Seguimos explorando el Valle de Binn, hoy para hablaros de uno de los pueblos que más nos sorprendieron: Mühlebach. Un pequeñito pueblo repleto de casas de madera en el que brillan con luz propia dos edificios: una capilla en lo alto de un cerro y un puente colgante de casi 300 metros de largo.
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Guten tag, Mühlebach!
Se dice que Mühlebach es el pueblo de Suiza construido en madera. Una especie de museo al aire libre en el que algunas casas resisten sin lógica ninguna al paso del tiempo, pues pese a haber sido erigidas con materiales tan frágiles siguen en pie desde el siglo XIV.
Pasear por las calles de Mühlebach es como viajar en el tiempo, para conocer cómo era la vida en el país durante la Edad Media. Un auténtico lujo para los sentidos que hace que, junto a la vecina localidad de Ernen (de la que depende administrativamente), forme parte de la lista de Los Pueblos Más Bonitos de Suiza.
En Mühlebach el 95% de la gente «habla» alemán. Lo ponemos entrecomillado porque difícilmente veréis a alguien por sus calles, ya que se trata de un auténtico remanso de paz. Precisamente, eso fue lo que más disfrutamos en el pueblo. Tras unos cuantos días haciendo excursiones súper mainstream, agradecimos un montón poder salirnos de lo típico y acudir a un sitio en el que solo teníamos casitas de madera, montañas y aire puro ante nosotros.
Turismo en Mühlebach
Arquitectura popular
Lo mejor que podéis hacer en Mühlebach es ir a la parte superior del pueblo, dejar vuestro vehículo en su enorme aparcamiento gratuito y recorrer sus calles sin prisa ninguna. Es una localidad que se desarrolla en un entorno lleno de desnivel, por lo que si sois mínimamente curiosos podréis hacer fotos muy bonitas jugando con la perspectiva y las montañas de fondo. Eso por no hablar de los infinitos rincones con encanto que surgirán ante vosotros, pues hasta el último edificio tiene un detallito que os llegará al corazón.
Como hemos dicho antes, en Mühlebach todo está hecho con casas de madera. Prácticamente todas tienen al menos trescientos años de antigüedad, yéndose algunas mucho más atrás. Lo dicho: como un museo viviente, pues no es nada habitual poder caminar entre casitas de madera construidas entre los siglos XIV y XVIII.
Casas nobiliarias
No penséis que el pueblo cuenta solo con pequeñas casitas de madera, pues nada que ver. De hecho, en la Oficina de Turismo de Ernen nos hicimos con un folleto en el que se muestra una ruta cultural con hasta 24 puntos de interés. Esta señalización la podréis encontrar también paseando por el pueblo, ya que las casas más destacadas tienen pequeñas placas de bronce en sus fachadas.
La Holzerhaus (1446), la Zeltenhaus (1437), la Ragozzihaus (1494)… Un montón de construcciones repartidas por todo Mühlebach espera al viajero. Por cierto, un dato curioso: ¿sabíais que prácticamente todas están construidas sin utilizar clavos? Es decir, son como rompecabezas gigantes que se pueden montar y desmontar en función de las necesidades. Precisamente esto es lo que hace que su mantenimiento no sea excesivamente complejo.
Capilla de la Sagrada Familia
Hay un edificio que destaca por encima del resto, la Capilla de la Sagrada Familia. Y no lo hace precisamente por ser el más monumental del mundo, ya que se trata del templo alpino más sencillo que podáis imaginar. Sin embargo, tiene una ubicación privilegiada en lo alto de una pequeña loma, por lo que es visible desde prácticamente cualquier lugar de Mühlebach.
Por cierto, fue construida entre 1673 y 1676. Lo decimos medio en broma medio en serio, pero seguramente sea uno de los edificios más modernos del pueblo.
Puente Goms
En cualquier caso, la palabra modernidad tiene un protagonista absoluto en Mühlebach. Nos referimos al impresionante Puente Goms, un puente colgante de 280 metros de largo suspendido a casi 100 metros sobre el río Ródano. Pese a haber sido inaugurado en 2015, inmediatamente se convirtió en uno de los grandes atractivos de la zona.
El puente está señalizado por todas partes, así que no tendréis problema en encontrarlo. De todos modos, está en la zona baja del pueblo.
Excursiones por los alrededores
Mühlebach forma parte del Parque Natural del Valle de Binn, por lo que bien haríais en hacer una cuantas excursiones por la zona: Ernen, Niederwald, Grengiols… Incluso tenéis paseos por la naturaleza la mar de interesantes, como el el Camino de Descubrimiento Geológico de Fäld – Lengenbach.
Sin embargo, no os olvidéis de que en las inmediaciones del valle también hay cosas muy chulas. A tan solo diez minutos está el teleférico que os lleva a la subida del Eggishorn, por poner el ejemplo más claro. Sin embargo, a una horita en coche tenéis Zermatt, con la imponente silueta del Matterhorn siempre presente.