La Jacetania fue nuestra primera parada en un viaje de 9 días por los Pirineos oscenses. Su comarca más occidental nos recibió con los brazos abiertos y nos demostró que no nos habíamos equivocado al escoger ese destino para hincarle el diente a las montañas de Huesca. Durante un fin de semana recorrimos a fondo la zona, haciendo paradas en sitios como Jaca, el Parque Natural de los Valles Occidentales o en la estupenda Estación Internacional de Canfranc.
En este artículos os contamos qué ver y qué hacer en un fin de semana en la Jacetania, recopilando la información de todos los artículos que hemos escrito sobre este destino hasta la fecha. Esperamos ayudaros a preparar una visita a un lugar denso y con miles de posibilidades.
Tabla de contenidos
Introducción a la Jacetania, la comarca más occidental de los Pirineos de Huesca
Con Jaca haciendo las veces de capital, la Jaceta es la comarca más oriental de los Pirineos aragoneses. En sus casi 2000 kilómetros cuadrados viven casi 20.000 personas, repartidas en hasta 80 núcleos de población que, a su vez, se agrupan en 20 municipios. En ellos destacan algunos de los más visitados de Aragón, como Canfranc o Valle de Hecho.
Además, se trata de un auténtico paraíso natural. En la comarca encontraréis preciosos ríos, montañas de casi 3000 metros de altura, valles en los que la fauna y la flora muestran lo mejor de los Pirineos y mucho más.
A nivel histórico, la Jacetania está muy influenciada por el Camino de Santiago, que ha hecho del transitar de peregrinos una constante desde hace ya muchos siglos. Hasta aquí acuden también viajeros de todo tipo, no solo por la ruta jacobea sino también al calor de sus iglesias románicas, sus pueblos llenos de casonas de piedra o su espectacular estación de ferrocarril.
En resumen, se trata de un lugar lleno de opciones, en el que hasta el viajero con los gustos más refinados encontrará su lugar. Se puede ir a la Jacetania a hacer deportes de invierno, a disfrutar de su gastronomía sin mover un dedo o a disfrutar de tradiciones tan arraigadas como la Fiesta del Traje Ansotano.
Nosotros os proponemos una ruta de fin de semana sencilla, visitando algunos de sus lugares más interesantes pero a la vez dejando espacio para que cada viajero la adapte a sus gustos. Seguid leyendo y os contaremos cómo fue nuestro finde en la Jacetania.
Qué ver en la Jacetania: itinerario perfecto para un fin de semana (o más)
Viernes
Nuestra primera parada fue la ciudad de Jaca. Salimos del trabajo a la hora de comer y llegamos allí a media tarde. Como era verano, tuvimos tiempo más que suficiente para explorar esta trepidante ciudad.
Allí nos esperaba su tremenda Ciudadela, uno de los edificios militares más importantes de toda España. También visitamos su Catedral románica, caminamos por sus calles llenas de comercios de toda la vida y vimos hasta el último de sus monumentos.
Además, hubo tiempo para subir hasta el Fuerte del Rapitán y disfrutar de unas excepcionales vistas del Valle del Aragón.
Sábado
Empezamos el sábado recorriendo el Parque Natural de los Valles Occidentales, al noroeste de Jaca. La mañana la empleamos en ver algunos de sus pueblos más destacados, como Hecho, Siresa o Ansó.
La tarde la dedicamos por completo a hacer senderismo. En este caso, elegimos hacer una ruta por Aguas Tuertas, un valle que nos dejó absolutamente desarmados. ¡Qué sitio más bonito! Solo por ir hasta allí ya mereció la pena el viaje, ya que sin duda es uno de los espacios naturales más bonitos de toda España.
Domingo
Para cerrar el finde, el domingo lo dedicamos a la zona inmediatamente al norte de Jaca. En concreto, a los dos núcleos urbanos que componen Canfranc.
Empezamos, por ser el primero en el camino desde la capital de la Jacetania, por Canfranc pueblo. Allí visitamos lo que quedó de este pueblo tras el terrible incendio de mediados del siglo XX. La verdad, nos gustó mucho más de lo que esperábamos.
Después fuimos a Canfranc-Estación, donde la protagonista indiscutible es la Estación Internacional de Ferrocarril. Pero no limitamos nuestra excursión a la misma, pues también recorrimos sus parques o visitamos los búnkeres que hay a las afueras.
Fue el broche de oro para un fin de semana increíble en la Jacetania.
Si tienes más días…
Eso sí, vaya por delante que un finde es imposible para verlo todo. Nosotros lo adaptamos a nuestros gustos y necesidades, ya que viajando con furgoneta y perro hay algunas limitaciones. Sin embargo, tenemos claro que es una zona a la que hay que volver.
Entre entras cosas, porque nos hemos dejado en el tintero muchos pueblos interesantes. Sin ir más lejos, Castillo de Jaca, Biniés o Aínsa nos esperan para un segundo finde en la Jacetania.
También nos hemos quedado con ganas de seguir explorando sus templos románicos. El imprescindible Monasterio de San Juan de la Peña se tuvo que quedar para otra ocasión, ya que no es posible visitarlo yendo con perro. También nos quedamos con ganas de ir a visitar la Iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós, incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por formar parte del Camino de Santiago.
Por supuesto, nos quedaron muchas rutas por realizar. Son miles los kilómetros de senderos señalizados en la Jacetania, así que sin duda volveremos.
El Camino de Santiago en la Jacetania
Como gente a la que le gusta la historia o el arte, apreciamos mucho las zonas en las que el Camino de Santiago se muestra en todo su esplendor. Normalmente, asociados al camino surgen pueblos llenos de magia, con templos en los que la Edad Media muestra su mejor versión. Es el caso de la Jacetania.
En ella, el Camino Aragonés entra por el Puerto de Somport (en el norte) y atraviesa la comarca hasta Jaca, para girar al oeste y enfilar hacia Santiago. Por el camino hay diferentes etapas señalizadas, en las cuales se recorren algunos de los lugares más interesantes de la Jacetania. Seguro que estando por allí veis muchos elementos que os recuerdan que el Camino de Santiago transcurre por la comarca.
Gastronomía, alojamiento y compras
Nos sorprendió gratamente la oferta cultural que encontramos en la Jacetania. Esperábamos un lugar tirando a recóndito, pero prácticamente en cada pueblo nos encontramos con cosas que visitar, tiendas en las que comprar o restaurantes en los que probar sus especialidades.
La ciudad de Jaca tiene un centro histórico de lo más animado, el cual no tiene nada que envidiar a cualquier capital de provincia que se precie. En sus calles podréis haceros con productos típicos y disfrutar de sus decenas de restaurantes.
Sin embargo, como decimos, en cada pueblo encontramos a un artesano, una pequeña pastelería o un mercado ambulante en el que enriquecer la experiencia.
No podemos dejar de mencionar el ternasco de Aragón, una carne que no deberíais dejar de probar si estáis por allí. Tampoco el pacharán o la miel, que se pueden encontrar en prácticamente cualquier pueblo.
Por cierto, la oferta de alojamientos en la Jacetania se merece un diez. En Jaca hay muchos hoteles a precio más que comedido, mientras que el resto de pueblos está repleto de alojamientos rurales con muy buena pinta.
Nosotros fuimos con furgoneta, así que no está de más mencionar que encontramos sitios increíbles en los que pernoctar. Era verano y nos preocupaba que todo estuviera masificado, pero nada más lejos de la realidad.
Oficinas de Turismo en la Jacetania
Para terminar, queremos destacar la enorme red de oficinas de turismo que hay en la Jacetania. Nuestra primera parada fue en una de ellas, en la de Jaca, donde nos pertrechamos con información para todo el finde.
Sin embargo, aquí y allá encontramos otras oficinas locales en las que obtener mapas y pistas para hacer que el viaje fuese un éxito: en Ansó, en Valle de Hecho, en Canfranc-Estación…