Bristol, Bath y Salisbury: guía para una escapada de 3 días en el suroeste de Inglaterra

El suroeste de Inglaterra está formado por siete condados de gran tamaño, que hacen de esta zona la más extensa del país. Se podrían plantear decenas de escapadas diferentes por esta enorme península, entre las cuales hoy os proponemos una absolutamente top. Es la protagonizada por Bristol, Bath y Salisbury, tres ciudades encantadoras a las que hay que sumar una excursión que también es de primer nivel: Stonehenge. En post anteriores ya os hemos hablado largo y tendido de cada destino por separado, pero aquí os damos las claves para organizar una escapada de tres días por la zona.

Introducción: ciudades muy british con alma de pueblo

Bristol, Bath y Salisbury: tres destinos que se encuentran muy cerquita unos de otros, bien comunicados y que tienen en común muchísimas cosas. Las tres ciudades tienen unos cascos históricos de dimensiones reducidas, perfectos para ser recorridos a pie pero a la vez llenos de posibilidades. Vaya por delante que esta escapada que os proponemos tiene la diversidad como principal elemento diferenciador.

En Bristol encontraréis una urbe británica más no poder, de esas en las que se desayuna con contundencia y todo se interrumpe a las cinco de la tarde para tomar el té. Bath recoge la herencia del balneario romano más emblemático de Europa, capaz incluso de rivalizar en popularidad con las termas romanas. Por último, Salisbury es un destino en el que la Edad Media se presenta en su máximo esplendor, con una catedral gótica gigante y calles repletas de pubs con fantasmas. ¿Qué más se le puede pedir a un viaje? Pues bueno, en este caso se le añade el extra de Stonehenge, el monumento prehistórico más famoso del mundo. No es cosa menor, como diría aquel.

Lo dicho en el párrafo anterior es el esqueleto de la escapada, pero ahora pensemos en todo lo demás: es un destino al que se llega con vuelos baratos, moverse por allí es súper sencillo, los precios no son tan altos como en Londres, se come sorprendentemente bien y hay un montón de eventos culturales durante todo el año.

A esto hay que sumarle que no es un sitio excesivamente trillado (algo cada vez menos frecuente en las escapadas por Europa) y que con tres días lo podéis ver todo tranquilamente (incluso con dos yendo a tope o con cuatro a pasito de tortuga), tenéis ante vosotros un viaje estupendo. Seguid leyendo y os ayudaremos a prepararlo.

Cómo llegar y moverse

Una clásica escapada low cost

Por avión, Easyjet y Ryanair conectan Bristol con diferentes ciudades de España. Es uno de los vuelos low cost por antonomasia, con rutas que se llevan realizando desde hace ya varias décadas y que suelen tener vuelos de viernes a domingo. Durante prácticamente todo el año es posible encontrar trayectos ida y vuelta por aproximadamente 50€, lo cual hace de este destino una propuesta excelente para viajeros que estén buscando una escapada sin gastarse demasiado dinero.

Bristol, centro ferroviario

Una vez allí, Bristol puede ser el trampolín perfecto para conocer el suroeste de Inglaterra. Pensad que la estación de tren de Bristol os comunicará con Bath en 15 minutos y con Salisbury en poco más de una hora. Además, otros muchos destinos están a tiro de piedra: incluso Londres no queda demasiado lejos.

Alquilar coche en Bristol

También podéis aprovechar para moveros en coche por la zona. Si bien es cierto que conducir por Reino Unido tiene su aquel (recordad que se circula por la izquierda), las carreteras son buenas y el tráfico no es excesivo. Obviamente podéis recurrir a opciones convencionales (tipo Rentalcar), pero nosotros en este viaje recurrimos a una app llamada Karshare y la verdad es que nos encantó. Sirve para alquilar coches de particulares a un precio súper económico.

Qué ver y hacer en la BBS

Organización de la ruta

Vamos ahora a contaros cuales son las principales paradas de la BBS. Por si os sirve de referencia, nosotros hicimos algo tipo así:

Si solo tuvieseis un finde, Bath y Bristol se podrían juntar en un solo día. Eso sí, haciendo muchos sacrificios en ambas ciudades.

Bristol

Empezamos con Bristol por ser la ciudad más grande, así como el lugar en el que situamos nuestro campamento base para movernos por la zona. Hablamos de una urbe amplia, con una marcada cultura alternativa y en la que conviven edificios históricos con proyectos de vanguardia.

La ciudad tiene varias áreas claramente diferenciadas: su animadísimo centro histórico (en el que brilla con luz propia la Catedral de Bristol), el barrio universitario en las alturas, la antigua zona portuaria que ahora renace en forma de centro cultural y gastronómico, un barrio comercial con más de 400 tiendas…

Si tuviésemos que definir a Bristol con una palabra, sin duda utilizaríamos una: sorprendente. Nos dio mucho más de lo que esperábamos, volvimos a casa con la sensación de que quedaba mucho por hacer y de que acabaremos volviendo tarde o temprano.

Por cierto, aprovechamos para deciros que tenemos un post con una ruta por las tiendas de libros de Bristol y otro con un recorrido en busca de graffitis por Bristol.

Bath

Cambiamos de tercio y vamos ahora a Bath. Ubicada a escasos 15 minutos en tren de Bristol, es una urbe moderna, señorial y elegante. En ella se dan la mano dos realidades bien distintas, pues conviven los antiguos restos del balneario romano que le dio origen con los edificios surgidos en el siglo XVIII para acoger a los viajeros de clases acomodadas.

Sus aguas termales son principio y fin de todas las cosas en la ciudad, pero hay mucho más que ver. Así, cuando veáis las termas romanas de Bath, ampliad vuestros horizontes y visitad también sus museos, sus mercados o el paseíto junto al río. Mención aparte merece también la Abadía de Bath, toda una joya.

Salisbury

Aunque Salisbury sea la ciudad más pequeña de las tres, a nosotros fue la que más nos gustó. Si la primera evoca modernidad y la segunda tiempos de colonización romana, en esta tercera encontramos Edad Media en el sentido más amplio del término. Nos referimos a callecitas estrechas llenas de edificios antiguos, pubs que presumen de estar embrujados, un mercado que lleva celebrándose desde tiempos de Enrique III…

Si hay un edificio que destaca allí, sin duda es la Catedral de Salisbury. Es uno de los templos góticos más importantes del mundo, habiendo sido incluso la fuente de inspiración de Ken Follet para Los Pilares de la Tierra.

Recorred el centro histórico de Salisbury con mimo, dejándoos guiar por sus calles decoradas con banderines de colores. Imposible que no o paséis bien allí.

Stonehenge

Para concluir, imposible no aprovechar la visita a Salisbury para visitar Stonehenge. A estas alturas, creemos que no es necesario presentar un lugar tan conocido, enigmático y mágico como este. Sin lugar a dudas es el monumento prehistórico más famoso del mundo, por lo que únicamente os diremos que reservéis las entradas con antelación, ya que se suelen agotar y el sitio es absolutamente imprescindible. Caro, pero imprescindible.

Por cierto, de camino a Stonehenge (vayáis en coche o en autobús) pasaréis por Old Sarum, una pequeña colina con unos vestigios arqueológicos excepcionales. También merece la pena hacer una paradita allí.

Consejos generales para viajar al suroeste de Inglaterra

Vamos ahora con unos cuantos consejos generales para organizar este viaje:

  • Las distancias son cortas: ya sea en tren o en coche, aprovechad para visitar unas cuantas ciudades. Volar a Bristol y quedarse solo allí (pese a ser una ciudad súper interesante) sería una pena.
  • Organizad el viaje bien y comprad las entradas con antelación. En sitios como Stonehenge o en las termas de Bath es imprescindible, ya que muchas veces se agotan.
  • Ojito con los días de apertura de museos y mercados, que algunos no abren en sábado o en domingo.
  • Hablando de mercados, en la zona hay muchos y muy diversos. Visitad todos los que podáis.
  • Fruto de lo anterior, os recomendamos llevar algo de dinero en efectivo. Aunque pagaréis todo con tarjeta, en muchos puestecitos solo quieren cash.
  • Y ya que sale el tema del dinero, una vez más insistimos en que es una zona un pelín más barata de lo normal. Si queréis hacer un viaje low cost por Reino Unido, mejor esto que Londres, Birmingham o Manchester.
  • Tened siempre un plan B de interior, por si os pilla un súper día de lluvia.
  • También planificad en base a los eventos que se celebren durante vuestro viaje. En el siguiente apartado os hablamos de ello.
  • Por último, todas las ciudades de esta escapada tienen cuestas y calles empinadas. Os recomendamos ir con calzado cómodo y ropa que transpire, incluso si hace frío.
  • La zona es dog friendly a más no poder. Los tres destinos, pero tenemos que reconocer que visitar Salisbury con perro es ejemplar a nivel europeo. Una auténtica pasada.

¿Cuándo ir? Épocas y eventos

Como cualquier otro destino en Gran Bretaña, tenéis que tener clara la dualidad entre los meses fríos y cálidos del año. Si vais durante los primeros, os esperan días cortos, mañanas con niebla y las precipitaciones están prácticamente aseguradas. Por el contrario, en el periodo estival suele haber buen tiempo, hay un montón de eventos y la gente se echa a las calles.

Tenemos que reconocer que nos sorprendió gratamente la animadísima vida cultural que vimos en las tres ciudades. Prácticamente todo el año tienen programados grandes eventos, que van desde el The Bath Festival (en mayo, centrado en la literatura y la música clásica) al Bristol International Ballon Fiesta (en agosto, con la ciudad tomada por cientos de globos aerostáticos).

Más allá de recomendaros ir en primavera o en otoño (nuestras épocas favoritas para prácticamente todo), lo interesante aquí es que miréis en las webs oficiales de turismo qué hay planificado para los días en los que vayáis. Os aseguramos que siempre tienen algo entre manos.

Alojamiento

Hemos dicho ya unas cuantas veces en este post que es un destino barato, al menos teniendo en cuenta los estándares del Reino Unido. Sin embargo, hay una excepción a todo esto: el alojamiento Lamentablemente, el centro de Bristol es bastante caro en lo que a hoteles se refiere. Por suerte, es un sitio muy preparado para el turismo, así que podéis aligerar esta parte del presupuesto de varias maneras:

  • Durmiendo en Bath o Salisbury: los precios son algo más bajos que en Bristol.
  • Alejándoos del centro: a poco que andéis o tiréis de autobús, tendréis a vuestra disposición establecimientos mucho más económicos.
  • Tirando de Airbnb o similares: nosotros pasamos las tres noches en un apartamento en el este de Bristol y la experiencia no pudo ser más agradable. Además, estábamos a un paso de la zona comercial, por lo que le acabamos sacando todo el partido a sus tiendas.

Lo que si os recomendamos es que reservéis con antelación, ya que las plazas en los mejores sitios vuelan.

Gastronomía: la cocina británica también merece la pena

Siempre se habla del Reino Unido como un mal sitio para ir a comer, como si por no tener dieta mediterránea su propuesta gastronómica no mereciese la pena. ¡Y nada más lejos de la realidad! Bristol, Bath y Salisbury son el mejor ejemplo de ello, ya que ofrecen al viajero una combinación perfecta entre platos locales y cocina internacional.

En cuanto a la comida típica inglesa, os podéis imaginar. El plato más representativo es el fish & chips, el cual puede encontrarse en el centro de prácticamente cualquier ciudad. Nosotros lo probamos en Salisbury y no pudimos acabar más satisfechos. Hay que decir que la comida de pub nos encanta, así que hicimos lo posible por probar otras especialidades.

En un viaje de tanta pateada se antoja imprescindible coger fuerzas. Por eso, un par de días empezamos con el clásico English Breakfast, algo que nos vuelve locos y que siempre tomamos cuando vamos a las islas británics.

Como no podía ser de otro modo, también dimos cuenta de especialidades importadas. Si en el último viaje a Londres nos pasamos por Brick Lane para disfrutar de su comida india, en el caso de Bristol fuimos a Spike Island para comer en CARGO. Allí le dimos caña a la comida asiática, otra de nuestras debilidades. También os podemos recomendar St Nicholas Markets, otra maravilla.

Una vez más, insistimos en la idea de que en el suroeste de Inglaterra todo es un pelín más barato. Así que aprovechad para daros un capricho y probar todo tipo de propuestas.

Compras y souvenirs

No hay viaje en el que no volvamos con algún souvenir debajo del brazo, aunque a veces nos cueste reconocerlo. Solemos traernos cosas de comer, así que en este caso está clarísimo: desde té hasta fudge, pasando por los míticos Bath bun que se venden en Sally Lunn’s. Hay mucho donde elegir.

Así como los italianos lo fían todo a la pizza y a la pasta, los ingleses saben donde están sus símbolos. Por eso, en todas las tiendas veréis réplicas de cabinas de teléfono, autobuses de dos plantas en miniatura o al mítico oso Paddington. Tampoco falta merchandising relacionado con la familia real, aunque tiene bastante menos tirón desde el fallecimiento de la mítica Isabel II.

Así como en Bath y Salisbury vimos muchas tiendas artesanales, el shopping quarter de Bristol nos dejó maravillados. Ojo, que esta ciudad también tiene tiendas independientes, pero su zona de compritas nos pareció de primer nivel. Desde la tienda de LEGO hasta cualquier marca internacional de moda que imaginéis: de todo podréis comprar allí. Y a un buen precio, todo sea dicho.

Mapa turístico de Bristol, Bath y Salisbury

Terminamos el post como corresponde, con un mapa turístico de Bristol, Bath y Salisbury. Así os haréis una idea de las distancias entre los puntos y podréis organizar vuestra ruta.

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