Hoy toca hablar de Stonehenge, uno de los grandes lugares de la Prehistoria en Europa. Se trata de un crómlech, un monumento megalítico que forma un círculo con piedras o menhires. Por su estado de conservación, su significado y su especial energía se ha convertido en un lugar común para la humanidad, un sinónimo de construcción prehistórica que todo el mundo tiene en la cabeza. En este artículo os vamos a contar cómo es y qué podéis esperar de su visita, además de daros una serie de datos prácticos para ayudaros a preparar vuestro viaje a uno de los lugares más destacados del suroeste de Inglaterra.
Tabla de contenidos
Stonehenge, tu crómlech de confianza
Hay más dudas que certezas en todo lo referente a Stonehenge. Respecto a lo que está claro, lo primero sería decir que se encuentra en el condado de Wiltshire, a escasos 15 kilómetros de la bonita ciudad de Salisbury (la cual bien haríais en visitar). De hecho, lo normal es ir a Stonehenge tras visitarla, ya sea en coche o en autobús.
La hipótesis más aceptada sitúa las fechas de construcción de Stonehenge entre los años 3100 y 2000 antes de Cristo. Fue a lo largo de diferentes fases, pero en cualquier caso queda claro que hablamos de un monumento con miles de años de antigüedad.
¿Qué era Stonehenge o para qué se utilizaba? Hay diferentes hipótesis, pero esto ya empieza a estar menos claro que lo anterior. Es probable que se tratase de un observatorio astronómico, ya que las piedras están dispuestas de tal manera que la luz atraviesa su eje durante el solsticio de verano. Es cierto que en los alrededores se han encontrado unos 300 enterramientos, por lo que también podría tener un uso ritual o funerario. Eso sí, teniendo en cuenta que hablamos de una cantidad de enterramientos relativamente pequeña para los miles de años que estuvo activo, en todo caso no sería un cementerio para el común de los mortales.
Más allá de su uso, hablamos de un crómlech que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Cualquier persona que haya ido al colegio en el mundo entero habrá oído hablar de Stonehenge, ya que es uno de los elementos más característicos de la Prehistoria. Tiene un gran impacto en la cultura popular, habiendo aparecido de una manera muy numerosa en todo tipo de películas, series, libros o videojuegos.
Cómo es la visita a Stonehenge
Reservar y recoger las entradas
Los más veteranos recuerdan cómo a finales del siglo XX era muy sencillo visitar Stonehenge, ya que las piedras estaban básicamente al lado de la carretera. Había un pequeño apeadero junto al crómlech, por lo que la gente se paraba, hacía cuatro fotos y seguía con su camino.
El turismo de masas fue evolucionando y esa fórmula se quedó pequeña. Por eso, hoy hay un centro de recepción de visitantes, desde el cual se puede acceder por un camino de unos dos kilómetros hasta el monumento.
Todo esto tiene un precio (26 libras por persona), unos horarios (los podéis ver más abajo) y también sirve para racionalizar la cantidad de personas que acceden al día, por lo que conviene que compréis vuestras entradas con antelación. Esto es muy importante, ya que muchos días se agotan.
Una vez allí (podéis llegar en autobús desde Salisbury o directamente en coche), simplemente tendréis que poneros en la fila y canjear vuestras entradas.
El centro de recepción de visitantes
Una vez tengáis vuestras entradas, estaréis en disposición de comenzar la visita. Lo primero que os recomendamos es recorrer el centro de recepción de visitantes, que básicamente está formado por tres espacios distintos. El primero sería una exposición permanente, en la cual se cuenta con todo lujo de detalles y medios audiovisuales la historia de Stonehenge.
Junto a la exposición permanente, contantemente se celebran exposiciones temporales. Cuando nosotros fuimos había una sobre crómlechs en Japón, pero ya estaban anunciando la siguiente (que iba a estar relacionada con Lego).
El segundo espacio podría denominarse servicios. En Stonehenge hay una enorme tienda, en la cual puede encontrarse una variedad de productos relacionados con la Prehistoria fuera de lo normal. Además, hay una cafetería-restaurante perfecta para llenar la panza antes o después de la visita.
Por último, junto a la salida del centro de recepción de visitantes hay un tercer espacio, en el que se han recreado una casas neolíticas. Sirven para poner en valor cómo pudo ser la vida de la gente que contribuyó a la construcción del crómlech, así como para los que lo utilizaron como una parte de su cultura y no como un vestigio del pasado.
De camino al crómlech
Por motivos logísticos, el centro de recepción de visitantes se encuentra a algo más de dos kilómetros de Stonehenge. Podéis llegar allí de dos maneras:
- En autobús: hay un servicio de ida y vuelta que está incluido en el precio de la entrada. Simplemente tenéis que poneros en la cola y disfrutar del trayecto.
- A pie: si hubiese mucha gente esperando u os apeteciese dar un paseo, también podéis cubrir la distancia entre el centro de recepción de visitantes y el crómlech a pie. Disfrutaréis de unas vistas súper agradables de la campiña inglesa.
Recorriendo el círculo de piedras
En cualquier caso, el gran protagonista de Stonehenge es el propio Stonehenge. El museo está muy bien, pero lo realmente importante es el crómlech. Una vez estéis frente a las piedras, solo os quedará dar gracias a la vida por tener ante vuestros ojos un sitio tan mágico.
La visita en sí misma consiste en dar una vuelta alrededor del crómlech. Simplemente con hacer ese recorrido ya volveréis a casa con la cámara llena de fotos chulis y la memoria con recuerdos imborrables. Dicho sea de paso: se forman muchas aglomeraciones nada más llegar, pero si avanzáis 20 metros podréis disfrutar de las mismas vistas sin nadie alrededor.
Stonehenge está formado por cuatro círculos concéntricos. El más grande de todos tiene un diámetro de 30 metros y todavía conserva siete dinteles en su ubicación original. Hacia dentro los círculos son cada vez más pequeños, hasta llegar al interior. Allí se encuentra el Altar, una losa de arenisca conocida con ese nombre. Además, en el exterior hay algunos hitos, como un foso circular de 104 metros de diámetro o la Avenida, un camino procesional de 23 metros de ancho. Mención aparte merecen la Piedra del Sacrificio y la Piedra Talón, dos elementos igual de emblemáticos.
Por cuestiones obvias no se puede entrar en el interior del círculo, pero podréis contemplarlo desde unos puntos de vista excelentes. Hay unos cuantos paneles informativos justo al principio, además de una serie de spots en los que os indicarán cómo hacer de manera correcta algunas fotos graciosas.
No os limitéis a caminar sin más. Aprovechad que estáis en un sitio tan épico para disfrutar del paisaje, para sentaros en el césped o para leer un poquito más sobre el crómlech más famoso del mundo. Stonehenge es un lugar muy especial, os aseguramos que recordaréis la visita toda la vida.
Información práctica
Al margen de todo lo que os hemos enseñado, podéis complementar la ruta con una visita a la web oficial de Wiltshire (en inglés), en donde encontraréis información de última hora sobre este mágico conjunto megalítico.
Cómo llegar
Se puede llegar a Stonehenge de dos maneras distintas:
- En coche: encontraréis un enorme aparcamiento gratuito junto al centro de recepción de visitantes.
- En autobús: hay una compañía que tiene la concesión en exclusiva, The Stonehenge Tour. Sus vehículos salen desde la estación de tren de Salisbury y desde una parada en medio de la ciudad (New Canal Stand U). Sale uno cada hora, desde las 10:00 hasta las 14:00 en invierno y hasta las 16:00 en verano. A la vuelta podréis visitar Old Sarum, ya que los autobuses hacen una parada allí.
Horarios
Estos son los horarios de apertura de Stonehenge:
- Del 16 de marzo al 6 de septiembre: de 9:30 a 19:00.
- Del 7 de septiembre al 15 de marzo: de 9:30 a 17:00.
Tarifas
Visitar Stonehenge no es precisamente barato. Aquí os dejamos las tarifas que tenían en 2023:
- Adultos: 26 libras
- Jóvenes de 5 a 17 años: 16 libras.
- Ticket familiar (2 adultos, hasta 3 niños): 68 libras.
- Ticket familia monoparental (1 adulto, hasta 3 niños): 42 libras.
El ticket incluye el acceso al centro de visitantes, a la tienda, autobús hasta el crómlech y, por supuesto, la visita al mismo.