Ruta al Nacedero del Urederra: descubre las cascadas más bonitas de Navarra

Después de mucho tiempo intentando visitarlo, por fin fuimos al Nacedero del Urederra, uno de los espacios naturales más impresionantes de la Península Ibérica. Ubicado en Navarra, a escasos tres kilómetros de la pequeña localidad de Baquedano, se trata del único acuífero del Parque Natural de Urbasa-Andía. En este artículo os vamos a contar cómo es el recorrido hasta el nacedero, además de daros todas las claves para organizar una visita que (spoiler alert) requiere reserva previa.

Visitar el Nacedero del Urederra: qué es, dónde está, cómo reservas, cuánto cuesta…

Como su propio nombre indica, el Nacedero del Urederra es el lugar en el que nace el Río Urederra. Su nombre es una auténtica declaración de intenciones, puesto que viene a significar algo así como agua hermosa en euskera.

El acuífero está a 713 metros sobre el nivel del mar, en el término municipal de Baquedano. Pese a ser un río de escasos 19 kilómetros de longitud (afluente de un Río Ega que, a su vez, es afluente del Río Ebro), el caudal del Nacedero del Urederra no es nada desdeñable, ya que puede llegar hasta los 50.000 litros por segundo en la época de más precipitaciones del año.

A escasos metros del Nacedero se forman una serie de cascadas, pozas y pequeños rápidos, que han convertido el cauce del río en una especie de anfiteatro rocoso. La belleza del paraje, rodeado de bosques de hayas y robles impresionantes, explica que desde el año 1987 sea Reserva Natural, habiendo quedado integrado una década después en el Parque Natural de Urbasa-Andía.

Para asegurar su protección y que la visita sea de calidad, desde el año 2020 se han limitado los accesos a 500 personas al día. A raíz de esto, para hacer la visita es imprescindible reservar. Para ello, se ha habilitado la web https://urederra.amescoa.com/, en la cual se pueden comprar las entradas. Cosas importantes sobre las mismas:

  • Aforo: 500 personas/día
  • Turnos:
    • Hasta las 11:00: 200 entradas.
    • De 11:00 a 14:00: 100 entradas.
    • De 14:00 en adelante: 200 entradas.
  • Tarifa:
    • Coche: 5€.
    • Moto: 2€.
    • Autocaravana: 10€.

Realmente no se paga por la visita al espacio natural, sino por el parking que hay en Baquedano. Sin embargo, es la única manera de hacer la visita, ya que el estacionamiento está prohibido en el resto del casco urbano. Cuando hagáis la reserva os enviarán al email un código QR, el cual tendréis que escanear junto a la barrera que da acceso al parking.

MUY IMPORTANTE: reservad, ya que en el sitio no se pueden comprar las entradas. Cuando fuimos allí vimos a dos coches que tuvieron que darse la vuelta por este motivo. Ojito, porque los tickets se agotan con semanas de antelación.

Nuestra experiencia visitando el río más azul del mundo (o, al menos, de Navarra)

Una vez estéis allí, el recorrido es sencillo y no tiene pérdida. Hay un centro de recepción de visitantes a pie de aparcamiento, pero la ruta está señalizada por todas partes. Para que os hagáis una idea, se tarda entre dos y tres horas, durante las cuales hay que recorrer unos 7 kilómetros entre ida y vuelta.

Empezamos atravesando la localidad de Baquedano, un pueblo que os recomendamos encarecidamente visitar antes o después del camino.

Una vez salgáis del pueblo, se empieza caminando por un camino de arena sin el menor interés. Para nosotros fue un poco decepcionante, ya que esperábamos la octava maravilla y no era nada del otro mundo. De hecho, estábamos haciendo al visita en el último turno, así que no hacíamos más que ver gente volviendo del sitio y poco más.

Sin embargo… ¡falsa alarma! Tras caminar unos pocos metros, nos empezamos a adentrar en un estupendísimo bosque de hayas y robles. Quizá no tan espectacular como el Hayedo Encantado, pero desde luego una auténtica pasada.

En seguida vimos las primeras pozas y nos dimos cuenta de la locura de sitio en la que estábamos. ¡Qué auténtica pasada! No tenemos palabras para describir los colores y las formas que tiene el Urederra al poco de haber nacido. Sencillamente impresionante.

Además, por si fuera poco, el control de accesos hace que la visita se haga sin apenas gente alrededor. Se agradece de veras, ya que para contemplar las diferentes pozas se han habilitado un montón de pasarelas y miradores de madera. Más allá de que son bonitos y están perfectamente integrados en el entorno, es un punto a favor que no haya aglomeraciones.

Dicho sea de paso, nos sorprendió un montón la pésima actitud de algunos de los visitantes del lugar. Como decimos, hay muchas plataformas desde las que no solo se puede disfrutar del río, sino también hacer estupendas fotos. Sin embargo, no faltaron los típicos listos que decidieron que era mejor saltarse la valla y hacerse la misma foto, solo que a dos metros del resto de los mortales. Así, por su cara bonita. Esto no solo es un riesgo, ya que vimos a más de uno a puntito de despeñarse, sino que también hace que se estropee un espacio que ya es frágil de por sí. Por gentuza como la de la foto de abajo (le tapamos la cara al panoli, aunque nos dan ganas de subir su foto tal cual) hay muchas zonas que a día de hoy no son visitables. Así que, por favor, haced la visita de una manera respetuosa y pensando en que generaciones futuras puedan disfrutar de un sitio tan fascinante.

Hecha esa advertencia, retomemos el relato. Las primeras pozas son engañosas, en el mejor sentido de la palabra. Parece que son el motivo de ir hasta allí, ya que todo lo que se diga sobre su belleza se va a quedar corto, pero el recorrido sigue en dirección al nacedero. De hecho, la ruta se hace más larga de lo que parece, ya que por doquier hay miradores a los que asomarse.

Como decimos, el camino es poza preciosa tras poza preciosa, incluyendo cascadas, piedras modeladas con formas sinuosas y un bosque que se vuelve más bonito por momentos.

De hecho, una vez se llega hasta el Nacedero del Urederra, la vuelta al aparcamiento se hace atravesando dicho bosque. Si tenéis la suerte de ir en otoño, disfrutaréis de uno de los lugares más mágicos de Navarra.

Tras casi tres horas, que podrían haber sido dos si hubiésemos hecho menos fotos (aunque también catorce, porque el lugar es increíble), volvimos al coche con la sensación de haber estado en un lugar único.

Justo antes de llegar al aparcamiento, aprovechamos para comprarle nueces a un paisano que las vendía en su jardín y mermelada casera y arándanos en un improvisado tenderete junto a un coche. Además, el día no había acabado para nosotros, ya que justo después nos fuimos a conocer el Balcón de Pilatos. Y es que los alrededores del Urederra dan para mucho, pues el Parque Natural de Urbasa-Andía tiene muchísimas cosas que ofrecer.

Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos

📍 Punto de inicio: la ruta empieza desde el aparcamiento de pago que hay en la localidad de Baquedano. Es, literalmente, la única opción para hacer este recorrido. Os recordamos que hay que reservar.

📏 Distancia / desnivel: 7 kilómetros de duración entre ida y vuelta (se va por el mismo sitio por el que se vuelve). El desnivel es de unos 250 metros.

💪 Dificultad: la ruta más fácil del mundo. Se puede hacer pesada para gente poco habituada a caminar, ya que hay algo de cuesta, pero el recorrido está claramente señalizado, en perfecto estado y con un montón de pasarelas de madera para asegurar las mejores panorámicas del agua.

⏲️ Duración: la ruta como tal se puede hacer en menos de dos horas, pero nosotros estuvimos casi tres. Incluso hemos leído a gente en internet que estuvo cuatro, cinco o más, ya que es imposible no detenerse a hacer fotos de esta maravilla.

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