Es difícil no usar palabras como «espectacular», «increíble» o «asombroso» al hablar del Parque Nacional de Yosemite, pero incluso sin querer ser repetitivos nos vamos a ver obligados a emplearlas. Y es que la ruta a Taft Point es un alucinante recorrido que os permitirá disfrutar de una panorámica única de este Parque Nacional, no sin antes atravesar un frondoso bosque de pinos y a la vez comprobar cómo la roca se está fracturando poquito a poco. Os recomendamos leer con atención, ya que fue una de nuestras excursiones favoritas de todo el viaje por la costa oeste de Estados Unidos.
Fisuras en la roca no aptas para gente con vértigo
Viajar hasta el inicio de esta ruta es sencillo, ya que hay un aparcamiento justo a la entrada. Llegaréis hasta él poniendo Sentinel Dome and Taft Point Trailhead en Google Maps.
Antes de empezar a contaros cómo fue nuestra experiencia, haceos a la idea de que deberéis dedicarle al menos una hora y media a esta ruta. Es muy común hacerla al atardecer, ya que tiene una de las mejores puestas de sol de Yosemite. Mucho ojo si hacéis esto, ya que la noche puede echarse encima y complicar las cosas a la vuelta. Misma cosa os decimos si vais con la intención de disfrutar de paz y tranquilidad, ya que a última hora se llena de gente (incluyendo muchas sesiones de fotos de boda).
Sea como fuere, son 4 kilómetros con un desnivel de 140 metros en total. Está repartido de manera desigual, con mucha cuesta arriba en el primer tramo y mucha cuesta abajo en el segundo (cosa que, obviamente, se invierte a la vuelta).
La verdad es que esperábamos caminar sobre roca desnuda, más o menos como en Sentinel Dome. Sin embargo, buena parte de este recorrido se hace bajo un frondoso bosque de pinos, algo que se agradece especialmente en días de calor.
La ruta es muy obvia, pero apenas hay señalización. La única referencia importante para no perderos es que en el primer cruce que veáis, a mano izquierda se va a un aparcamiento y a mano derecha es el camino que deberíais seguir (cuesta abajo, en dirección al río).
De hecho, hay que cruzar el río saltando entre piedrecitas. En los alrededores veréis un par de presas de castores, de esas propias de los dibujos animados en las que el agua se retiene con palitos de todos los tamaños.
El trayecto en sí es súper guay, pero tenemos que reconocer que lo que justifica esta ruta es el tramo final. Tras pasar la zona de bosques, llegaréis a un tramo en el que la roca es la absoluta protagonista. Por doquier veréis fracturas y huecos, de esos que dan mucho vértigo pero en los que resulta imposible no asomarse.
Justo en el punto final del recorrido hay unos miradores auténticamente brutales. Una vez más vamos a decir eso de «una de las mejores vistas de Yosemite», tal y como dijimos en Tunnel View y en Glacier Point. Sin embargo, estamos convencidos de que esta panorámica también os dejará sin palabras.
La vuelta al aparcamiento se hace por el mismo camino que la ida, por lo que simplemente tendréis que deshacer el camino andado. Una vez más queremos insistir en que tengáis cuidado si vais a hacer la ruta al atardecer: ¡llevad linternitas! Si no, pasaréis muy mal rato haciendo el camino de vuelta bajo la oscuridad.
Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos
Distancia Aproximadamente 4 kilómetros entre ir y volver. | Desnivel Casi 150 metros, muy concentrado al final. | Dificultad Media. Es una ruta cansada y con algunos peligros. |
Duración Se tarda una hora y media, incluyendo tiempo en los miradores. | Punto de inicio Sentinel Dome and Taft Point Trailhead. | Señalización No es la ruta mejor señalizada del mundo, pero se hace de manera intuitiva. |
Época recomendada En invierno puede ser inaccesible por la nieve. | Popularidad Muy popular. Está súper concurrida al atardecer. | Dog friendly No se puede hacer la ruta con perro. |