Qué ver en Ansó, uno de los pueblos con más encanto de los Pirineos

Ansó es uno de esos lugares fáciles de ver en apariencia, aunque se requiere un mínimo de atención para sacarle todo el partido. Si os dejáis llevar sin rumbo, sin duda recorreréis millones de rincones con encanto, pero lo más probable es que se os queden sin ver algunos de los atractivos turísticos más destacados del pueblo.

Y es que, a diferencia de en otras localidades de los alrededores, Ansó es un pueblo tirando a grande, con mucho recoveco y con mucha sorpresa esperando al viajero. Con esta guía, en la que os enseñamos qué ver y qué hacer en Ansó, esperamos que tengáis todo lo necesario para exprimir al máximo vuestra visita a esta joya de los Pirineos de Huesca.

Descubriendo la cuna del Reino de Aragón

Ubicado en el noroeste de la provincia de Huesca, en uno de los muchos valles que tiene el Pirineo Aragonés y haciendo frontera con Francia, Ansó es un lugar cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Está considerado por los estudiosos como uno de los focos de surgimiento del primitivo Condado y posterior Reino de Aragón.

Su ubicación normalmente sería un problema, ya que ocupa una zona alejada de todo y realmente recóndita. Sin embargo, han sabido hacer de esto una virtud, pues gracias a esa situación marginal Ansó se ha conservado sin apenas alteraciones en los últimos siglos.

Es, por tanto, un sitio excelente para comprender el carácter y la cultura de los pueblos de la alta montaña aragonesa. Esto queda patente en tradiciones como el Día de la Exaltación del Traje, en el cual se pone en valor la vestimenta histórica de los ansotanos.

Tradicionalmente, Ansó y sus gentes han vivido de la ganadería, de explotar el bosque y del comercio. Siempre tuvieron fama de gente de fiar, algo que se tuvo en cuenta para elegir a «seis hombres buenos de Ansó» en un juicio en 1375, fruto del cual se estableció el Tratado de las Tres Vacas (considerado el tratado en vigor más antiguo de Europa).

Hoy en día, a esas actividades se les ha sumado el turismo, pues Ansó es uno de los pueblos más agradables del Pirineo oscense. La visita es una delicia, ya que permite conocer un lugar auténtico y a la vez lleno de vida.

No esperéis ver coches por el casco histórico, ya que es todo peatonal, por lo que si vais en vuestro propio vehículo tendréis que dejarlo en el gran parking de la entrada.

Turismo en Ansó

Iglesia de San Pedro

El edificio más destacado de Ansó es la Iglesia de San Pedro. Data del siglo XVI y su aspecto actual es el resultado de la colaboración entre diferentes maestros constructores. Fruto del trabajo de todos ellos surgió un templo que es de lo mejorcito de la provincia, con una monumental portada y una torre sencilla aunque vistosa desde diferentes puntos del pueblo.

Calle de la Fuente

Quizá entréis directamente al pueblo por la Calle de la Fuente, ya que va a parar al aparcamiento que hay a la entrada de Ansó. Vayáis al principio o más tarde, lo cierto es que bien haríais en dejaros caer por esta zona, ya que es un magnífico lugar para contemplar la arquitectura popular ansotana. Sus sobrias casas de piedra son una excelente muestra de cómo se hacían (y se hacen) las viviendas en el Pirineo aragonés.

Precisamente, uno de los grandes alicientes para visitar es su arquitectura popular. Perderse en sus calles es motivo suficiente como para ir hasta allí. Eso si, con mucho ojo: tal y como decíamos en la introducción, Ansó es un pueblo algo más denso que otros municipios de los alrededores. Hay mucho que ver y mucho rincón por descubrir.

Antiguas Escuelas

Un edificio que no podéis dejar de ver es el de las Antiguas Escuelas. Si leéis este humilde blog sabréis que siempre hacemos lo posible por ver las instituciones de enseñanza rurales, ya que arquitectónicamente son una pasada y su influencia en el desarrollo del país es innegable. En este caso, junto a la escuela hay una inscripción que dice que es de 1927.

Casa Torre medieval (Torreta de Ansó)

Otro de los imprescindibles del pueblo es la Torreta de Ansó. Conocida popularmente como Casa Carcelero, se trata de una casa torre medieval de planta cuadrada y tres pisos de altura. Se dice que aquí estuvo prisionera Doña Blanca II de Navarra. Es Bien de Interés Cultural desde el año 2006.

Calle Mayor

Si antes hablábamos de la Calle de la Fuente, no podemos dejar de recomendaros la Calle Mayor. Es otro de los puntos calientes de Ansó en lo que se refiere a arquitectura popular.

Museo del Traje de Ansó

La posición de aislamiento de la que ya hemos hablado no solo ha hecho que el pueblo llegue hasta nuestros días sin apenas alteraciones, sino que también ha contribuido a que sus habitantes mantengan orgullosos sus tradiciones y su cultura. El mejor ejemplo de esto es el Museo del Traje de Ansó, una institución que pone en valor las vestimentas típicas del pueblo. Se encuentra en una antigua ermita.

Por cierto, el último domingo del mes de agosto se celebra el Día de la Exaltación del Traje Ansotano, una fiesta de Interés Turístico Nacional en la que podéis contemplar en vivo y en directo estas vestimentas tradicionales.

Centro de Interpretación de los Valles Occidentales

No es el único museo del pueblo, pues a pocos metros de allí está el Centro de Interpretación de Ansó. Ubicado en el antiguo cine, se trata de un lugar en el que podréis saber más sobre la flora y la fauna del Parque Natural de los Valles Occidentales.

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