Ruta de 10 días por Finlandia: recorrido de sur a norte por los Mil Lagos y Laponia

Aquí os traemos una guía para viajar por Finlandia. Es consecuencia directa de haber estado haciendo una ruta de diez días, recorriendo el país de sur a norte. En ella os enseñamos grandes ciudades, un montón de Parques Nacionales, pasamos a saludar a Papá Noel y también nos dejamos caer por Laponia, no sin antes explorar su gastronomía o hacer unas cuantas compras. Seguid leyendo y os enseñaremos por qué Finlandia se ha convertido en uno de nuestros países favoritos.

Introducción: Finlandia, el país más feliz del mundo

Que Finlandia sea considerado año tras año el país más feliz del mundo no es casualidad. Su modo de vida sin sobresaltos, su conexión con la naturaleza y conceptos tan profundos como el sisu marcan el carácter de los finlandeses, que se esfuerzan por hacer sentir al viajero como en su propia casa.

Seguramente todos tengamos la misma imagen mental al pensar en este destino. Si hiciésemos una lista de cosas típicamente finlandesas, seguro que no os sorprendería ver en ellas referencias a sus miles de lagos, a las saunas, al heavy metal o a Papá Noel, por poner algunos ejemplos concretos.

Viajar por Finlandia es sencillo a más no poder. Tiene unas infraestructuras excelentes, han sabido canalizar a la perfección la creciente presencia de turistas y en prácticamente cualquier ciudad se pueden vivir experiencias únicas.

A continuación os enseñaremos un road trip hecho en furgoneta durante el mes de agosto, bajo la luz del omnipresente sol de medianoche. Esperamos de todo corazón que los siguientes párrafos os sean de utilidad para preparar la visita a este destino y, de paso, inocular en vuestros corazones un poquito del amor que nosotros tenemos por Finlandia.

Un road trip por Finlandia: conducción y pernocta

Cómo llegar

Teníamos claro que queríamos hacer el viaje en furgoneta, ya que buscábamos mucha libertad para explorar los espacios naturales de Finlandia sin ningún tipo de atadura. Por eso, llegamos hasta allí por carretera, yendo desde España. Salimos un viernes a las 14:00 desde Madrid, nos plantamos en Suecia el lunes a la tarde. A la noche tomamos el ferry de Suecia a Finlandia, que nos dejó en nuestro destino a la mañana siguiente. Fue en un barco de Finnlines, una de las navieras más populares del Báltico.

Obviamente, también se puede llegar hasta allí en avión. El aeropuerto más típico es el de Helsinki, donde se podría alquilar un coche o una furgoneta.

Las carreteras finlandesas

Una vez allí, conducir por Finlandia no tiene ninguna complicación. Tenéis que tener en cuenta algunas cosas, como que hay que llevar siempre las luces encendidas o que las gasolineras no son tan frecuentes como en España. Sin embargo, no hay mucho más que decir al respecto.

La única cosa mínimamente distinta a tener en cuenta reside en la presencia de los renos, sobre todo en la mitad norte del país. Allí están por todas partes, se cruzan de manera repentina y pueden ser un problema si no vais atentos.

Dormir en Finlandia con la furgo

No solemos hablar de esto en el blog, pero tenemos que decir que Finlandia es el auténtico paraíso para viajar en furgoneta. Esto se suele decir de muchos países, pero en ningún otro lugar de Europa nos hemos sentido tan bien recibidos, hemos visto tantas opciones y nos ha sido tan fácil desarrollar esta forma de viajar.

A modo de ejemplo, donde más noches pasamos fue en Parques Nacionales. Sus enormes aparcamientos de tierra son perfectos para pernoctar, ya que son muy tranquilos, suele haber baños secos y en muchas ocasiones encontramos pozos con agua potable. ¡Mejor imposible!

Organización de la ruta

Antes de enseñaros todo lo que vimos en este viaje, queremos daros algunas pinceladas sobre la organización de la ruta. No decimos que nuestras decisiones fuesen las correctas, pero humildemente quedamos muy satisfechos con cómo quedó el itinerario.

La decisión más polémica quizá sea haber dejado a la capital, Helsinki, fuera de la ruta. Lo hicimos por dos motivos: entrar al centro con la furgoneta es un rollo patatero y es el típico viaje de dos-tres días que se puede hacer en avión. Además íbamos con perrete, que disfruta mucho más en el campo que en la ciudad, por lo que no nos arrepentimos en absoluto.

La subida de sur a norte puede acometerse por dos carreteras diferentes: la E75, que va por el oeste; y la E63, que va por el este (en paralelo a la frontera con Rusia). Ambas se unen a la altura de Sodankylä, continuando hacia el norte unidas. Por cierto, hay una alternativa aun más al oeste que la E75: la E8, que sale desde Kemi y asciende pegadita a la frontera con Suecia.

Hicimos la ruta en verano, lo cual tiene sus ventajas e inconvenientes. El principal punto a favor es que es temporada baja en muchos lugares, los cuales basan su propuesta turística en la nieve. Esto a nosotros nos supuso una ventaja, ya que no vimos aglomeraciones, pero tenemos que reconocer que nos quedamos con ganas de verlo todo nevado. El sol de medianoche es una experiencia fascinante, pero queda pendiente volver a ver auroras boreales.

Intentamos cerrar un recorrido súper diverso, con el cual hincarle el diente a las diferentes realidades de Finlandia. Sin embargo, tenemos que reconocer que lo que más nos atraía del país es su alucinante naturaleza, así que no vamos a negar que centramos mucho la cosa en Parques Nacionales.

Por último, pensad que es un país con una gran tradición de viajes por carretera. El mejor ejemplo es la Via Karelia, que recorre más de mil kilómetros al este de Finlandia. Vamos, que nadie os mirará raro por estar moviéndoos por ahí con vuestra furgo.

Turismo en Finlandia: ruta de diez días

Turku

Nuestra primera parada fue en Turku de manera casi obligada, ya que allí mismo fue donde nos dejó el ferry. Fue así como Finlandia nos dio la bienvenida, con su ciudad más antigua como carta de presentación.

En Turku dimos un paseo de lo más agradable, conociendo algunos de sus atractivos turísticos más destacados: la Plaza del Mercado, la Catedral, el Castillo… Mención aparte merecen sus estupendos museos, puesto que la oferta cultural de la ciudad es alucinante.

Región de los Mil Lagos

Tras el aperitivo de Turku, dedicamos más o menos una semana a recorrer la Región de los Mil Lagos. El sureste de Finlandia aglutina buena parte de los casi 200.000 lagos que hay en el país, ofreciendo al viajero unos paisajes extremadamente bonitos.

Empezamos con las Cascadas de Juveninkoski, que son todo un hito geográfico en el país: son las más altas de Finlandia. No fuimos allí por eso, ya que apenas tienen 7 metros, sino porque son súper bonitas.

De ahí nos fuimos hasta el Parque Nacional de Isojärvi, hogar de castores y de leñadores. Fue nuestro primer encuentro con los Parques Nacionales de Finlandia, dejando el listón muy alto gracias a sus diferentes zonas de senderismo. ¡Incluso aprovechamos para navegar en kayak!

Como uno solo nos sabía a poco, de allí nos fuimos hacia el Parque Nacional de Leivonmäki. Sus sencillas rutas sirven para conocer lagos, ciénagas y humedales, en recorridos para toda la familia sobre adorables pasarelas de madera.

Tras ambos Parques Nacionales hicimos un paréntesis urbanita. Primero fuimos a visitar el Ayuntamiento de Säynätsalo, una de las grandes obras del arquitecto Alvar Aalto.

De hecho, a pocos kilómetros de allí está Jyväskylä, que también tiene un buen puñado de obras del legendario arquitecto finlandés. No nos podíamos perder esa visita, pese a que tenemos que reconocer que nos pareció un sitio de lo más raruno.

Aprovechando que estábamos allí, fuimos también a visitar la Iglesia Vieja de Petäjävesi, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está hecha prácticamente en su totalidad con madera, llevando ese material a un nivel superior.

También con Jyväskylä como punto de partida, pero en este caso ubicado al norte, fuimos a visitar el Parque Nacional de Pyhä-Häkki. Allí hicimos una bonita ruta que nos puso en contacto con los paisajes de esta zona de Finlandia.

Los siguientes días fueron para recorrer el Lago Saimaa, una de nuestras zonas favoritas del país. Empezamos por Kenkävero, el resort en el que veranea Papá Noel. Si bien es cierto que no pudimos saludarle, al menos visitamos unas cuantas tiendas de artesanía y pudimos colarnos a fisgonear en los talleres de los elfos.

También fuimos a Raijan Aitta, una bonita granja que vende productos hechos con lino, ofrece pasteles tradicionales finlandeses y permite recoger bayas in situ. Un proyecto que tiene el ecologismo por bandera y que bien haríais en visitar.

Nuestro recorrido por el Lago Saimaa continuó hasta las pinturas rupestres de Astuvansalmi, uno de los conjuntos de arte prehistórico más importantes de todos los países nórdicos. La ruta se hizo un poco dura con el cansancio acumulado, pero mereció la pena.

Misma cosa podríamos decir sobre Neitvuori-Luonteri, donde hicimos un recorrido por diferentes miradores. Quizá se nos fue de las manos tanto senderismo en pocos días, pero disfrutamos de unas vistas que justifican cualquier esfuerzo.

Mucho más tranquila fue la visita a la Lietvesi Scenic Route, una de las carreteras más bonitas de Finlandia. Si queréis sentiros los protagonistas de un anuncio de coches, sin duda es el sitio al que tenéis que ir.

Tampoco os podéis perder Kummakivi, una extraña roca en equilibrio. Es una de esas paradas obligadas en el Lago Saimaa, puesto que tras hacer una breve ruta (apenas 500 metros) disfrutaréis de un sitio increíble.

Si tenéis tiempo, pasaos también por la Reserva Natural de Punkaharju, uno de los lugares más clásicos del turismo interior finlandés. Nosotros estuvimos por allí unas cuantas horas, haciendo rutas que poco tenían entre sí pero que competían por dejarnos sin palabras.

En el Lago Saimaa también hay espacio para las fortalezas, tal y como acredita el Castillo de Olavinlinna. Ubicado en la pequeña urbe de Savonlinna, es el castillo medieval más septentrional del mundo. Por si eso fuera poco, está en medio de una pequeña isla.

Ojito con el Parque Nacional de Linnansaari, que también está en una isla. De hecho, como es obvio, solo se puede acceder por barco, algo que ayuda a preservar un ecosistema fundamental. Y es que la zona es el último refugio de la foca anillada de Saimaa, la única especie de mamífero endémica de toda Finlandia.

Terminamos en el conjunto del Lago Saimaa y con los Mil Lagos en general con la visita a Kuopio, una de las ciudades que más nos gustaron de todo el viaje. ¿Recordáis que al principio os decíamos que Finlandia es el país más feliz del mundo? Aquí lo palpamos más que en ningún otro lugar.

Laponia

Tiramos un poquito de furgo y cambiamos de tercio, en este caso poniendo el foco en la región de Laponia. Realmente hicimos un par de paradas antes, pero están tan cerquita y son tan parecidas a nivel paisajístico que bien podrían considerarse parte de la zona.

En primer lugar, fuimos a ver The Silent People, una extraña obra de arte en la que cientos de espantapájaros están distribuidos a lo largo de un campo de cultivo. Merece la pena parar, aunque solo sea porque pilla de camino.

En segundo lugar, justo antes de entrar en Laponia visitamos el Parque Nacional de Hossa, con sus cristalinos lagos como principal seña de identidad. Allí hicimos un par de rutitas y aprovechamos para conocer las míticas pinturas rupestres de Värikallio.

Ya entrando en Laponia, la primera parada fue en el Parque Nacional de Oulanka, un espacio esculpido milenio a milenio por la fuerza del agua. Precisamente la lluvia hizo que nuestra visita fuese un poco más breve de lo que hubiésemos querido, pero aun así estuvo súper bien.

Llegamos ahora a uno de los grandes hits del viaje: Santa Claus Village. No solo pudimos conocer a Papá Noel en su residencia oficial, sino que también visitamos su Oficina de Correos, dimos de comer a sus renos y pudimos hacernos con un certificado que acreditaba uno de los grandes hitos de nuestra vida viajera: haber cruzado el Círculo Polar Ártico.

También al norte del mítico paralelo 66 está el Parque Nacional de Pyhä-Luosto, donde pudimos convertirnos en geólogos por un día gracias a la visita a la Mina de Amatistas de Lampivaara.

Ya en la zona norte del país, hicimos una bonita parada en Inari. Es la capital de la cultura sami en Finlandia, albergando la sede de instituciones como el Parlamento.

El punto y final a esta ruta por Finlandia fue la visita al Parque Nacional de Lemmenjoki, donde seguimos aprendiendo sobre la cultura sami y además rastreamos las huellas de la fiebre del oro. Un broche mágico a uno de los viajes más increíbles que hemos hecho nunca.

Consejos generales para viajar a Finlandia

Más allá de destinos concretos, queremos daros unos consejos generales para viajar a Finlandia. Pequeños tips que harán vuestra ruta más sencilla.

Lo primero que tenemos que deciros es que Finlandia es un país muy complicado y muy sencillo en cuanto a idiomas se refiere. Coexisten el finlandés (o finés) y el sueco, dos lenguas dificilísimas de las cuales no entenderéis absolutamente nada. Además, es común en el norte del país la utilización de las diferentes lenguas sami. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que todo el mundo habla inglés, así que la comunicación no será un problema.

La moneda de Finlandia es el Euro, algo que también facilita el viaje. Además, en todas partes aceptan pagos con tarjeta, incluso en las típicas tiendas de artesanía perdidas en medio de la nada.

Hablando de tecnología, hay cobertura de móvil en la práctica totalidad del territorio. Nos sorprendió tener internet en el smartphone en medio de bosques súper remotos, algo que siempre es de agradecer. Quizá la zona más floja en este sentido es el Lago Saimaa.

Algo de lo que no nos cansamos nunca es de lo divertido que es recoger bayas estando en el norte de Europa. Finlandia es todo un paraíso en ese sentido, así que id siempre bien atentos y podréis ir picoteando arándanos, moras y demás frutos del bosque.

El país también es un destino 100% dog friendly. Viajar a Finlandia con perro será una experiencia inolvidable para vuestro adorable cuadrúpedo. Desde que fuimos allí, no paramos de repetir una y otra vez que nuestro querido Tronco nunca ha sido tan feliz. Pocos países nos parecen tan estimulantes y diversos para un perro que Finlandia.

Seguramente no son los más cómodos del mundo, pero se agradece un montón la enorme presencia de baños secos que hay en Finlandia. En ninguna ruta, por pequeña que fuese, nos vimos obligados a hacer pipí o popó en medio del campito.

Hablando de campito, imposible no hacer una referencia específica a los Parques Nacionales de Finlandia. Hay más de 40, absolutamente diversos y distribuidos por todo el país. Intentad visitar todos los que podáis, ya que nunca os decepcionarán.

Lo que si os puede fastidiar un poco es que el tiempo es súper cambiante. Tuvimos días de 30º en manga corta que tornaban en diluvio en cuestión de minutos, por lo que siempre hay que ir preparados para todo. Además, pese a ser verano, no olvidéis que al norte del Círculo Polar Ártico puede hacer bastante frío.

Por último, un consejo que deberíais grabar a fuego en vuestra memoria: mucho cuidado con los mosquitos de Finlandia. En el sur y en el centro del país son un auténtico problema, hasta el punto de que los samis mueven a sus renos al norte para evitar que los acribillen. Nosotros cometimos la torpeza de hacer una ruta sin protección y acabamos con decenas de picaduras, por lo que este es un tema a tener en cuenta.

Gastronomía: qué comer en Finlandia

No os vamos a negar que, sin lugar a dudas, este es el punto más flojo de la guía. Y no porque no nos guste comer, sino porque en el viaje fuimos abducidos por una costumbre 100% nórdica: hacer picnics en los campfires de los espacios naturales. No sabríamos decir cuántas barbacoas hicimos, pero el caso es que todas ellas fueron increíbles. Salchichas, brochetas, verduras… ¡Todo tiene cabida en este tipo de festines!

Por supuesto, fuimos absolutos devoradores de bayas y frutos del bosque. No hubo ruta en la que no cogiésemos un puñadito y lo fuésemos comiendo sobre la marcha. También era costumbre coger unas poquitas bayas para el desayuno del día siguiente: mezcladas con yogur natural son lo más.

Quizá ambas cosas nos hicieran perdernos un poco la gastronomía típica finlandesa, aunque por supuesto entramos en contacto con ella. No dejéis de probar los pasteles de Carelia (una especie de empanada de harina de centeno rellena de gachas de arroz). También os recomendamos los munkki y los pulla, dos bollos típicos.

No olvidéis probar la carne de reno, la cual la podéis encontrar en formatos muy distintos: desde embutidos hasta como condimento para pizzas. Misma cosa en cuanto al pescado: no deberíais iros de allí sin probar el salmón o el arenque.

Compras y souvenirs

En cuanto a compras y souvenirs, la verdad es que ahí sí que nos dejamos llevar por lo que fue apareciendo en el camino. Siempre intentamos llevar productos gastronómicos, así que volvimos con la furgo a tope.

Por todas partes veréis souvenirs de los Moomin, unos personajes salidos de unos cómics. Aunque parecen hipopótamos, en realidad son troles blancos escandinavos. Tienen incluso un parque temático, así que no os sorprendáis cuando veáis peluches, calcetines o servilletas.

No pueden faltar en vuestras compras algunas obras de artesanía sami, sobre todo si vais al norte del país. Más allá de su importancia cultural, su colorida propuesta estética hace que todos los objetos sean 100% regalables.

En líneas generales, se nota el buen gusto y el diseño propio de los países nórdicos. Obviamente hay típicas horteradas, pero en general todo es súper cool. Hasta en categorías habitualmente condenadas a la cutrez, como los imanes de nevera, encontraréis auténticas maravillas.

Mapa turístico de Finlandia

Cerramos esta guía, como no podía ser de otro modo, con un mapa turístico de Finlandia. En él os hemos dejado marcado todo lo que visitamos en nuestra ruta de diez días por el país.

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