Yosemite Valley, la zona más turística del Parque Nacional de Yosemite

Si el Parque Nacional de Yosemite es la joya de la corona de los espacios naturales de California, el Yosemite Valley es su punto más destacado. Se trata de un idílico valle de origen glaciar, el cual lleva asombrando a la humanidad desde que el mundo es mundo por su belleza natural y su increíble biodiversidad. En este post os contamos cómo es y cómo preparar una ruta de un día por sus infinitos puntos de interés.

El punto más visitado de Yosemite (motivos no le faltan)

El Yosemite Valley es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984. Para ese momento llevaba ya más de un siglo gozando de la categoría de Parque Nacional, pero cualquier otro galardón o reconocimiento que reciba la zona es más que merecido.

Hoy en día es el espacio central del Parque Nacional. Es un lugar de un tamaño asequible para una visita de un día, con buenas comunicaciones y con opciones para todos los públicos. Tan pronto podréis dar un paseíto en familia como liaros la manta a la cabeza y hacer escalada por paredes verticales: todo es posible en el Yosemite Valley.

Precisamente por eso, se trata de un lugar muy concurrido y que tiende a masificarse en las horas centrales del día. Por eso, os recomendamos no solo madrugar todo lo que podáis, sino también organizar bien vuestra visita para así exprimir cada segundo en el valle. El tiempo nunca sobra en un lugar como este.

Aparcar y moverse por Yosemite Valley

Todo el Yosemite Valley está conectado entre sí por el Yosemite Valley Shuttle System, un servicio de autobuses gratuito con dos líneas que se complementan entre sí. Tenéis dos rutas:

  • Valleywide Shuttle: es la línea integral, la cual recorre la totalidad del valle a lo largo de 19 paradas. Tiene una frecuencia de 15 minutos y tarda unos 90 en hacer todo el recorrido. Se identifica con color verde.
  • East Valley Shuttle: transcurre únicamente por el este del Yosemite Valley. Tiene una frecuencia menos (pasa cada 10 minutos) y todo su recorrido se hace en 50 minutos. Los autobuses tienen un distintivo morado.

Si bien es cierto que podéis moveros por la mayor parte del valle con vuestro propio vehículo, ya que hay aparcamientos repartidos por los principales puntos de interés, nuestra recomendación es que dejéis el coche en algún lugar y os mováis tirando de shuttle bus. El servicio funciona de maravilla, contribuiréis a reducir las aglomeraciones y la contaminación y es súper cómodo.

Yosemite Valley Visitor Center, el hub del valle

Para nosotros, la primera parada fue el Yosemite Valley Visitor Center, la joya de la corona de la Yosemite Village. Se trata de una mezcla entre centro de recepción de visitantes, tienda, restaurante e incluso supermercado. Sin lugar a dudas, es un lugar por el que deberíais pasar en algún momento.

La parte buena de ir al principio del día a este sitio es que podréis hablar con rangers y voluntarios, que os darán información muy valiosa para organizar la jornada. Por mucho que hayáis planificado, ellos siempre os darán truquitos para optimizar el tiempo: puntos en los que unir rutas, miradores que no vienen en el mapa, horas en las que el tiempo os puede jugar una mala pasada…

También podéis ir allí a mitad del día para comer. Si bien es cierto que en los restaurantes suele haber mucho tiempo de espera, en la enorme tienda del Visitor Center venden mucha comida para llevar y hacer un picnic allí mismo.

Cinco visitas imprescindibles en Yosemite Valley

Antes de nada, queremos decir que es imposible hincarle el diente a todo lo que ofrece el Yosemite Valley en una sola jornada. Necesariamente tendréis que hacer sacrificios, tal y como nos tocó hacer a nosotros.

La propuesta que aquí os traemos intenta mostrar la diversidad del valle, con rutas diferentes y complementarias entre sí. Está pensada para un público general, por lo que quizá sea demasiado si nunca habéis ido al campo o se os quede corta si sois atletas de élite. En cualquier caso, estas son las 5 cosas que no hay que perderse en Yosemite Valley.

Cook’s Meadow

Empezamos con el Cook’s Meadow Trail, una ruta de senderismo fácil pero que a la vez es perfecta para tomarle el pulso al valle. Es un paseo que se puede hacer a pie desde el aparcamiento principal (el que está junto al centro de visitantes) y que en apenas kilómetro y medio os permitirá disfrutar de unas estampas únicas.

Lower Yosemite Fall

La segunda recomendación es que os hagáis el Lower Yosemite Fall Trail, una ruta que sale desde la parada 6 del shuttle bus y que en otro kilómetro y medio os hará llenar la memoria de vuestro teléfono de fotografías alucinantes. Llegaréis hasta un increíble mirador que os hará gozar junto al tramo final de las cascadas más grandes de América del Norte.

Happy Isles

Toda la majestuosidad de la visita anterior tiene su contrapunto relajado en las Happy Isles, dos islitas protegidas por los rápidos del Merced River. Podréis caminar por ellas a través de sus bonitos caminos de tierra o bordearlas. También podréis cruzar los bonitos puentes de madera que las unen o dejaros caer por su estupendo Art & Nature Center. Su exposición gratuita sobre la flora y la fauna de Yosemite es 100% recomendable.

Vernal Fall

Desde allí mismo podréis comenzar el Vernal Fall Trail, una ruta que también os llevará hasta una bonita cascada. Es quizá la recomendación más exigente de las cinco, ya que tiene bastante desnivel, pero a la vez os aseguramos que el camino merece la pena.

Mirror Lake

Por último, no podéis iros del Yosemite Valley sin visitar el Mirror Lake. Si pensáis en naturaleza, necesariamente estáis pensando en una estampa como esta: un laguito rodeado de montañas, con bosques preciosos alrededor y pajaritos yendo de un lado para otro. Es uno de nuestros espacios favoritos de todo Yosemite, justifica por sí solo la visita al Parque Nacional.

Miradores a Yosemite Valley

Aunque el Yosemite Valley es impresionante a pie de campo, para entender la magnitud de su belleza es necesario tomar un poquito de perspectiva y contemplarlo de manera panorámica. Para ello, aquí os proponemos dos miradores absolutamente complementarios, ya que el primero os permitirá ver el valle desde la entrada y el segundo desde las alturas.

Tunnel View

El Tunnel View de Yosemite es sin duda el mirador más famoso del Parque Nacional. Está junto a la Wawona Road, se llega fácilmente (prácticamente os lo encontraréis en vuestra ruta) y tiene un aparcamiento justo al lado. Desde esta panorámica podréis contemplar simultáneamente elementos tan legendarios como El Capitan, el Half Dome o la Bridalveil Fall.

Glacier Point

Por el contrario, si queréis contemplar el Yosemite Valley a vista de pájaro, en Glacier Point también encontraréis una panorámica única. Con el Half Dome como elemento principal, el cual casi podréis acariciar con los dedos, la vista del valle desde las alturas os dejará sin palabras.

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