Guía para visitar Death Valley, el Parque Nacional del Valle de la Muerte

El Death Valley National Park (Parque Nacional del Valle de la Muerte) es el reverso tenebroso de la típica imagen que se suele tener en la cabeza de California. El nombre ya da pistas, pero por supuesto no podéis esperar nada parecido a playas, surf o secuoyas gigantes en este desierto de temperaturas extremas. Más bien id allí en busca de calor, lugares que parecen propios de un planeta desolado y el silencio que uno espera al final de todo. Poneos cómodos y acompañadnos en esta tétrica visita al lugar más caluroso del mundo.

El lugar con la temperatura más alta del mundo

Corría el año 2013 cuando se registraron 54,4º en el Valle de la Muerte, siendo la temperatura más alta de la que se tenía constancia en toda la historia del planeta. Lo ponemos en pasado porque estamos seguros de que el cambio climático va a hacer que ese récord se supere una y otra vez a lo largo de las próximas décadas.

Sea como fuere, el Death Valley es un valle desértico situado en el sureste de California, siendo uno de los espacios más destacados del enorme desierto de Mojave. Aunque era conocido como Tümpisa por los timbisha (antaño conocidos como panamint shoshone), la tribu de nativos americanos que vivía aquí antes de la fiebre del oro, su denominación se debe justo a ese momento. Una caravana de pioneros lo pasó realmente mal al cruzar el valle, por lo que al salir una de las mujeres que iban en el grupo dijo algo así como ahí te quedas, Valle de la Muerte. Y lo que se quedó fue el nombre.

Pese a lo que pudiera parecer, hay mucho que ver y hacer en el Death Valley. El mayor problema lo dan las temperaturas, que son inasumibles para las personas y que ponen en riesgo los vehículos. Sin embargo, si madrugáis un poco podréis disfrutar de este lugar tan extremo y volver a casa con un montón de recuerdos en la memoria.

Nosotros os vamos a mostrar cómo fue nuestra visita de una jornada completa, en un horario un poco extraño: llegamos allí a eso de las 7 de la mañana y nos fuimos como a las 13. Fue la manera que tuvimos de intentar evitar las peores temperaturas y, de paso, salir pronto de allí para llegar a Las Vegas (que era nuestro siguiente destino).

En el tiempo en el que estuvimos allí vimos dunas de arena, montañas de colores, un lugar por debajo del nivel del mar, su interesante centro de visitantes, escenarios de rodaje de Star Wars y mucho más. De hecho, tuvimos que dejarnos cosas por ver, pero el calor se estaba poniendo feo. Más abajo os mostraremos, con todo lujo de detalles, qué podéis esperar del Valle de la Muerte.

Precauciones y riesgos de visitar Death Valley

Antes de entrar en materia, vamos a hablar de los riesgos propios de visitar un lugar tan extremo. Por doquier veréis carteles que no se andan con chiquitas, en los que se indica claramente que el calor mata (heat kills!). Básicamente dan cuatro consejos:

  • Pensad bien antes de hacer una ruta: por mucho que empecéis temprano, si hacéis un recorrido largo el calor os pillará en mitad del camino.
  • Un rescate podría estar a horas de distancia: no hagáis nada arriesgado, ya que la ayuda podría llegar tarde.
  • Tomad buenas decisiones: ropa adecuada, refrescaos en el aire acondicionado del coche, estad hidratados…
  • Id a sitios populares: el Valle de la Muerte no es un sitio para ponerse creativo ni salirse de las rutas marcadas. Visitad solo los sitios señalizados o podríais no contarlo.

Por nuestra parte, pensamos que tenéis que tener cuidado especialmente con tres cosas:

  • Temperaturas: a modo de referencia, nosotros a las 8:00 estábamos ya por encima de 40º. Y no solo eso: el ambiente era sequísimo, prácticamente irrespirable. Madrugad todo lo que podáis, que vuestro cuerpo os lo agradecerá.
  • Agua y comida: en el Death Valley solo encontraréis agua en el centro de visitantes de Furnace Creek. Se recomienda llevar encima al menos tres o cuatro litros por persona, ya que el cuerpo se deshidrata a una velocidad espantosa. Misma cosa se podría decir de la comida, ya que en todo el Parque Nacional no venden nada. Si vuestra intención es comer allí, deberíais llevarlo ya desde vuestro punto de origen.
  • Gasolina: hay muy pocas gasolineras en los alrededores y en la que hay en el interior del Valle los precios sí que son de muerte. Acudid con el depósito lleno o pasaréis un mal rato.

Cómo llegar y cómo moverse

El Valle de la Muerte está, como ya hemos ducho, en el sureste de California. Se encuentra a una distancia intermedia entre el Parque Nacional de Yosemite y Las Vegas, siendo una excursión muy típica desde ambos sitios. De hecho, es un lugar de paso casi obligado, por lo que la mayor parte de las rutas por la costa oeste de Estados Unidos acaban cayendo por allí.

Moverse por el interior de Death Valley no tiene complicación, ya que ofrece una amplia red de carreteras. Tomando como referencia el centro de visitantes de Furnace Creek, existen vías que van en todas direcciones y que comunican con los principales puntos de interés.

Eso sí, aquí va una recomendación importante: mucho cuidado con la velocidad. Conducir por el Valle de la Muerte es bastante monótono, en las carreteras apenas hay coches y hay largos tramos cuesta abajo. Es posible que empecéis a ir más deprisa de lo debido. A nosotros nos pasó y un ranger nos dio el alto, preguntándonos si en España no hay límites de velocidad. Claramente venía con la intención de multarnos, pero vio nuestra cara de terror, le pedimos perdón de mil maneras y acabó dejándolo en un amistoso warning.

Qué ver en Death Valley en un día

Vamos ahora a mostraros cómo organizar una ruta por Death Valley. Lo más sencillo es que tengáis en mente el centro de visitantes, para acudir a él lo primero y así poder abasteceros de agua (y, de paso, que os informen). Eso sí, si venís desde el oeste, antes de llegar a él tenéis que hacer un par de visitas. El orden sería más o menos como lo que vais a ver.

Cartel de Death Valley

Aunque normalmente se encuentran junto a las entradas a los Parques Nacionales, en este caso el cartel de Death Valley está unas 50 millas antes del centro de visitantes (si llegáis desde el oeste). Ojito con frenar en seco si lo veis, ya que si lleváis a alguien detrás se os echará encima.

Mesquite Flat Sand Dunes

Las Mesquite Flat Sand Dunes fueron nuestra primera parada. Como en tantos otros sitios de Death Valley, no se recomienda su visita más allá de las 10:00. Por eso conviene empezar por estas maravillosas dunas, las cuales se pueden contemplar a simple vista desde el coche. Eso sí, si habéis madrugado os recomendamos aprovechar para caminar un poquito por ellas.

Es una visita un poco incómoda, tanto por el golpe de calor como por la presencia de enormes nubes de mosquitos. Sin embargo, os aseguramos que merece mucho la pena, pues se trata de la versión más fotogénica del Valle de la Muerte.

Furnace Creek Visitor Center

Tras esas dos paradas previas, lo siguiente debería ser al Furnace Creek Visitor Center. Está en medio de la nada, pero es el auténtico hub del Parque Nacional. Todas las carreteras pasan por él, tiene un museo súper interesante, sus rangers os informarán de todo, tiene una tienda enorme y también es el único punto de todo Death Valley para abasteceros de agua y refrescaros un poco.

Como en los Parques Nacionales menos visitados de EEUU, en Death Valley la entrada (35$ por vehículo, aunque también está incluido en el Annual Pass) se paga en el centro de visitantes. No intentéis tirar de picaresca y evitar el centro para no pagar, ya que cualquier ranger os puede pedir el ticket y cobraros en caso de que no lo llevéis encima.

Por cierto, justo en la entrada del centro de visitantes está el famoso termómetro que registra las extremas temperaturas de Death Valley. Suele salir en los telediarios cada vez que hay una ola de calor en Estados Unidos.

Badwater Basin

Quizá el punto más conocido de Death Valley sea Badwater Basin, un lugar que tiene el honor de ser el punto más bajo de toda Norteamérica (85,5 metros por debajo del nivel del mar). Aquí es donde se experimentan las peores sensaciones térmicas, ya que la temperatura asciende cuanto más abajo se está.

Una vez más, no vengáis aquí más allá de las 10 de la mañana, pues se os freirán los sesos. Si venís antes, podréis bajar por una pasarela de madera hasta contemplar sus famosas dunas de arena. Las más cercanas al aparcamiento están hechas polvo, pero a poco que os alejéis podréis verlas en todo su esplendor.

Por cierto, dos curiosidades. La primera es que allí mismo está Badwater Pool, una de las escasas masas de agua del Valle de la Muerte. Recibe su nombre por su mal sabor, aunque en principio el ganado (o una persona con muchísima muchísima muchísima sed) podría beber de allí sin morirse. La segunda curiosidad es que este punto está a solo 136 kilómetros del punto más alto de los EEUU contiguos el Monte Whitney (a más de 4400 metros de altura).

Devils Golf Course

La siguiente parada que hicimos fue Devils Golf Course, a donde se llega tras un desvío de 5 minutos. Tendréis que ir conduciendo por una carretera sin asfaltar llena de baches, pero llegaréis hasta el aparcamiento sin problemas.

Allí podréis ver una zona con gemas de sal erosionadas por el viento y la lluvia, las cuales forman peligrosas agujas. Mucho cuidado con adentraros para haceros una foto, ya que pinchan y cortan de verdad. De hecho, el nombre del sitio viene por estas formaciones dentadas, ya que solo el diablo podría jugar al golf en un sitio como este.

Si tenéis la suerte de ir solos, aprovechad para quedaros en silencio. A poco que prestéis atención, escucharéis el ruido que hacen los millones de cristales de sal al romperse por el calor, que los hace expandirse y contraerse, es una experiencia única.

Artists Drive

Otro sitio súper conocido es Artists Drive, una carretera de un solo sentido de casi 15 kilómetros. Recorrerla os llevará una media hora larga, a cambio de la cual podréis disfrutar de algunos de los mejores paisajes de Death Valley.

Su punto más destacado es Artists Pallete, una zona en la que las montañas tienen colores inverosímiles. En pocos sitios nos hemos sentido tan fuera del planeta como allí, realmente justifica la visita al Parque Nacional.

Golden Canyon

Una de las pocas rutas que se podrían hacer más allá de las 10 (siempre con muchísima precaución y siendo conscientes de los riesgos) es el Golden Canyon. Y es que sus estrecheces hacen que haya algo de sombra, una situación poco común en el Valle de la Muerte.

Antes no lo hemos dicho, pero en Artists Drive se filmaron algunas escenas para Star Wars Episodio IV: Una Nueva Esperanza. Pues bien, en el Golden Canyon hicieron lo propio, tanto en esa película como en Star Wars Episodio VI: El Retorno del Jedi. En ambas utilizaron el Death Valley para recrear localizaciones de Tatooine, el planeta natal de Anakin Skywalker (y en el que se crio Luke).

Zabriskie Point

Ya enfilando el final de la visita a Death Valley, no podéis dejar de ver Zabriskie Point. Su paisaje erosionado ha inspirado a directores de cine, músicos e incluso filósofos. Está formado fundamentalmente por los sedimentos de un lago que se secó hace 5 millones de años, muchísimo tiempo antes de que se formase el propio valle.

Encontraréis un aparcamiento junto a un pequeño camino, el cual recorre una cuesta que os hará llegar a la zona de los miradores. Tenéis panorámicas a ambos lados, siendo uno de los mejores puntos de observación del Parque Nacional. Vaya por delante que sudaréis como pollos subiendo la cuesta, así que llevad encima una botellita de agua.

Dantes View

Por último (o en primer lugar, si venís desde Las Vegas), el que sin lugar a dudas es el mejor punto de observación es Dantes View. Para llegar a él tendréis que recorrer una lenta, sinuosa y aburrida carretera de 15 millas, pero el premio es doble.

Por un lado, disfrutaréis de una vista prácticamente completa del Death Valley, ya que es uno de sus puntos más elevados. Por otro, fruto de esa altura… ¡la temperatura es más agradable! Por lo menos habrá 10 grados menos que en otros puntos del valle. Si lleváis todo el día por allí, es posible que el cuerpo os pida abrigaros (aunque la temperatura siga siendo alta) cuando nosotros fuimos había 38º arriba y nos entró tiritona, así que cuidadito.

Consejos para visitar Death Valley

Vamos a rematar el post con unos cuantos consejos para visitar el Death Valley National Park. Muchos ya los hemos ido mencionando durante el artículo, pero no está de más recordarlos:

  • ¡Madrugad todo lo que podáis! Muchas rutas no son recomendable más allá de las 10 de la mañana. Además, así evitaréis los momentos de más calor.
  • Adentraos en el valle con el depósito de gasolina lleno, ya que hay muy pocas estaciones de servicio en los alrededores. En el Parque Nacional hay una, pero tiene los precios más altos que vimos en todo el viaje.
  • Si normalmente hay que beber 2 litros de agua, estando en Death Valley el cuerpo os pedirá 4. Aseguraos de que rellenáis vuestras botellas en el Furnace Creek Visitor Center, ya que es el único punto de abastecimiento.
  • No venden comida en el Parque Nacional ni en muchos kilómetros a la redonda, tenedlo en cuenta.
  • Llevad la cabeza tapada todo el tiempo, ya sea con gorros o pañuelos. El sol os puede jugar una mala pasada.
  • Misma cosa se podría decir con la ropa en general: llevad cosas que transpire. Si vais con piel al aire, no os olvidéis de echaros crema.
  • Llevad las baterías de los móviles y las cámaras a tope. Tened en cuenta que el calor extremo puede hacer que se descarguen más rápido de lo normal.
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