En este post podéis encontrar una guía para viajar a la Laponia finlandesa en verano. Internet está repleto de recorridos por la zona en invierno, en los cuales las actividades con nieve y frío son las grandes protagonistas. Sin embargo, nosotros visitamos la zona en pleno mes de agosto, bajo un sol de medianoche que no nos abandonó en ningún momento. Fruto de esos días inolvidables, aquí os traemos una ruta de cuatro días en las que la naturaleza, la cultura sami y Santa Claus llevan la voz cantante.
Tabla de contenidos
Introducción: mucho más que la casa de Papá Noel
Cuando pensábamos en ir a Laponia, poco conocíamos realmente sobre este lugar. Más o menos teníamos claro que la zona está al norte del Circulo Polar Ártico, que es la casa de Papá Noel y que por allí andan los samis, un pueblo indígena del que no podíamos decir gran cosa.
Una vez llegamos allí, descubrimos que todo eso estaba, por supuesto que sí. Sin embargo, quedamos absolutamente abrumados por todo lo demás: Parques Nacionales de naturaleza absolutamente salvaje, actividades tan diversas que hacían que siempre faltase el tiempo, la gente más amable que hayamos encontrado nunca…
Laponia es un lugar único. Puede que su estampa más típica sea la invernal, cubierta bajo un tupido manto de nieve. Sin embargo, os aseguramos que en verano también es una pasada. Con prácticamente 24 horas de sol al día, es un lugar al que se le puede sacar mucho partido si la ruta es adecuada.
Precisamente, en las próximas líneas os vamos a dar unos cuantos consejos para hacer este recorrido, os vamos a mostrar todo lo que vimos y también os hemos preparado una planificación jornada a jornada, para que tengáis claro cómo moveros por allí. Por último, abajo del todo encontraréis un mapa con todos los lugares de interés marcados.
Consejos generales para visitar Laponia en verano
La visita a Laponia estaba enmarcada en un viaje mayor, puesto que estábamos yendo a Cabo Norte desde España. Se trataba de una experiencia larga, de casi 40 días, por lo que decidimos prepararla a conciencia. En el caso de este tramo del viaje, tenemos que decir que fue uno de los que más nos sorprendió. Teníamos mucha información, pero lo que vimos sobre el terreno superó cualquier expectativa. Tras haber vivido bien esa experiencia, aquí os traemos unos cuantos consejos que hubiésemos agradecido tener antes de estos cuatro días por la Laponia de Finlandia.
En primer lugar, tenéis que tener en cuenta que las distancias son largas, las carreteras cortas y el tiempo cambiante. Tened esto presente, ya que de lo contrario vuestra planificación quedará en papel mojado (nunca mejor dicho).
Algo en lo que no habíamos reparado hasta que estuvimos allí fue que el verano en Laponia es temporada baja. Esto tuvo algunas cosas buenas (como la poca gente que había en la aldea de Papá Noel), pero a la vez encontramos algunos sitios cerrados o funcionando a medio gas.
Tened en cuenta que Laponia tiene amplias zonas con una densidad de población muy baja, con áreas prácticamente deshabitadas. En caso de que tengáis un problema con el coche, como quedaros sin gasolina o pinchar una rueda, la ayuda tardará en llegar. ¡Mejor que seáis precavidos!
Es una zona muy interesante a nivel cultural, con muchas peculiaridades a nivel etnográfico, histórico y gastronómico. Tan pronto aparecía una galería de arte (el mejor ejemplo es 100 Taulun Galleria) como nos comíamos una pizza en la que el ingrediente principal era la carne de reno.
Precisamente, en Laponia veréis renos por todas partes. Esto es muy cuqui, pero a la vez se vuelve peligroso cuando vais conduciendo (se cruzan de manera repentina) o podéis tener un problema si vais con perro y os despistáis un segundo. Aun así, tenemos que decir que nos encantó ver renos todo el tiempo, fue uno de los hits del viaje.
La cultura sami es la gran protagonista. Podéis visitar su Parlamento, diferentes museos, visitar poblados, probar su gastronomía o comprar sus coloridas ropas de colores. Eso sí, tened en cuenta que no dejan de ser humanos: tratadles siempre con respeto
Y si los samis están presentes por todas partes, misma cosa sobre Papá Noel: en todas partes veréis referencias a Santa Claus. Hay una residencia oficial, pero casi en cada pueblo veréis la souvenirs, restaurantes o experiencias relacionadas con el gran protagonista del 25 de diciembre.
A nivel naturaleza, Laponia cuenta con algunos de los mejores Parques Nacionales de Finlandia. Quizá sean menos conocidos que los del sur, pero su entorno salvaje hace que sean visitas absolutamente increíbles. A modo de referencia, en muchos de ellos hay carteles indicando que es mejor ir haciendo ruido, ya que de lo contrario te puede aparecer un oso.
Tened en cuenta que puede hacer mucho frío, incluso en verano. Al fin y al cabo, estaréis moviéndoos por encima del Circulo Polar Ártico, por lo que llevad ropa de abrigo o tendréis que comprarla sobre la marcha.
Tenemos que decir que Laponia es una zona súper dog friendly, con entornos estimulantes para vuestro perro y una gran aceptación en prácticamente todos los sitios. Eso sí, también hay que decir que es un condicionante claro a la hora de determinadas actividades. Por ejemplo, en Laponia es muy típico hacer rutas en husky o ir a visitar granjas de reno, algo que no podréis hacer si estáis viajando con perrete.
Por último (y no menos importante), si vais en verano disfrutaréis del legendario sol de medianoche. Dicho de otro modo, tendréis sol prácticamente las 24 horas del día. Puede que en algunos momentos (por ejemplo a finales de agosto) llegue a ponerse, pero la oscuridad nunca será total. Es una experiencia súper interesante y que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida.
Turismo en Laponia (Finlandia)
Hechas las presentaciones, llegó el momento de analizar qué ver y qué hacer en la Laponia finlandesa. Seguid teniendo presente que este es un viaje de verano, por lo que no hay ninguna actividad de nieve. Además, somos unos frikis de la naturaleza, por lo que visitamos tantos Parques Nacionales como pudimos.
The Silent People
Fue nuestra primera parada tras muchos kilómetros de carretera fue The Silent People, ya que veníamos desde la ciudad de Kuopio. Realmente no forma parte de Laponia, pero es un lugar de paso obligado si se está viniendo por la E63 (la carretera que va en paralelo a la frontera rusa).
Se trata de una obra de aire al aire libre, formada por cientos de espantapájaros distribuidos de manera uniforme sobre un prado. No tiene un significado concreto y nunca faltan los que la tachan de reclamo para turistas, pero a nosotros nos gustó muchísimo.
Parque Nacional de Hossa
Misma cosa sobre el Parque Nacional de Hossa: aunque no forma parte de Laponia, está haciendo frontera con la región y su paisaje ya es bastante similar al que encontraréis unos cuantos kilómetros al norte. Por tanto, os recomendamos hacer una paradita y disfrutar tanto de sus pinturas rupestres como de sus diferentes rutas de senderismo.
Parque Nacional de Oulanka
Ahora sí que sí, ya en Laponia os espera el Parque Nacional de Oulanka. La verdad es que nosotros le dedicamos menos tiempo del que hubiésemos querido por culpa del tiempo (de repente se puso a diluviar), pero igualmente nos dio tiempo a hacer una breve ruta y visitar unos rápidos.
Santa Claus Village
Ya sea en verano o en invierno, existe una visita que sobresale por encima del resto en la Laponia finlandesa. Nos referimos a Santa Claus Village, la residencia oficial de Papá Noel a nivel mundial. Es un conjunto de edificios, tiendas y actividades en el que se puede hacer prácticamente de todo: desde conocer a Santa Claus en persona hasta sacarse una licencia para conducir renos, pasando por la obtención de un certificado que acredita la hazaña de haber cruzado el Círculo Polar Ártico.
Es una visita alucinante tanto para niños como para adultos. Obviamente hay una parte de sacarle el dinero a la gente, pues muchas cosas son muy caras, pero os aseguramos que cada céntimo invertido merece la pena. Tiene cosas suficientes como para estar un día completo.
Parque Nacional de Pyhä-Luosto
Dejando atrás a Santa Claus, otra visita tirando a imprescindible es el Parque Nacional de Pyhä-Luosto. Tiene zonas muy diferenciadas entre sí, con actividades para todo tipo de públicos. Nosotros nos decantamos por la visita a la Mina de Amatistas de Lampivaara, donde estuvimos extrayendo piedras preciosas de manera sostenible con nuestras propias manos.
Inari
Un poquito más al norte está Inari, un pueblo que viene a ser algo así como la capital de la cultura sami en Finlandia. Allí está su parlamento, el mayor museo del país dedicado a este pueblo y también edificios imperdibles como la Iglesia de Pielpajärvi.
Parque Nacional de Lemmenjoki
Por último, ya haciendo frontera con Noruega, no puede faltar la visita al Parque Nacional de Lemmenjoki. También famoso por la cultura sami, aunque comparte ese protagonismo con la fiebre del oro que experimentó a mediados del siglo XX. Nosotros hicimos aquí una ruta estupenda, perfecta para poner el broche de oro a cuatro días por Laponia.
Ruta de 4 días: organización jornada a jornada
Vamos a enseñaros ahora cómo organizamos todo esto en una ruta de 4 días. No fue fácil, ya que el tiempo era justito para una zona tan grande y con carreteras tirando a lentas.
Nosotros veníamos desde el sur, tras haber realizado una ruta de una semana en la Región de los Mil Lagos. Por otro lado, después de esto queríamos ir a Cabo Norte, aunque primero teníamos la intención de pasar un par de días en Finnmark Oriental. Vamos, que no había mucho margen para la improvisación.
Más o menos lo distribuimos de este modo:
- Día 1: The Silent People, Parque Nacional de Hossa y Parque Nacional de Oulanka
- Día 2: Santa Claus Village
- Día 3: Parque Nacional de Pyhä-Luosto
- Día 4: Inari y Parque Nacional de Lemmenjoki
Que no os extrañe si en invierno veis organizaciones totalmente distintas, ya que hay muchas actividades relacionadas con la nieve. Nosotros fuimos en verano y, humildemente, pensamos que esta ruta está muy bien planteada.
Mapa turístico de la Laponia finlandesa
Para terminar, aquí os dejamos un mapa turístico de la Laponia finlandesa. Así podréis ver sobre el terreno qué cosas visitamos y cómo fueron los desplazamientos.