Qué ver en Villafranca del Bierzo, la puerta del Camino de Santiago

Villafranca del Bierzo cuenta con la denominación de Conjunto Histórico-Artístico de 1965, y no precisamente por casualidad. Se trata de una de las localidades más emblemáticas de la Comarca del Bierzo y de toda la provincia de León, aunque también del Camino de Santiago. Miles de peregrinos atraviesan año tras año sus calles, junto a otros tantos turistas que se dejan caer por allí para conocer su excelente patrimonio. En este post rendimos homenaje a este sensacional lugar y os contamos todo lo que ver y hacer en Villafranca del Bierzo, la puerta leonesa del Camino de Santiago.

La «Pequeña Compostela» de León

Villafranca del Bierzo es un pueblo que siempre estará en deuda con el Camino de Santiago, pues tanto su fundación como su posterior desarrollo están muy relacionados con la ruta jacobea. Un grupo de monjes de la Orden de Cluny fundó un monasterio en el siglo XI, a partir del cual comenzó a crecer un pueblo que fue desarrollado posteriormente por el Marquesado de Villafranca.

La particular manera de saldar esta deuda está en la Puerta del Perdón, en la cara norte de la Iglesia de Santiago. Se trata de un punto único en el Camino, pues aquellos que no pueden continuar con la ruta por accidente o enfermedad pueden ganar el jubileo.

Sin embargo, Villafranca del Bierzo es mucho más que una anécdota del Camino de Santiago. En sus calles encontraréis un excelente patrimonio medieval y de época moderna, muchísimas opciones para degustar la popular gastronomía del Bierzo (mención aparte para el contundente botillo) y un ambiente propicio para demostrar que el interior de España no tiene que caer necesariamente en el olvido.

La visita es muy sencilla para el viajero, ya llegue a pie o en coche. En una mañana se pueden contemplar la mayor parte de sus atractivos turísticos, hay una estupenda Oficina de Turismo en la que hacerse con un mapa y por todo el casco urbano veréis paneles informativos sobre los principales edificios. Muy mal se tiene que dar para que no salgáis de allí habiéndole sacado todo el jugo a la ciudad.

Turismo en Villafranca del Bierzo

Plaza Mayor

Un buen punto de partida puede ser la Plaza Mayor, que tiene un gran ambiente a cualquier hora del día. De ello se encargan los numerosos bares y restaurantes que se arremolinan a su alrededor, además del lento (aunque constante) transitar de pregrinos.

En la Plaza Mayor se encuentran algunos edificios interesantes, como el Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo (del siglo XIX) o el Teatro (inaugurado en 1905).

Iglesia de San Francisco

A pocos pasos de la Plaza Mayor, aunque teniendo que subir un considerable número de escaleras para llegar a ella, está la monumental Iglesia de San Francisco. El edificio formaba parte de un convento franciscano puesto en marcha en el siglo XIII, de lo cual da cuenta su excelente portada de estilo románico.

Sin embargo, se trata de un edificio vivo y que ha evolucionado mucho con el paso del tiempo. El interior de la iglesia es mayormente gótico, aunque destaca fundamentalmente por su artesonado mudéjar (uno de los más importantes de esta zona de España).

Castillo

Aunque no se pueda visitar por dentro, ya que es propiedad privada, el Castillo de Villafranca es una de las principales referencias de la ciudad. Visible desde prácticamente cualquier punto y sobrecogedor cuando se está ante sus muros, se trata de una fortaleza construida en el siglo XVI por el quinto Marqués de Villafranca. Cumplió con su función militar hasta la Guerra de Independencia, pues a partir de ahí fue rehabilitado como vivienda.

Iglesia de Santiago

Tan solo una calle separa al Castillo de la Iglesia de Santiago, un templo románico que es el responsable de que a Villafranca del Bierzo se la conozca como la «Pequeña Compostela». Tiene una única nave y está rematada por un ábside semicircular con tres pequeñas ventanas.

Su elemento más destacado es la Puerta del Perdón, con un estilo a caballo entre el románico y el gótico. Como ya hemos dicho, es el único punto del Camino de Santiago en el que se puede ganar el jubileo aparte de la Catedral de Santiago de Compostela. Es un privilegio reservado a los peregrinos heridos o enfermos que no pueden continuar con su camino, aunque hay algunos requisitos a tener en cuenta. Sin ir más lejos, este beneficio solo se concede en año jacobeo.

Convento de la Anunciada

No todo es medieval en Villafranca del Bierzo, y el mejor ejemplo es el Monasterio de la Anunciada. Data de comienzos del siglo XVII y en su interior se venera el cuerpo de San Lorenzo de Brindis (en una pequeña capilla, a mano derecha según se entra). El interior del templo también hace las veces de Panteón de los Marqueses de Villafranca, pues al fin y al cabo fue esta familia la que financió tanto su construcción como las posteriores ampliaciones. Se dice que en su exterior está el ciprés más alto y antiguo de toda España.

Calle del Agua / Calle Ribadeo

El Convento de la Anunciada no está demasiado lejos de la Calle del Agua, también conocida como Calle Ribadeo. Es la calle peregrina por antonomasia, en la que tradicionalmente se han encontrado los edificios más nobles de Villafranca del Bierzo.

La calle tiene por sí sola patrimonio suficiente como para justificar una visita a la ciudad. Los ejemplos son de lo más variados: el Palacio de Torquemada, la Casa Solariega de los Álvarez de Toledo, la Casa Natal de Enrique Gil y Carrasco

Convento de San José

También en la Calle del Agua está el Convento de San José, el cual merece mención aparte. Y no solo porque en él todavía se conserva el sepulcro de Lucas de Castro (su fundador), sino porque este Convento de Augustinas es uno de los mejores edificios religiosos de Villafranca del Bierzo.

Puente Medieval

Muchos peregrinos acceden o salen de la Calle del Agua por el Puente Medieval sobre el Río Burbia. Es un buen momento para decir que Villafranca del Bierzo tiene un acceso a agua dulce privilegiado, ya que su casco histórico se asienta en la confluencia entre este río y el Río Valcarce. Para contemplar el puente, lo mejor es ir por la Calle Súcubo (paralela) y verlo desde abajo.

Convento de la Concepción

Un poquito más adelante del puente está el Convento de la Concepción, fundado a mitad del siglo XVI. Como no podía ser de otro modo, fue financiado prácticamente en su totalidad por el Marqués de Villafranca.

Colegiata de Santa María

No se puede considerar completa una visita a Villafranca del Bierzo si no se va a la Colegiata de Santa María, a la cual llegaréis si volvéis a la Calle del Agua y la recorréis hasta el final. Fue construida sobre los restos de un monasterio cluniacense. Su silueta destaca desde muchos puntos de la ciudad, aunque es especialmente imponente desde la explanada que hay junto a su entrada.

El interior es realmente sorprendente, con unas altísimas bóvedas de piedra como principal elemento diferenciador. Tiene un coro de madera de castaño construido en el siglo XVIII que también merece la visita.

Jardín de la Alameda

La Colegiata de Santa María comunica fácilmente con el Jardín de la Alameda, un precioso jardín romántico de estilo francés. Fue construido en el siglo XIX y recorrerlo por dentro os permitirá contemplar un montón de detalles, como la Fuente «La Chata». Data del siglo XVI y fue traída del Monasterio de Carracedo en el siglo XIX.

Si vais con perro, se lo pasará en grande recorriendo estos jardines.

Oficina de Turismo

Para terminar (aunque para nosotros fue el principio, y os recomendamos que así sea), frente al Jardín de la Alameda está la Oficina de Turismo de Villafranca del Bierzo. En ella nos dieron un mapita, nos contaron muchas curiosidades sobre el pueblo y nos recomendamos excursiones por los alrededores.

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