais a Hondarribia en busca de pintxos (de los que hablaremos más adelante), la Calle San Pedro es vuestra auténtica referencia. Allí encontraréis algunos de los restaurantes más destacados del pueblo.

Azoka de Hondarribia

Si vuestra visita es en sábado, no podéis dejar de visitar un mercado popular conocido como Azoka. En él, productores locales ofrecen (al mejor precio) frutas, verduras, flores y demás productos hortofrutícolas. La verdad es que hemos ido muchas veces y casi nunca hemos comprado nada, pero solo por los olores y los colores ya merece la pena.

Horario: en invierno, de 8:00 a 12:30; en verano, de 8:00 a 13:30.

Calle Santiago / Santiago Kalea

En paralelo a la Calle San Pedro está la Calle Santiago o Santiago Kalea. Es la calle más antigua de Hondarribia y debe su nombre a los peregrinos que la atravesaban haciendo el Camino de Santiago. Es igual de interesante a nivel a arquitectónico, aunque bastante más tranquila.

Hermandad de los Pescadores

Uno de los elementos más destacados del Barrio de la Marina es la Hermandad de Pescadores, donde los arrantzales de Hondarribia tienen su lugar de encuentro desde el año 1361. Es un edificio que se puede atravesar gracias a su arco central, sobre el cual hay una figura de San Pedro.

Paseo Butrón

Si lo atravesáis, deberíais continuar caminando hacia el Paseo Butrón, que hace las veces de paseo marítimo de Hondarribia. Allí podéis tomar algo en sus bares, pasear frente al mar o tomar el barquito que lleva hasta la playa de Hendaya. Dicho sea de paso, lo que se contempla desde el Paseo Butrón no es otra cosa que Francia.

Iglesia de la Marina

Otro edificio que no podéis perderos estando en el barrio de los pescadores es la Iglesia de la Marina, que también es conocida como Iglesia de la Magdalena. Pese a que es relativamente reciente (se empezó a construir en 1921, es un templo que merece la pena ser visitado.

Playa de Hondarribia

Por si todo lo que os hemos enseñado os supiese a poco, es bueno que sepáis que Hondarribia también tiene playa. No es la más famosa de Euskadi (pues la vecina de Hendaya le hace mucha sombra), pero sigue teniendo un tramo de arena amplísimo y unas aguas tranquilas en las que darse un baño es una pasada. Eso sí, buena suerte con el aparcamiento, ya que las inmediaciones son de pago.

Por cierto, en el propio Paseo Butrón hay varias calas chiquititas a las que se puede bajar con perro. No son tan grandes ni tienen tanta arena como la playa principal, pero si vais con perrete puede ser un buen sitio para que se remoje.

Puertos

En Hondarribia hay varios puertos, como el Kai Zaharra (el antiguo muelle) o el Puerto Deportivo (lleno de embarcaciones modernas). Un paseíto por cualquiera de ellos puede ser un bonito broche final para un recorrido por el Barrio de la Marina.

Monte Jaizkibel

Por último, Hondarribia tiene una zona verde que es de visita obligada: el Monte Jaizkibel, un espacio natural compartido con Irún, Pasajes, Errenteria y Lezo. No podéis iros de allí sin echar un ojo a algunos de sus lugares más emblemáticos.

Cabo de Higuer

Una de las zonas más destacadas del Jaizkibel a su paso por Hondarribia es el Cabo Higuer. Subir hasta allí requiere un ratito de coche, pero a cambio llegaréis a un escenario de película. Aparcad en las inmediaciones del Faro de Cabo Higuer, uno de los más bonitos de la Península Ibérica, e inspeccionarlo sin prisa.

Si bajáis por el caminito que hay a su costado, llegaréis a una bonita vista de la Isla de Amuitz. También podéis aprovechar para tomar algo en el restaurante que hay allí o en el bar del camping.

Por allí está también la Playa de los Frailes, una pequeña cala de roca a la que se llega tras una rutita de 15 minutos. Se puede acceder con perro.

Por último, en la zona más pegada al casco urbano está el Castillo de San Telmo, también conocido como Castillo de los Piratas. Se trata de una fortaleza construida en tiempos de Felipe II para proteger la bahía de los constantes ataques de piratas y corsarios.

Santuario de Guadalupe

Otro de los puntos calientes del Jaizkibel es el Santuario de Guadalupe, un precioso templo construido originalmente en el siglo XVI y cuyo aspecto actual corresponde con una reconstrucción del XIX. Es un lugar por el que los habitantes de Hondarribia sienten especial democión, la cual queda patente cada 8 de septiembre en la festividad en honor de la Virgen de Guadalupe (una de las ocho vírgenes negras de Gipuzkoa).

Desde Guadalupe tenéis unas vistas excelentes de Hondarribia. Solo por ellas ya merece la pena subir hasta allí.

Fuerte de Guadalupe

A pocos pasos de allí (se puede ir caminando) está el Fuerte de Guadalupe, una fortificación impresionante. Fue construida ya en el siglo XX, lo que la convierte en la mayor construcción militar contemporánea de Euskadi. A modo de curiosidad, ha sido lugar de grabación de la popular serie El Internado: Las Cumbres de Amazon.

El aparcamiento de al lado ha sido habilitado como área gratuita de caravanas. No tiene ningún servicio, pero aun así es un excelente lugar para pasar la noche si estáis visitando Hondarribia en furgoneta o autocaravana.

Santa Bárbara

El Jaizkibel está plagado de pequeñas construcciones militares, muchas de las cuales fueron construidas durante la última guerra carlista. Un ejemplo de ellos es la Torre de Santa Bárbara, ubicada en una de las cumbres del monte y desde donde podréis disfrutar de las mejores vistas de la bahía.

Ermita de Santiago

Por último, si vais con tiempo os recomendamos acercaros a la Ermita de Santiago, donde se custodió hasta hace no demasiado una imagen de Santiago Apostol del siglo XII. Es un lugar de paso obligado en una de las primeras etapas del Camino de Santiago a su entrada a la Península Ibérica.

Excursiones desde Hondarribia

Hondarribia tiene atractivos turísticos suficientes como para retener al viajero más de un día. Por ello, no son pocos los que eligen este pueblo como punto de partida para un fin de semana por los alrededores. Aquí os dejamos algunas de las excursiones más típicas.

Ir a Hendaya en barquito

Posiblemente, la más popular de todas. Desde el Paseo Butrón podéis tomar un barco e ir directamente a Hendaya, donde os espera uno de los lugares más fascinantes del País Vasco Francés. Allí podéis pasar un estupendo día de playa, comer un delicioso gofre de chocolate o simplemente dar un paseíto por esta ciudad del país vecino.

Marismas de Txingudi

Si os gusta la naturaleza (y, en especial, la observación de aves), entre Hondarribia e Irún se encuentran las Marismas de Txingudi, una ZEPA en constante crecimiento. Tiene dos zonas claramente diferenciadas, en las cuales podréis disfrutar de un ratito de naturaleza de primer nivel.

Oarsoaldea

Por el contrario, si os apetece ir a ver pueblecitos, entre Hondarribia y San Sebastián tenéis Oarsoaldea, una pequeña sub-comarca en la que os esperan varias localidades llenas de encanto. Nos referimos a Lezo, Pasajes – Pasaia, Errenteria y Oiartzun, cuatro de los pueblos más interesantes de todo el País Vasco.

Lesaka y Etxalar

Realmente Hondarribia está en una esquinita de Gipuzkoa, por lo que también tenéis Navarra a tiro de piedra. En este caso, os recomendamos una excursión en la cual podréis ver tanto Lesaka como Etxalar, dos pueblos en los que el tiempo parece haberse detenido.

Comer en Hondarribia

No hay guía turística de Hondarribia que esté completa sin que incluya un apartado sobre su excelente propuesta gastronómica. Es tan diversa como podáis imaginar (pintxos, cocina de vanguardia, fondas con comida casera…) y accesible para todos los bolsillos, por lo que disfrutar de ella es casi una obligación.

Nosotros os vamos a proponer dos opciones: una ruta de pintxos y una opción de mesa y mantel en las fondas del Monte Jaizkibel.

Ruta de pintxos en Hondarribia

Empecemos por los pintxos de Hondarribia. La mejor zona para degustarlos es, en nuestra opinión, el Barrio de la Marina. Entre las calles de San Pedro y Santiago encontraréis locales con décadas de antigüedad, en los que la cocina de vanguardia en miniatura lleva mucho tiempo a la orden del día.

Nosotros tenemos dos sitios favoritos. El primero es el Gran Sol (cuyos populares pintxos les han llevado a abrir una sucursal en Tokio). Nuestro pintxo favorito es el codito, un pastelito de codillo guisado a baja temperatura y cubierto por espumoso de patata salpicado por caramelo. ¡Lo más!

A escasos metros encontraréis el Itxaropena, un auténtico paraíso si lo que os gustan son las albóndigas y los filetes rusos. También tienen la que, en nuestra humilde opinión, es la mejor txistorra de Hondarribia.

En los alrededores tenéis muchos más: Txantxangorri, donde os esperan sus tradicionales raciones; el Alcanadre, barato a más no poder; el Yola-Berri, con su infinita barra de pintxos fríos…

Caseríos: comer en el Monte Jaizkibel

La otra cara de la moneda gastronómica de Hondarribia la encontraréis en el Monte Jaizkibel, donde os esperan tradicionales caseríos y fondas. Allí no se lleva tanto el pintxo minimalista, sino comilonas de campeonato. Uno de nuestros lugares favoritos es el Justiz, donde al menos una vez al año nos pasamos para dar buena cuenta de sus espectaculares escalopes con patatas fritas. Por cierto, si vais con perro es una buena opción, ya que os atenderán encantados en su terraza.

Aparcar en Hondarribia

No queremos terminar este post gigante sin antes recomendaros algunas zonas para aparcar gratis en Hondarribia. Básicamente son dos:

  • La Alameda: un gran aparcamiento público a los pies de la Puerta de Santa María. Suele haber sitio todos los días, aunque quizás os cueste más los fines de semana por la mañan.
  • Aparcamiento del BM: entre la Puerta de San Nicolás y el supermercado BM hay varios parkings gratuitos que os pueden servir para dejar el coche y empezar la visita al casco histórico de Fuenterrabía.

Toda la zona baja (es decir, la más pegada a la playa) es de pago, con la siempre cuestionable zona azul (u OTA, como la llaman en Euskadi). Encontraréis sitio con facilidad, pero os tocará pasar por caja.

Mapa turístico de Hondarribia

Como habéis visto, la visita a Hondarribia puede dar mucho de sí. Para haceros la vida más fácil, aquí os hemos preparado un mapa con todo lo que ver y hacer en Hondarribia. Esperamos que os sea de utilidad:

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