Edimburgo es una ciudad repleta de zonas verdes, por lo que es complicado quedarse con una. Sin embargo, nosotros siempre situamos entre nuestras favoritas a The Meadows, un parque al sur de la Old Town (a unos diez minutos a pie de la mítica Royal Mile) que está repleto de curiosidades, historias increíbles y muchas posibilidades, sobre todo en los meses cálidos del año.
De lago a campo de golf
Si veis las fotos de The Meadows, seguro que rápidamente os echáis las manos a la cabeza y os parece increíble que una zona verde tan grande como esta haya podido llegar hasta nuestros días. La explicación hay que encontrarla en el uso que tenía, pues eran tierras comunales. Durante muchísimo tiempo no era más que un conjunto de pastizales, en los que el pastoreo y la recogida de setas eran algunas de las actividades principales.
Más allá de su uso, la zona no fue urbanizada porque básicamente era imposible: buena parte de su superficie era agua. Sin embargo, el enorme lago de The Meadows fue desecado parcialmente en el siglo XVII, para terminar de acabar con él cien años más tarde.
A partir de ese momento se convirtió en uno de los lugares favoritos de los habitantes de Edimburgo para pasear y lucir palmito. Especialmente era frecuentado por las clases altas, lo cual explica determinados usos (como haber sido campo de prácticas para la Real Compañía de Arqueros).
En 1827 el parlamento promulgó una ley que prohibía específicamente la construcción en The Meadows. Ya formaba parte de la vida cultural de la ciudad, algo que cristalizó medio siglo más tarde en el marco de la Exposición Internacional de Industria, Ciencia y Arte.
The Meadows ha contribuido notablemente al desarrollo del deporte en Edimburgo: la zona suroeste es un campo público de pitch and putt (un deporte similar al golf), albergó partidos de cricket, también de rugby… Sin embargo, el evento que más se recuerda ocurrió en la navidad de 1875, pues el 25 de diciembre de ese año se jugó el primer derby entre el Heart of Midlothian y el Hibernian, los dos equipos de fútbol de la ciudad. A modo de referencia, el Real Madrid no se fundó hasta 28 años después.
La cara más soleada de Edimburgo
Ir a The Meadows siempre es muy buena idea, pero sin duda el parque luce su mejor versión en verano. En ese momento, se convierte en el epicentro de la vida en la ciudad, siendo frecuentado de manera masiva tanto por turistas como por locals.
A nivel de eventos, no sabríamos ni por donde empezar. En The Meadows tenéis festivales, conciertos y performances de todas las clases. Quizá lo más representativo sea hablar del Festival de Edimburgo, pues el parque es una de las sede principales de este enorme acto cultural.
Pero vamos, que como decimos hay de todo: una maratón benéfica, circos, parques de atracciones temporales… Uno de los más populares es el MoonWalk, un evento anual que sirve para recaudar fondos contra el cáncer de mama. En él, más de 12.000 personas se congregan para caminar y conseguir donaciones.
También veréis a The Meadows frecuentemente en los medios, ya que es uno de los lugares tradicionales de Edimburgo para realizar protestas y manifestaciones. No hay muchos espacios abiertos en la ciudad, así que la zona propicia para alzar la voz contra las injusticias.
Más allá de eventos y tumultos, The Meadows es un sitio perfecto para ir a ver pasar las horas. Hacer un sencillo picnic (o una abundante barbacoa), tomar el sol o leer un libro son actividades que bien podríais considerar.
Si os apetece hacer algo de deporte, también es buen sitio. Es un parque enorme, así que en él suele haber varios partidos de fútbol y de rugby simultáneamente. La gente es muy abierta, así que si os apetece echar una pachanga no dudéis en incorporaros.
Por último, hay que decir que The Meadows tiene un agradable ambiente universitario, ya que algunas facultades están en las inmediaciones. Esto nos lleva a hablar de Sherlock Holmes, ya que sir Arthur Conan Doyle se inspiró en uno de sus profesores (mientras era estudiante de medicina) para crear a su sagaz personaje. También nos lleva a los bares de los alrededores, que hacen que también haya mucha actividad en el parque incluso por la noche.