Qué ver en Bristol: prosperidad, cultura y calidad de vida en el suroeste inglés

La ciudad de Bristol es una de las más interesantes del suroeste de Inglaterra. Es una ciudad de más de medio millón de habitantes, la cual se ha distinguido tradicionalmente por su prosperidad (estrechamente vinculada al puerto), su incesante vida cultural y por tener un ritmo de vida sosegado. De hecho, ha sido elegida varias veces como la mejor ciudad de Gran Bretaña para vivir. Hoy os proponemos conocerla desde el punto de vista del viajero, con una enorme guía turística en la que os mostramos qué ver y qué hacer con todo lujo de detalles.

Bristol, cruce de caminos y lugar para quedarse

Todo viajero low cost que se precie sabe que es frecuente encontrar vuelos baratos a Bristol desde diferentes puntos de España. Nosotros no sabíamos mucho sobre la ciudad antes de visitarla, pero Easyjet y Ryanair nos llevaban tentando varios años con sus rutas hasta allí.

Lo que comenzó con unos vuelos baratos se tradujo rápidamente en absoluta admiración y fascinación por Bristol, la octava ciudad de Inglaterra. Tiene todo lo que cabría esperar de una urbe de grandes dimensiones, pero a la vez no faltan las zonas verdes, las tiendas de artesanía o espacios en los que no se ve ni un alma.

Y es que eso fue, precisamente, lo que nos enamoró de la ciudad. Bristol tiene muchas posibilidades, nos fuimos de allí con la sensación de que cada viajero puede encontrar su zona de confort en un lugar como este. Ya sea por su fascinante historia, por todo lo que se puede visitar o por los infinitos eventos que celebra a lo largo del año, Bristol tiene mucho que ofrecer.

Organización de la ruta por Bristol

A lo largo de los siguientes párrafos os vamos a enseñar muchísimas cosas. Si vais a buen ritmo, podréis verlo todo en un día y medio, aunque os recomendamos dos jornadas completas para sacarle todo el jugo a Bristol. Os hemos repartido los puntos de interés por áreas más o menos lógicas, para más tarde mostraros excursiones desde la ciudad, dónde comer o dónde alojaros.

A modo de referencia, os proponemos empezar por la zona central, que os llevará bastante rato. De ahí pasad a la zona alta, que es donde se asienta el barrio universitario. Cuando lo exprimáis a tope, pasaos por Spike Island, un lugar interesantísimo y que os mostrará la versión más portuaria de Bristol. Redcliff, con sus dos grandes iglesias, sería la siguiente zona céntrica a recorrer.

Con eso estaría más o menos cubierto lo más típico, pero Bristol da mucho más de sí. El genuino Castle Park es la mejor muestra de ello, así como un Bristol Shopping Quarter que también merece mucho la pena. No os olvidéis de pasar por Clifton Village, la zona bohemia de la urbe. ¡Ah! Y tampoco dejéis de pasar por Temple Meads, donde os espera una estación de tren propia de Harry Potter.

Turismo en Bristol

Zona centro

Catedral de Bristol

No es mala idea empezar la ruta por la Catedral de Bristol, ya que es uno de los principales edificios de la ciudad. Es una iglesia-salón (es decir, las naves laterales están a la misma altura que el coro). Aunque en la Europa continental esto es algo relativamente fácil de ver, en Reino Unido no son tan habituales.

Sea como fuere, hablamos de un estupendo templo gótico. Quizá no tenga tanta fama como la Catedral de Salisbury o la Abadía de Bath, pero os aseguramos que es preciosa. Si os llaman la atención las fotos, os recomendamos pasaros por el post que hemos preparado en exclusiva sobre este edificio.

Haced lo posible por visitarla por dentro, ya que es una pasada. Blanca, luminosa, con más arcos de los que el ojo humano puede procesar. Conviene que le dediquéis un rato largo, ya que es un edificio lleno de detalles.

Por cierto, también merece una mención su coqueto jardín interior. Cuidado con mimo por los mayores de la ciudad, es un sitio perfecto para sentarse y disfrutar de un buen día soleado.

City Hall

La catedral está justo enfrente del City Hall, que no es otra cosa que el Ayuntamiento de Bristol. Pese a ser un edificio súper moderno (fue inaugurado en 1956), su diseño data de los años 30. Eso sí, no se pudo construir hasta varias décadas más tarde debido a la II Guerra Mundial. Su elemento más representativo es el agua y el uso racional que hace de un recurso tan preciado, ya que fundamentalmente se alimenta (tanto en las fuentes como en las cisternas) de la lluvia.

Well Hung Lover (Banksy)

Vamos a hablaros mucho de los graffitis de Bristol, ya que la ciudad es una potencia a nivel mundial en lo que a street art se refiere. El mítico Banksy tiene mucha culpa de ello, ya que nació allí y algunas de sus obras más emblemáticas están en diferentes paredes de la urbe. Es el caso de Well Hung Lover, un mural que cuenta con el honor de haber sido declarado la primera obra de arte urbano legal del Reino Unido. En 2009 sufrió un ataque con pintura azul, que no solo no destruyó la obra sino que la hizo aun más icónica.

You Don’t Need Planning Permission to Build Castles in the Sky (Banksy)

También por allí, justo debajo de la Bristol Central Library, os espera You Don’t Need Planning Permission to Build Castles in the Sky, otra obra de Banksy. En este caso es un texto sencillo, pero a la vez muy emblemático. Para contemplarlo tenéis que bajar por unas escaleritas que hay junto al acceso al edificio.

Harbourside

Patrimonio y arte urbano: buen aperitivo para comenzar la visita a Bristol. A continuación os recomendamos que sigáis expimiendo el centro, en este caso para daros un garbeo por el Harbourside. Como su propio nombre indica, se trata de un coqueto barrio surgido a partir de antiguos terrenos portuarios. Por aquí encontraréis restaurantes, músicos callejeros e incluso una enorme noria. Os recomendamos esta zona especialmente por la tarde, cuando brilla en todo su esplendor.

Millenium Square

Bristol nos recordó un poco a Bilbao, sobre todo en el sentido de que ha pasado de ser una ciudad gris a una urbe moderna y cosmopolita. Un buen ejemplo de esto es la Millenium Square, un enorme espacio abierto perfecto para ir con niños. Allí encontraréis una enorme escultura reflectante como principal seña de identidad. La plaza tiene una de las 25 BBC Big Screen del Reino Unido, un buen puñado de estatuas de bronce y también está frente a un centro comercial. Vamos, que es imposible aburrirse allí.

We the Curious

Por si eso fuera poco, en uno de los laterales está We the Curious (antiguamente conocido como At-Bristol o @Bristol), un museo educativo centrado en las artes y las ciencias. Tiene un claro componente social, apostando por el desarrollo de la cultura de la curiosidad para las personas más desfavorecidas de la ciudad.

Bristol Aquarium

A pocos pasos de todo esto os esperan pulpos gigantes, tiburones y peces del Amazonas. ¿Cómo es eso posible? Pues ni más ni menos que gracias al Bristol Aquarium, el único acuario de todo el Reino Unido que también alberga un jardín botánico en su interior. Visita imprescindible si vais con niños pequeños o si os interesa la vida submarina.

Queen Square

Cambiando radicalmente de tercio, a unos cinco minutos a pie del acuario os espera la Queen Square. Esta enorme plaza no es otra cosa que un magnífico parque georgiano, en cuyo alrededor se encuentran unos cuantos edificios de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII. Muy buen sitio para huir del asfalto, algo que no es complicado en un lugar con tantas zonas verdes como Bristol.

King Street

Y si lo que buscáis es un poco de jaleo, aprovechad que estáis por allí para dejaros caer por la King Street. Esta vieja y ancha avenida del siglo XVII es algo así como la calle de los bares de Bristol pues en ella encontraréis algunos de los mejores pubs de la ciudad. Es un sitio animado, perfecto para beberse unas pintas de cerveza o disfrutar de la típica comida de pub británico. Eso sí, no os negaremos que a primera hora del día hay poquito ambiente por allí.

Esta calle es uno de los grandes focos de la vida social y cultural bristolense, tal y como atestigua el Old Vic. Que no os engañe su aspecto vanguardista: hablamos del teatro en funcionamiento continuo más antiguo de habla inglesa de todo el mundo. ¡Guau!

St Nicholas Markets

Hablando de cosas con solera, muy cerquita está el St Nicholas Markets. Es el mercado más antiguo de Bristol, ya que data del año 1743. En él hay dos espacios claramente diferenciados: el gastronómico y el comercial. En cuanto al primero, está bajo un bonito soportal de estilo georgiano, y en él encontraréis fundamentalmente street food de inspiración árabe y asiática.

La parte comercial tiene un montón de tiendas de artesanía, repartidas en dos calles paralelas a la zona de la comida callejera. Muy recomendable también.

St Stephens’s Church

Y si ya habéis alimentado el estómago, hacedlo ahora con el espíritu. Para ello, nada mejor que la antigua St Stephen’s Church, un lugar que lleva estando allí desde el siglo XI. El edificio actual se debe fundamentalmente a reformas posteriores, tanto de finales de la Edad Media como del siglo XIX. No es el lugar más famoso de Bristol, pero os aseguramos que merece la pena.

Leonard Lane

Misma cosa se podría decir de la Leonard Lane, un estrecho callejón que hará las delicias de los amantes del street art. Os recomendamos entrar desde Corn Street (el acceso principal), aunque también podréis hacerlo desde St Stephen’s Street y desde Colston Avenue. Sea como fuere, en el interior os esperan cientos (si no miles) de muestras de arte urbano.

Os recomendamos recorrer este callejón interior de punta a punta, pues en él encontraréis un genuino museo absolutamente fascinante. Es un sitio cambiante: lo que vimos nosotros seguramente no tenga nada que ver con lo que vea un viajero dentro de unos años. En cualquier caso, estamos seguros de que este turista del futuro se lo pasará igual de bien que nosotros.

Zona alta / Barrio universitario

Una vez hayáis recorrido el centro de punta a punta, os recomendamos encaminaros a la zona alta de la ciudad. Es un lugar amplio y diverso, con mucho más de lo que podría esperarse.

Christmas Steps

Para empezar a ganar altura, nada mejor que recorrer Christmas Steps de punta a punta. No esperéis un lugar navideño, ya que no tiene nada que ver: de hecho, parece que el nombre viene de Knifesmith Street, pues aquí es donde estaba el gremio de cuchilleros en la Edad Media.

Es un barrio surgido alrededor de una calle, la cual va intercalando adoquines con escalones. Tanto en ella como en las calles más cercanas podréis encontrar algunas de las casas más antiguas de Bristol, así como algunos de sus comercios más cuquis.

El inigualable Terry Pratchett mencionó esta calle en su novela Dodger, estando ubicada aquí la farmacia en la que el protagonista compra tintes para su pelo.

Universidad de Bristol

Si seguís subiendo, de un modo o de otro acabaréis llegando hasta la Universidad de Bristol. Al igual que en otras urbes europeas, el campus de esta ciudad es un espacio abierto y hospitalario. Podréis caminar por sus jardines y sus edificios históricos, respirando el ambiente universitario que tanto añoran los que lo han vivido en algún momento de su vida. A modo de referencia, no deberíais perderos los Royal Fort Gardens, su espacio más emblemático.

Tened en cuenta que es una de las universidades más prestigiosas del mundo, por lo que no sería extraño que paseéis junto a los grandes líderes, científicos o empresarios del mañana.

Museo de Bristol

En la zona universitaria está el apabullante Museo de Bristol (Bristol City Museum), otro lugar imprescindible en la ciudad. En su enorme colección encontraréis prácticamente de todo: desde piezas de arqueología hasta obras de street art firmadas por el omnipresente Banksy. Merece la pena ir hasta él, aunque solo sea por contemplar su magnífica fachada.

Wills Memorial Building

Y hablando de fachadas de muy alta factura, al ladito del museo está el Wills Memorial Building. Se trata de una torre construida en el primer cuarto del siglo XX, con un marcado estilo neogótico. De hecho, por muchos estudiosos está considerada la última obra de ese estilo arquitectónico construida en Inglaterra. Fue impulsada por dos magnates del tabaco, para honrar la figura de su padre (que además fue uno de los grandes benefactores de la Universidad de Bristol.)

Cabot Tower y Brandon Hill

Si habéis seguido la ruta ya estaréis un poco cansados de subir y bajar, ya que esta zona de Bristol tiene mucho desnivel. Sin embargo, todavía conviene hacer un último esfuerzo, recorrer los preciosos caminos de la Brandon Hill y llegar hasta su zona más alta. Allí espera la Cabot Tower, construida a finales del siglo XIX para conmemorar el viaje del mítico John Cabot. Por si no lo sabíais, el explorador italiano al que se le atribuye haber descubierto Norteamérica para el mundo occidental partió de Bristol. Si bien en su primer viaje solo pudo llegar a Islandia, en el segundo consiguió atracar en la futura Canadá.

Pese a que la torre pasó unos años un poco complicados, entre 2006 y 2011 se acometió un ambicioso proyecto de restauración. Hoy en día luce un estado estupendo y puede visitarse de manera gratuita. Si sois capaces de sortear las decenas de escalones que separan el suelo de su cima, tendréis ante vosotros una de las mejores panorámicas de Bristol.

Spike Island / Wapping Wharf

Dejando ya de lado (aunque solo momentáneamente) las zonas elevadas de Bristol, lo siguiente que os proponemos es visitar la sensacional Spike Island. Ubicada en la zona sur de la parte histórica, es una de nuestras zonas favoritas.

Puerto de Bristol

Antes de nada, una mención general. Spike Island representa la tradición portuaria de Bristol, con antiguos almacenes, grúas y astilleros. Por tanto, es el mejor lugar de la ciudad para tomarle el pulso a su puerto histórico, ya que podréis pasear entre construcciones tradicionales a la par que veis el trasiego de los barcos modernos. Si bien es cierto que la actividad se ha trasladado principalmente hacia la costa, a día de hoy seguimos hablando de una urbe con un maravilloso toque marinero.

Underfall Yard Visitor Center

Yendo de oeste a este, la primera visita en Spike Island es el Underfall Yard Visitor Center. Antiguo astillero, hoy hace las veces de museo, centro empresarial e incluso cafetería. Este enorme conjunto de edificios inspiró y dio nombre a uno de los discos de Big Big Train, la prestigiosa banda británica de rock progresivo.

Girl with a Pierced Eardrum

No solo del mar vive Spike Island. La mejor muestra de ello es Girl with a Pierced Eardrum, un mural de Banksy en el que rinde homenaje (o parodia, según se quiera ver) a la mítica pintura de Johannes Vermeer. La gracia está en que sustituyó su pendiente por un dispositivo preexistente del sistema de alarma del edificio sobre el que se asienta. Fue uno de los emblemas europeos de la pandemia por COVID, ya que en 2020 se le instaló una mascarilla gigante.

Brunel’s SS Great Britain

Si bien es cierto que para encontrar la obra de Banksy hay que ir prestando atención, ya que está en un callejón poco evidente, para llegar a la siguiente cosa que os vamos a enseñar no hay que buscar demasiado. Y es que el Brunel’s SS Great Britain es uno de los puntos de interés más relevantes de Bristol. Se trata de un gigantesco barco de mediados del siglo XIX, que incluso fue el navío más grande del mundo durante 11 años.

Fue todo un adelantado a su tiempo, ya que tenía la capacidad de transportar hasta 700 viajeros entre Bristol y Nueva York en solo 14 días. Poco a poco fue teniendo distintos usos (desde transportar inmigrantes a Australia hasta llevar carbón por Sudamérica), hasta que fue abandonado en 1937. Casi cuatro décadas más tarde fue llevado de nuevo a Bristol, donde había sido construido, para su restauración y puesta en valor como museo.

Como decimos, hoy en día es uno de los lugares más visitados de la ciudad. Es un sitio perfecto para aproximarse a un mundo muy distinto del actual, aunque a la vez estrechamente vinculado a nuestra realidad.

Wapping Warf / CARGO

Si os vais al extremo este de la Spike Island (preferentemente paseando por el camino que hay al norte, que es precioso) llegaréis hasta Wapping Warf, otro lugar imprescindible. Es una zona que está siendo revitalizada a través de un proyecto fascinante, impulsado por empresarios locales y en constante conversación con los vecinos. El elemento central es CARGO, un espacio en el que hay decenas de restaurantes de cocina internacional, todos instalados en antiguos contenedores de transporte. ¡Lo más de lo más!

Es una de las zonas de moda de Bristol. No podéis visitar la ciudad sin pasaros por allí, aunque solo sea un ratito para picar algo.

M Shed

Por último, allí también está M Shed, un museo dedicado a la historia de Bristol y sus habitantes. Ofrece una colección completa como pocas, en la que se hace un repaso a la vida en la urbe desde tiempos prehistóricos hasta el futuro. Muy interactivo y moderno, perfecto si estáis visitando la ciudad con niños pequeños.

Redcliffe

La siguiente zona de Bristol en liza es Redcliffe, el barrio delimitado por el puerto y el río. Podéis llegar hasta él desde el centro o directamente desde Spike Island.

St Mary Redcliffe Church

Os recomendamos que vuestra primera parada en la zona sea en St Mary Redcliffe Church, un gigantesco templo medieval que nada tiene que envidiar a la catedral de la ciudad. El edificio actual fue construido entre 1185 y 1872, siendo considerado una de las mayores y más bellas iglesias parroquiales de Inglaterra. Eso por no hablar de su aporte a la arquitectura gótica, la cual lleva a su máxima expresión.

Temple Church

En Redcliffe también veréis Temple Church. Siendo precisos, lo que podréis visitar son sus ruinas, ya que el edificio fue dañado por la aviación alemana durante los bombardeos de la II Guerra Mundial. Sin embargo, los restos han sido restaurados y hoy en día ha quedado un excelente lugar para el recuerdo. Mención aparte merece su torre principal, la cual está súper inclinada. El sitio nos recordó un montón a la St Dunstan in the East Church Garden de Londres.

Temple Gardens

Junto a la Temple Church están, lógicamente, los Temple Gardens. Es una zona verde perfecta para pasear y disfrutar de la versión más tranquila de Bristol.

Castle Park

Según terminéis en Redcliffe, podéis pasaros al cercano Castle Park. Es el espacio verde más amplio de la ciudad de Bristol, el cual está lleno de cosas interesantes para ver.

El mejor parque de Bristol surgió de los escombros

Este enorme parque era antiguamente el distrito comercial de Bristol. Una zona próspera y llena de posibilidades, con un montón de edificios históricos de primer nivel (incluyendo el Castillo de Bristol). ¿Qué fue lo que pasó? Pues ni más ni menos que la II Guerra Mundial. El 24 de noviembre, casi 150 aviones de la Luftwaffle alemana sobrevolaron la ciudad y la bombardearon, siendo especialmente crueles con esta zona. La Bristol Blitz dejó más de 12.500 bombas, causando un incendio que podía verse a más de 250 kilómetros de distancia.

Cuando se terminó el conflicto y se replanificó el área, surgieron posiciones encontradas entre políticos, comerciantes y ciudadanos. Finalmente, lo que ha quedado es un enorme parque, que periódicamente ve planear sobre su cabeza diferentes proyectos de remodelación. Eso sí, de momento sigue siendo un parque perfecto para evadirse de la gran ciudad.

St Peter’s Church

Más o menos en la zona central del parque están los restos de St Peter’s Church, hoy en día preservados en forma de memorial. También fueron arrasados durante los bombardeos de la II Guerra Mundial, aunque se ha hecho todo lo posible por conservar las ruinas. Tiene todo el sentido, ya que en excavaciones posteriores (de 1975) se determinó que podría ser la iglesia más antigua de Bristol.

St Mary Le Port Church

Y en el extremo oeste del parque todavía hay tiempo para los restos de otra iglesia, St Mary Le Port Church. ¿Adivináis? Si, también fue arrasada durante los bombardeos de 1940. Fundamentalmente ha conservado su torre, aunque tenemos que reconocer que los alrededores estaban bastante degradados.

Canales de Bristol

Por último, desde Castle Park podéis aprovechar para disfrutar de la mejor perspectiva posible de los canales de Bristol. Para ello, os recomendamos atravesar el Castle Bridge (construido en 2017) y asomaros a ambos lados del puente. ¡Una maravilla!

Bristol Shopping Quarter

Cambiamos radicalmente de tercio para explorar al norte el barrio de shopping de Bristol, el cual se encuentra justo al norte de Castle Park.

Tiendas

Aquí os esperan más de 400 establecimientos, repartidos fundamentalmente entre tiendas, restaurantes y cafeterías. Hablamos de cuatro áreas (Broadmed, The Galleries, The Arcade y Cabot Circus) en las que hay centros comerciales abiertos, cerrados, pequeñas calles con tiendecitas de toda la vida y amplias avenidas propias de las grandes ciudades europeas.

Nosotros no somos los típicos que suelan ir de compras cuando viajan, pero tenemos que reconocer que hablamos de un barrio absolutamente sorprendente. Nuestro hotel estaba al lado y fuimos varias veces, quedando absolutamente fascinados por la enorme variedad de posibilidades que ofrece el Bristol Shopping Quarter.

St James Park / St James’ Priory

Justo pegado al norte hay dos sitios interesantes. El primero es St James Park, un pequeño parquecito en el que destaca (de ahí el nombre) el St James’ Priory. Su torre es visible desde buena parte del barrio comercial.

The Bearpit

La otra es The Bearpit, una rotonda conectada con diferentes calles a través de pasadizos. Durante un tiempo tuvo permitido el street art, por lo que sus paredes estaban llenas de graffitis. Sin embargo, hace ya tiempo que fue restaurada y que no ofrece gran cosa en ese sentido. Eso si, desde allí podéis subir por la A38 y estaréis en una de las mejores zonas de Bristol para contemplar arte urbano.

Mild Mild West

El mejor ejemplo es que a cinco minutos de allí está Mild Mild West, uno de los murales más emblemáticos de Banksy. Fue pintado como protesta por la represión policial de diferentes fiestas en los alrededores de Bristol, en sucesos en los que los antidisturbios atacaron a los asistentes de dichos eventos. Es uno de los emblemas de la ciudad y de la cultura urbana mundial.

Clifton Village

Terminamos nuestro repaso por Bristol visitando Clifton Village. Puede que sea la zona más alejada del centro, pero os aseguramos que merece la pena ir a su barrio bohemio.

Calles bohemias

Si vais a Clifton Village tendréis ante vosotros unas cuantas calles absolutamente increíbles. Edificios coloridos en los que se asientan algunas de las cafeterías con más encanto en muchos kilómetros a la redonda, así como tiendas artesanales de las que hacen que una ciudad tenga alma.

Es un sitio con mucho ambiente, perfecto para pasear o simplemente ir a merendar. Bien haríais en contemplarlo con calma, sin más pretensión que pasear en busca de rincones con encanto.

No os perdáis The Clifton Arcade, un centro comercial ubicado bajo una galería victoriana. Muy recomendable más por su valor arquitectónico que por sus tiendas, pero en cualquier caso visita obligada en la zona.

Clifton Suspension Bridge

El gran símbolo del barrio es el Puente Colgante de Clifton, una de las grandes obras de ingeniería de la Inglaterra del siglo XIX. Sus dimensiones son colosales, permitiendo salvar un enorme cañón tanto a pie como en coche.

Es un puente increíble, realmente muy fotogénico. Sus 200 metros de largo y 75 de alto le convierten en uno de los puentes colgantes más grandes del mundo. Contempladlo desde todas las perspectivas que podáis, os aseguramos que no os defraudará.

Miradores

La mejor manera de contemplar una construcción tan grande es tomar un poco de perspectiva. Para ello, tenéis dos opciones. A un lado podéis subir hasta el Observatorio de Bristol, en lo alto de una colina. Desde ahí podréis disfrutar de una panorámica magnífica.

Al otro lado está The Lookout Lantern, un mirador que poco a poco ha ido perdiendo su vista por el crecimiento de los árboles. En cualquier caso, podéis acudir a The White Lion, donde hay una terraza estupenda para contemplar el puente.

Temple Meads

Y para terminar este largo recorrido por Bristol, no puede faltar una mención a Temple Meads. Da nombre a todo un barrio, pero en cualquier caso es la estación de tren más grande y más antigua de la ciudad. Es gigantesca, tiene una arquitectura estilo Tudor excepcional y por allí pasan cientos de trenes cada día. Es algo así como el King’s Cross de Bristol, para entendernos. Si vais a moveros por los alrededores, inevitablemente pasaréis por ella en cualquier momento.

Excursiones desde Bristol

¿Alrededor? ¡Si! Hay un buen número de excursiones desde Bristol que bien haríais en tomar en consideración. Hablamos de lugares absolutamente top, de esos que justifican por sí mismos hacer un viaje.

Bath

Elegante, señorial, con historia… ¡y a tan solo 15 minutos en tren! Así es Bath, la preciosa ciudad de origen romano que destaca fundamentalmente por sus aguas termales. Es un lugar absolutamente icónico de los ondulados campos del suroeste de Inglaterra, el cual os recibirá con los brazos abiertos en cualquier época del año.

Podríamos hablar de sus termas, de su abadía o de sus tremendos edificios residenciales del siglo XVIII, pero también de muchas otras cosas. Y es que pocas ciudades encontraréis con tantísimos atractivos turísticos concentrados en un espacio tan reducido.

Salisbury

Un poquito más lejos (aunque no mucho más) está Salisbury, una ciudad con ambiente medieval. Pasear por sus calles es súper divertido, especialmente en días de mercado. Allí os esperan pubs embrujados, la catedral gótica más increíble que podáis imaginar y un montonazo de museos.

Todo este viaje fue espectacular, pero tenemos que reconocer que con Salisbury conectamos especialmente bien. Es un sitio que desde ya se ha convertido en uno de nuestros lugares favoritos de toda Inglaterra.

Stonehenge

Por si eso fuera poco, a escasos kilómetros de Salisbury se encuentra Stonehenge, el enclave prehistórico más famoso del mundo. Este crómlech está grabado a fuego en la memoria de prácticamente todos nosotros, ya que desde pequeñitos lo hemos visto ilustrando cualquier mínima explicación sobre los albores de los tiempos.

Aunque es una visita cara y en la que siempre hay mucha gente, os aseguramos que merece la pena. Es súper especial, nos sorprendió mucho más de lo que esperábamos.

The Great West Way

Por último, se antoja imprescindible mencionar The Great West Way. Se trata de una ruta turística que une Bristol y Londres, a lo largo de 500 millas que pueden hacerse a pie, por carretera o incluso navegando Es un itinerario repleto de patrimonio cultural, artístico y medioambiental, en el que os esperan algunas de las mejores estampas del sur de Gran Bretaña.

Este itinerario ha sido renovado en fechas recientes y está muy volcado en ese slow travel que tanto disfrutamos. Os recomendamos pasaros por su web oficial, ya que tiene un planteamiento muy vanguardista y podréis ampliar un montón la información sobre la ruta.

Mapa turístico de Bristol

Mucha información, ¿verdad? Aquí os dejamos el mapa turístico de Bristol, para que podáis situar bien todo aquello que os hemos mencionado.

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