Qué ver en Inverness, el emblema de las Highlands

La ciudad de Inverness es uno de los destinos más destacados de las Tierras Altas de Escocia. De hecho, es la capital de las Highlands, por lo que bien haríais en dedicarle al menos unas horas si estáis haciendo una ruta por allí. En este post os enseñamos cuales son los principales atractivos turísticos de la ciudad y los ordenamos en una ruta muy fácil de seguir.

Breve visita a la capital de las Highlands

Nosotros fuimos a Inverness en el marco de una excursión organizada por las Highlands, por lo que exprimimos cada segundo al máximo. Apenas dispusimos de hora y media, pero lo organizamos de tal manera que pudimos ver todo lo que teníamos en mente.

Y es que íbamos con la lección bien aprendida, ya que sabíamos que Inverness es una ciudad súper especial. Su cercanía al Lago Ness, el clima oceánico subpolar y la presencia de diferentes estilos arquitectónicos hacen que sea un lugar único. Tanto que es de las pocas urbes del mundo que no tienen unos límites oficialmente establecidos.

Prácticamente todos los puntos de interés de Inverness están en la orilla este del río Ness, a excepción de la catedral. En cualquier caso, todo está a una distancia más que razonable para ir caminando, por lo que debería daros tiempo a ver todo lo que os vamos a enseñar. Si estáis yendo por libre, no os olvidéis de que Inverness es la base perfecta para hacer un montón de excursiones por los alrededores.

Turismo en Inverness

Casco histórico: el encuentro entre la arquitectura victoriana y la eduardiana

Lo primero que tenéis que tener claro es que Inverness vale mucho como conjunto. Incluso si dando un paseo os olvidáis de ver la catedral o el castillo, estamos seguros de que seguiría siendo una ruta que merecería la pena.

Pensad que en la ciudad se dan la mano dos de los principales estilos arquitectónicos del Reino Unido. Por un lado, tenéis infinidad de ejemplos de arquitectura victoriana, entre los que destaca el Victorian Market. Por otro lado, también podréis disfrutar de un montón de edificios neobarrocos de la mano de la arquitectura eduardiana que transformó la ciudad a comienzos del siglo XX.

El tono gris de la mayor parte de las casas que veréis no es casualidad, sino que se debe al característico color de la piedra de las canteras cercanas. Al sur hay piedra más rojiza, que se trajo a Inverness solo para la construcción de sus edificios más ilustres.

Por si necesitáis algunas referencias, Church Street y Academy Street forman una especie de ángulo, en cuyo interior está todo aquello que no deberíais perderos. Tampoco dejéis de ir a la High Street, que une el casco histórico con el río Ness.

Catedral de Saint Andrews

Hablando del río, ya sea al inicio o al final no podéis dejar de cruzarlo para ir a la Catedral de Inverness. Es un templo protestante del siglo XIX, en el que destaca fundamentalmente la decoración del acceso principal. Sus torres os parecerán un poco chatas no por casualidad, sino porque el proyecto pasó por apuros económicos y hubo que terminar el edificio haciendo recortes. No es perdáis su interior (previo pago de una libra), en el cual nos llamó sobre todo la atención su techo de madera.

Castillo

Construido con la citada piedra de tonos rojizos de la que hablábamos unos párrafos atrás, se trata de una enorme fortaleza construida en la primera mitad del siglo XIX. Durante mucho tiempo estuvo al margen de la vida de la ciudad, siendo inaccesible incluso para los turistas, pero en 2017 se abrió en forma de Inverness Castle Viewpoint: un mirador estupendísimo desde el cual disfrutaréis de unas estupendas vistas del casco histórico y de la catedral. Eso sí, os tocará rascaros el bolsillo, ya que el acceso cuesta 5 libras por persona.

Infirmary Bridge

Por cierto, si queréis vivir una experiencia fuera de lo normal, no lo dudéis y cruzad el Infirmary Bridge. ¡No os podéis imaginar lo que se mueve! Vale, es un puente en suspensión, pero no esperábamos que se tambalease así a nuestro paso.

Islas del río Ness

No muy lejos del castillo están las Islas del río Ness (Ness Islands), unos bosques en miniatura que ofrecen algunos de los mejores espacios verdes de Inverness. De hecho, aprovechamos para deciros que también es muy interesante pasear junto a ambas orillas del río Ness, pero que en una visita tan breve no da tiempo. Si estáis una jornada completa en la ciudad es visita obligada, pero en un tour tan cortito lo normal es que sea una opción sacrificada.

Old High Church

No os perdáis la Old High Church, el templo más antiguo de Inverness. Es del siglo XVIII y tiene unas dimensiones realmente asombrosas. Está vinculada con el levantamiento jacobita de 1746, pues en las inmediaciones de esta iglesia se ejecutaron a los prisioneros de la batalla.

Leakey’s Bookshop

Si os interesa la literatura, no podéis perderos la Leakey’s Bookstore, una alucinante librería de segunda mano ubicada en el interior de una vieja iglesia. Tienen miles de ejemplares en catálogo, por lo que la mera visita ya es un placer tanto para la vista como para el olfato. Os aseguramos que es un lugar absolutamente brutal.

Excursiones: el Lago Ness y el Castillo de Urquhart

Como ya hemos dicho, Inverness es un sitio estupendo para hacer excursiones por los alrededores. Obviamente no podéis dejar de ir al Lago Ness, el que sin duda es el lago más famoso del mundo. Tenéis allí, a 15 minutos en coche de la ciudad, una de sus estampas más conocidas: la que dejan las ruinas del Castillo de Urquhart con el agüita en segundo plano. ¡Visita imprescindible!

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