La Comarca de El Bages es mucho más que Manresa, el Monasterio de Montserrat o Mura. Y la mejor muestra es Talamanca, un pequeño pueblo de 200 habitantes que esconde uno de los cascos urbanos medievales más bonitos de toda Catalunya. Seguid leyendo y os enseñaremos todo lo que ver y hacer en Talamanca, una visita imprescindible si os gustan los lugares con encanto y en los que el tiempo parece avanzar mucho más despacio que en la ciudad.
Tabla de contenidos
Entre las piedras y el silencio de la Historia
Lo primero que hay que decir es que Talamanca es un pueblo medieval, pero quizá no tanto. Conserva los típicos suelos empedrados y las casas tradicionales que se asocian a la Edad Media en Catalunya, pero lo cierto es que el pueblo tuvo un gran desarrollo en época moderna y buena parte de su aspecto actual tiene que ver con dos o tres siglos después.
En cualquier caso, Talamanca es un sitio maravilloso. Puede ser una estupenda excursión desde Barcelona, pues está a tan solo 60 kilómetros de la Ciudad Condal, pero también un complemento perfecto a un fin de semana en El Bages.
El recorrido por Talamanca se hace en una hora más o menos, tiempo suficiente para disfrutar de sus principales puntos de interés. Eso sí, en la Plaça del Raval podéis aprovechar para probar la excelente gastronomía local, por lo que quizá la excursión se alargue bastante más.
Si venís desde Manresa puede que os parezca complicado aparcar, ya que únicamente veréis un pequeño apeadero a los pies de la BV-1221. Sin embargo, si seguís adelante iréis a parar en una zona en la que deberíais poder dejar el coche sin mayores complicaciones.
Turismo en Talamanca
Iglesia de Santa María
El principal edificio religioso de Talamanca es la Iglesia de Santa María, un templo originalmente románico (se dice que del siglo XII) cuyo aspecto data mayormente de una reforma del siglo XVIII. Está más o menos en el centro del casco urbano, por lo que de un modo o de otro acabaréis pasando por ella.
Castillo
En la parte alta de Talamanca está su imponente Castillo. Es uno de los edificios más antiguos de toda Catalunya, ya que hay referencias escritas sobre él ya en el año 967. La silueta de su torre de homenaje y sus muros le convierten en todo un símbolo de este tipo de fortalezas medievales.
Memorial de la Batalla de Talamanca
Justo al lado del Castillo está el Memorial de la Batalla de Talamanca, un bonito monumento que recuerda los combates ocurridos entre los días 13 y 14 de agosto de 1714. Es un lugar clave de la Guerra de Sucesión, ya que fue la última victoria de las tropas catalanas.
Aprovechad que estáis allí para asomaros a su mirador, desde donde disfrutaréis de unas espectaculares vistas de una de las zonas más bonitas de El Bages: les Valls de Montcau.
Arquitectura popular
Por supuesto, lo mejor de Talamanca es recorrer sus cuatro calles y disfrutar de las piedras, el silencio y los rincones con encanto tan propios de un pequeño pueblo medieval. El estado de conservación en el que se encuentra la urbe es sencillamente excepcional, así que no dudéis en recorrer hasta la última callecita en busca de ese espacio único que enaltezca vuestro espíritu.
Más allá de paseos sin rumbo, lo cierto es que Talamanca fue un lugar con un gran desarrollo durante los siglos posteriores a la Edad Media. Por eso, también encontraréis edificios que brillan con luz propia, como el Ayuntamiento o la Rectoría.
Plaça dels Saldoners
Otro de esos espacios que no podéis perderos es la Plaça dels Saldoners, un espacio surgido tras la explotación de la cantera que se utilizó para construir la práctica totalidad de Talamanca. Aunque la plaza por sí misma es muy bonita, merece la pena ir hasta ella también por las excelentes vistas que ofrece de Montserrat.
Zona baja
Y, hablando de vistas, también resulta curiosa la panorámica que hay hacia la zona baja de Talamanca. Puede que sea la zona más nueva, pero os dará una excelente idea de cómo es la vida actualmente en el interior de Catalunya.
