Inari, pese a ser un municipio con menos de 7000 habitantes, es una parada absolutamente obligatoria si se está de viaje por la Laponia finlandesa. Y es que en este pueblo podéis hacer una excelente aproximación a la cultura sami, ya que aquí tiene algunos de sus espacios más relevantes del país: el Parlamento, un enorme museo, el lago que alberga su isla sagrada… De primeras no parece un lugar muy vistoso, pero os aseguramos que es un destino al que se le puede sacar muchísimo jugo si se hacen las visitas adecuadas.
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La capital de la milenaria cultura sami en Finlandia
El pueblo de Inari está a unos 300 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, a los pies de la mítica E75 (la carretera que recorre Finlandia desde Helsinki hasta el extremo norte del país). Llegar no solo es fácil, sino que es un lugar de paso casi obligado si queréis llegar hasta Noruega.
Pese a su escasa población, el término municipal de Inari es el más grande de Finlandia. Cuenta con algo más de 17.000 kilómetros cuadrados, con alrededor de 2.000 lagos y ríos. Entre ellos destaca el que le da nombre a pueblo, tanto por su tamaño como por su significado para los samis.
Precisamente, el principal motivo de acudir a Inaria es seguir las huellas del pueblo sami. Aunque Inari no se estableció como municipio hasta 1876, ellos llegaron a estas tierras hace más de 10.000 años, por lo que tienen un gran vínculo en el entorno. De hecho, a día de hoy su modo de vida sigue estrechamente ligado a actividades como la cría de renos (hay muchísimos por allí) o la pesca.
Estamos hablando de uno de los principales atractivos turísticos de Laponia, por lo que podéis hacer la visita tanto en invierno como en verano. De vuestra elección dependerá que lo hagáis bajo auroras boreales o durante el sol de medianoche, pero en cualquier caso os aseguramos que es un sitio que no os dejará indiferente.
Turismo en Inari
Iglesia Sami
Nosotros llegamos a Inari desde el sur, así que nuestra primera parada fue en la Iglesia Sami (Inarin saamelaiskirkko). Está al borde de la carretera, aunque el aparcamiento más cercano está nada más pasar un pequeño bosquecito. La iglesia por sí misma no es que sea espectacular, pero es el templo de mayor interés del casco urbano.
En el jardín alberga un monumento a los caídos en la II Guerra Mundial, el cual puede llevar a engaño: tiene una enorme esvástica justo en el centro. Pese a que es un símbolo que en el país no tiene nada que ver con los nazis, está inequívocamente asociado al horror nazi. De hecho, aunque los finlandeses siguieron utilizándolo hasta bien entrado el siglo XXI, finalmente tuvieron que optar por retirarlo, ya que tenían que modificar sus uniformes militares cuando hacían visitas oficiales a países como Alemania o Israel.
El pueblo de Inari
Inari como pueblo no es el más bonito del mundo, no lo vamos a negar. Sin embargo, también es fantástico poder aproximarse a la arquitectura popular de este tipo de sitios. Una de las cosas que más nos gustan de viajar es conocer otros modos de vida, y aquí podréis ver cómo son las cosas en un pueblecito en medio de la Laponia finlandesa. Sus casas bajas de colores son tirando a humildes, pero a la vez tienen todo el encanto.
Sajos, el Parlamento Sami
La principal referencia a nivel cultural de Inari es Sajos, el Parlamento Sami en Finlandia. El edificio fue inaugurado en el año 2012, teniendo además otros muchos usos: centro cultural, tienda, restaurante…
Arquitectónicamente es chulísimo. Pese a ser una obra de vanguardia, evoca una piel de reno, en clara referencia a la importancia de este producto en las actividades tradicionales samis. Os recomendamos entrar a verlo, no solo porque es gratis sino porque además es una pasada.
Aunque no necesariamente veréis a gente con las ropas tradicionales samis, obviamente hay más posibilidades aquí que en ningún otro lugar. Eso sí, sed muy respetuosos: no porque vistan de colores tienen que ser fotografiados como si fuesen un monumento.
El puerto: la ventana al Lago Inari
Ya que estáis por allí, lo mínimo es que os acerquéis a echar un vistazo a la zona del puerto. Desde allí tendréis unas vistas estupendas del Lago Inari, el cual es fundamental para entender la vida en la zona. Si vais en verano, incluso podréis hacer una excursión hasta el Ukonkivi, el islote sagrado de la cultura sami.
Siida, el Museo Sami
Si el Parlamento os ha sabido a poco, en Inari también tenéis Siida, el Museo Sami más importante de Finlandia. Su exposición es una de las mayores del mundo sobre esta cultura, por lo que es visita obligada si queréis aprender más sobre su modo de vida, su evolución histórica, su gastronomía o sus manifestaciones artísticas. Eso sí, preparaos para pasar por caja: en 2022 el coste era de 15€ por persona.
Excursiones desde Inari
En los alrededores de Inari tenéis dos excursiones absolutamente imprescindibles. Hacer ambas junto a la visita al propio pueblo os tomará una o dos jornadas, pero merece la pena sin lugar a dudas.
Pielpajärvi Wilderness Church
En primer lugar, no os podéis ir de allí sin visitar la Iglesia de Pielpajärvi. El templo es del siglo XVIII y es de los pocos edificios samis que no fueron destruidos en la zona durante los combates de la II Guerra Mundial. Eso sí, tened en cuenta que para llegar hasta ella hay que caminar casi 10 kilómetros (entre ir y volver) en una ruta de dificultad media.
Parque Nacional de Lemmenjoki
Por otro lado, a media horita en coche tenéis el Parque Nacional de Lemmenjoki, el cual también merece ser visitado. Allí hay una ruta de senderismo que se completa en un par de horas, en la cual podréis contemplar toda la belleza de los ecosistemas del norte de Finlandia.