Guía para visitar el Parque Nacional de Yosemite en dos días

Aquí va nuestra guía para visitar el Parque Nacional de Yosemite. Después de semanas escribiendo sobre diferentes puntos de este increíble espacio natural, ha llegado el momento de recopilarlo todo en un único artículo. En él os vamos a mostrar qué hacer y qué ver, en una ruta de dos días por lo mejor de Yosemite. Seguid leyendo y os contaremos la historia de este maravilloso Parque Nacional, cómo moveros por su interior, qué esperar de cada una de sus zonas o incluso qué hacer en caso de que os topéis (como nos pasó a nosotros) con algunos de los osos que viven en esos lares.

Yosemite, un Parque Nacional para todos los públicos

Situado a unos 300 kilómetros de San Francisco, más o menos en el centro de California, el Parque Nacional de Yosemite es uno de los entornos naturales más populares del mundo. Sus más de 3000 kilómetros cuadrados son visitados anualmente por cuatro millones de viajeros, que acuden al lugar en busca de sus increíbles y diversos paisajes.

Pensad que en un mismo punto se pueden visitar espectaculares moles de granito, algunas de las cascadas más grandes de Norteamérica y tremendos bosques, incluyendo uno con más de 500 secuoyas gigantes. Si a eso se le suma su enorme biodiversidad, no es de extrañar que lleve siendo Parque Nacional desde 1890 y Patrimonio de la Humanidad desde 1984.

El trabajo de intelectuales como Galen Clark o John Muir fue determinante para que Yosemite alcanzase la máxima protección que se puede dar en Estados Unidos. Sus paisajes son reconocibles en el mundo entero, siendo habitualmente el wallpaper de sistemas operativos, portadas de discos de música o escenario de todo tipo de grabaciones.

Todo lo anterior se traduce en un espacio diverso y lleno de posibilidades. Yosemite es un lugar fantástico para hacer fotografía, senderismo, escalada, esquí, paseos en bicicleta o incluso disfrutar de experiencias gastronómicas. Por doquier os encontraréis con centros de recepción de visitantes, que a su vez tienen enriquecedores museos en su interior.

Lo único que no nos gustó de Yosemite tiene que ver con un plano etimológico. Al parecer, la palabra significa «asesino» en miwok, la lengua de la tribu nativa que fue expulsada por el Batallón Mariposa. Cada vez que veían a los hombres blancos llegar, gritaban yohhe’meti. Los colonizadores pensaron que así se llamaban estas tierras y las bautizaron así, aunque realmente los indígenas se referían a ellas como Ahwahnee (literalmente «boca grande»).

Tarifas y horarios

Para acceder a Yosemite hay dos opciones:

  • Entrada de día: cuesta 35$ por vehículo, siempre y cuando en este no vayan más de 15 personas. En resumen, podéis entrar en un coche normal y ese será el precio a repartir entre todos los ocupantes.
  • Pase anual: si tenéis el famoso Annual Pass (la tarjeta que permite acceder a todos los Parques Nacionales de Estados Unidos durante un año por 80$), podréis entrar sin un cargo extra. Pensad que nosotros os estamos planteando una ruta de dos días, por lo que el vale prácticamente se amortiza con Yosemite.

Cómo moverse por Yosemite

Accesos

Más o menos unos 200 metros antes de todos los accesos veréis el mítico cartel de Parque Nacional de Yosemite. Suelen tener un pequeño apeadero justo al lado, perfecto para que os podáis detener y así hacer la fotografía de rigor.

Existen cuatro accesos a Yosemite:

  • Zona oeste: se puede entrar por Big Oak Flat Entrance y Arch Rock Entrance. Ambas dan a la zona central del Parque Nacional. Es la entrada más habitual desde San Francisco.
  • Zona sur: la South Entrance va directamente hacia los tramos de Mariposa y Wawona, de los que luego hablaremos. Es el acceso más típico si se viene desde Los Angeles o desde el Sequoia National Park.
  • Zona este: por el Tioga Pass, la mítica carretera que recorre el norte de Yosemite. Es el acceso más propicio desde Las Vegas o desde el Death Valley National Park.

En todos los accesos se repite la misma operativa. Tendréis que parar junto a una pequeña garita, en la que un ranger os cobrará la entrada (u os hará mostrar el pase anual) y os entregará un mapa.

Carreteras

Podéis moveros por libre por la mayor parte de los espacios del Parque Nacional de Yosemite. Sus carreteras son un atractivo turístico en sí mismo, ya que recorren paisajes increíbles y os resultará imposible avanzar más de 5 kilómetros sin hacer una pausa para tomar fotografías. Sed respetuosos y conducid con cortesía, ya que se trata de un espacio de alta montaña y muchas veces os moveréis por vías estrechas o de visibilidad reducida. Pensad también que las distancias son largas: a modo de ejemplo, no contéis con menos de dos horas para haceros Tioga de punta a punta.

Autobuses gratuitos

En los puntos más concurridos existe un servicio de shuttle bus gratuito, que os permitirá dejar el coche en un aparcamiento y moveros sin comeros atascos. Básicamente están en dos zonas:

  • Yosemite Valley: os recomendamos encarecidamente utilizarlo. Iréis mucho más rápido, contribuiréis a reducir los atascos y el servicio funciona a las mil maravillas.
  • Mariposa Grove: comunica el centro de visitantes con la zona en la que comienzan las rutas de senderismo. Ese tramo no se puede hacer con vehículo propio.

Qué ver en Yosemite

Zonas

Yosemite se divide en cinco grandes zonas. En este post os las vamos a mostrar de norte a sur, para que tengáis claro qué se puede ver en cada una de ellas y cuánto tiempo tenéis que dedicarlas.

Tioga Pass

Empezamos por Tioga Pass o el Paso de Tioga, la versión menos conocida de Yosemite. Se trata de una carretera de alta montaña que cruza el Parque Nacional de oeste a oeste, aunque únicamente en los meses cálidos del año: de noviembre a mayo las nieves lo convierten en algo impracticable.

Simplemente recorrer la carretera (ya sea yendo y viniendo o para salir hacia el este en busca del Death Valley) ya es una experiencia magnífica. Sin embargo, allí os esperan rutitas como Olmsted Point o Soda Springs, así como puntos de interés interesantísimos.

Es la zona menos transitada, lo que a su vez le convierte en la más salvaje de Yosemite. Nosotros incluso vimos osos en libertad por allí.

Yosemite Valley

Cambiando radicalmente de tercio, el Yosemite Valley o Valle de Yosemite es justo lo contrario: la zona más visitada de Yosemite. De hecho, para un gran número de visitantes se convierte en lo único que visitan de todo el Parque Nacional.

La bienvenida al Yosemite Valley os la dará el Tunnel View, un mirador increíble que ofrece unas vistas únicas al valle. Es la típica imagen de postal, famosa en el mundo entero por ofrecer en un solo vistazo montañas, rocas, cascadas, bosques y ríos.

Si buscáis buenas vistas, haced un pequeño desvío hasta El Capitan Meadow. Es un sitio poco concurrido y que a la vez os permitirá rozar con los dedos este gigante de piedra.

Una vez os adentréis en el valle, hay mucho que hacer. Partiendo de su centro de visitantes (y siempre teniéndolo como referencia) podéis hacer rutas tan interesantes como la de Mirror Lake o la legendaria Lower Yosemite Fall.

Glacier Point Road

Justo al sur del Yosemite Valley está la Glacier Point Road, una sinuosa carretera que se encarama por las montañas cercanas para ofrecer una vista genuina desde las alturas.

Os recomendamos ir hasta el final de la carretera y luego ir retrocediendo. Así empezaréis por su punto más famoso (el propio Glacier Point, que da nombre a la carretera) y que a su vez es el más concurrido.

Poco a poco podréis ir viendo lugares tan emblemáticos como Sentinel Dome o Taft Point, trekkings de primer nivel que sin embargo no requieren esfuerzo.

Wawona

Nosotros no pudimos ir a Wawona por falta de tiempo, ya que únicamente teníamos dos días completos en Yosemite. Sin embargo, quizá a vosotros sí os quepa en la ruta. Allí podréis visitar el famoso Pioneer Yosemite History Center, un complejo repleto de edificios históricos que ponen en valor el esfuerzo que hicieron los pioneros descubriendo y poblando la zona.

Mariposa Grove

Por último, en el extremo sur del parque está Mariposa Grove, una tremenda arboleda con alrededor de 500 secuoyas gigantes. En nuestra opinión es una visita absolutamente alucinante, ya que no tiene nada que ver con el resto del Parque Nacional y a la vez ofrece la posibilidad de contemplar unos árboles únicos.

Es cierto que no muy lejos de allí está el Secuoia National Park, así que quizá os parezca una zona prescindible si vais faltos de tiempo. Nosotros queremos insistir en su visita, ya que nos gustó a más no poder.

Organización de la ruta

A modo de referencia, nosotros hicimos así nuestra ruta:

  • Día 1: Tioga Pass de punta a punta, incluyendo una breve visita al cercano Mono Lake. A la vuelta hicimos todo el Glacier Point Road.
  • Día 2: Yosemite Valley por la mañana y Mariposa Grove por la tarde.

Desde ya os avisamos de que es una auténtica paliza. Fuimos en agosto y madrugamos muchísimo, pero aun así nos faltó tiempo. En cualquier caso, exprimimos cada segundo y disfrutamos de una de las experiencias top de nuestra ruta por la costa oeste de Estados Unidos.

Fauna salvaje en Yosemite: osos, serpientes, castores…

Yosemite es un lugar con una fauna salvaje absolutamente alucinante. Os recomendamos encarecidamente ir en silencio (así tenéis más posibilidades de ver animales) y llevar unos buenos prismáticos, ya que algunos solo se mostrarán en la lejanía.

Nosotros pudimos ver osos en libertad, una experiencia que no olvidaremos en la vida. Fue en Tioga Pass, la carretera que transita por el norte.

También vimos una serpiente de cascabel enorme, en este caso cuando estábamos yendo a ver la Vernal Fall.

Cruzando el puente de Soda Springs vimos un montón de castores, los cuales parecían súper habituados al contacto con humanos. Allí también vimos ciervos.

Por supuesto, por doquier nos cruzamos con ardillas de distintas especies. ¡Ah! Y con decenas de especies distintas de pájaros.

Lo que no llegamos a ver fue lince rojo (bobcat), pero al parecer los encuentros son bastante frecuentes.

Suponemos que no hace falta decirlo, pero hay que tomar muchas precauciones en caso de encuentros con fauna salvaje. En primer lugar por seguridad, ya que osos o serpientes pueden incluso llegar a poner en riesgo vuestra vida. Pero es que en segundo lugar, como es lógico, la legislación es muy restrictiva al respecto. Si un ranger os encuentra perturbando a un animal, lo normal es que os ponga un enorme y merecido multón.

Dónde comer y dónde comprar souvenirs en Yosemite

En prácticamente todos los centros de visitantes de Yosemite hay restaurantes o tiendas con bocadillos, por lo que no deberíais tener problemas para conseguir comida durante vuestra visita al parque. Eso sí, tened en cuenta que el Yosemite Valley Visitor Center es gigante, pero que el resto de alternativas son mucho más pequeñas: pueden estar desabastecidas o incluso cerradas. Pensad también que los precios son elevados, al igual que en las localidades más cercanas al Parque Nacional (como Lee Vinning). Por tanto, quizás no sea mala idea que llevéis comida ya preparada.

Eso sí, en cuanto a souvenirs… ¡qué maravilla! Al igual que en el resto de Parques Nacionales de Estados Unidos, Yosemite tiene un merchandising increíble. Hay prácticamente cualquier cosa que os podáis imaginar, con una imagen de marca chulísima y precios bastante competitivos. Por si eso fuera poco, con cada compra ayudáis a financiar la conservación de un espacio natural tan bonito como este.

Consejos generales para visitar Yosemite

Vamos a terminar con unos cuantos consejos generales para visitar Yosemite:

  • No hay conexión a internet en prácticamente todo el parque, por lo que os recomendamos llevar vuestra ruta bien preparada. Salvo en una pequeña zona del Yosemite Valley en la que la cobertura va y viene, en el resto no podréis consultar nada.
  • El Parque Nacional cambia mucho según la época del año. De hecho, no esperéis que Tioga esté abierta de noviembre a mayo. Tenedlo en cuenta a la hora de organizar la ruta y mirad la situación actual en la web oficial justo antes de salir.
  • Merece la pena madrugar: Yosemite es un sitio que se llena mucho de gente, por lo que es recomendable poner el despertador temprano e ir a los sitios más visitados (como Tunnel View) a primera hora del día. Además a esas horas tendréis más probabilidad de ver animales salvajes.
  • Llevad muchas capas de ropa: las temperaturas son muy cambiantes a lo largo del día y distan mucho entre sí en función de la zona del Parque Nacional en la que estéis.
  • Ojito con los cambios de altura: por ejemplo, al recorrer Tioga Pass subiréis y bajaréis un desnivel de 1000 metros en coche. Os recomendamos llevar un ibuprofeno o un paracetamol para el dolor de cabeza.
  • Id siempre con los ojos bien abiertos, ya que Yosemite es un espacio muy cambiante y propenso a las sorpresas. Cuando menos lo esperéis… ¡unos osos aparecerán ante vosotros!
  • Si no queréis gastar mucho dinero, os recomendamos llevar la comida en una mochila. En Yosemite hay varios sitios para comer, pero no es un lugar precisamente barato.
  • No os agobiéis si no os da tiempo a ver todo. Hablamos de un Parque Nacional enorme y que no se va a disfrutar con prisas: es mejor que vayáis con calma y que lo paséis bien en aquellas zonas que os dé tiempo visitar.
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