Es difícil ir al Castillo de Chillon y no enamorarse de él para siempre. Y es que esta fortaleza de origen medieval, ubicada junto a las calmadas aguas del Lago Lemán, es sin lugar a dudas uno de los edificios más bonitos de Suiza, del centro de Europa e incluso del mundo entero. Responde a la idea que todos tenemos en la cabeza sobre lo que debería ser un castillo, de una manera tan exagerada que más parece un escenario de una película que de la vida real.
En este artículo os contamos todo sobre el increíble Château de Chillon: su historia, cómo es, qué podéis esperar de su visita… Seguid leyendo y entenderéis por qué personalidades de la talla de Víctor Hugo, Alejandro Dumas o Lord Byron se inspiraron en él para sus creaciones.
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El castillo suizo por excelencia
El Castillo de Chillon se encuentra en la turística localidad de Montreux, en la cual lleva veraneando la flor y nata de la sociedad europea desde que existe el turismo. Reposa sobre las tranquilas aguas del Lago Lemán, siempre rodeado de impresionantes montañas que permanecen con sus cumbres nevadas durante todo el año.
Su emplazamiento no fue casualidad. Más allá de lo bucólico o de lo fácil que es construir en un sitio así, lo cierto es que se trata de una ubicación absolutamente estratégica. El Castillo de Chillon permite controlar rutas que comunican Alemania, Francia e Italia desde hace más de dos mil años. Por eso, no debe sorprender que haya registros de estructuras militares en la zona desde la mismísima Edad del Bronce.
El edificio actual data del siglo X, al menos su origen. En cualquier caso, su máximo desarrollo se vivió un poquito después, cuando la Casa de Saboya transformó por completo la fortaleza. El castillo llegó a tener 25 edificios a mitad del siglo XIV, como muestra del impulso que le dieron. Permaneció en sus manos hasta 1536, cuando lo perdieron a manos de los berneses. Estos, a su vez, lo retuvieron hasta 1798, cuando fueron expulsados por habitantes de la vecina Vevey.
Sea como fuere, hasta nuestros días ha llegado una construcción de 110 metros de largo por 50 metros de ancho. Su torre más alta llega hasta los 25 metros: una auténtica pasada. Su silueta a orillas del lago es inconfundible y absolutamente inspiradora.
Destino turístico desde el siglo XVIII
De hecho, el Castillo de Chillon es uno de los primeros destinos turísticos de Europa. Ya en el siglo XVIII empezó a recibir visitantes, que acudían atraídos por su sorprendente y evocadora imagen junto al Lago Lemán. En los anales figura la visita de todo tipo de personalidades: de Rousseau a Flaubert, pasando por algunos de los escritores más destacados de los últimos trescientos años. Mención aparte merece Lord Byron, que contribuyó notablemente a la popularización de este destino a través de su poema El Prisionero de Chillon.
Las cifras a nivel turístico hablan por sí solas, pues a comienzos del siglo XX ya se registraban más de 100.000 visitantes al año. Eso, en un momento en el que solo una pequeñísima parte de la sociedad podía viajar por placer, es una auténtica pasada. Además, las cifras no han dejado de crecer, pues se calcula que en la actualidad casi medio millón de personas visitan el Castillo de Chillon año tras año.
Eso se traduce en una propuesta turística sólida y elaborada. Así, en la visita a su interior se puede recorrer sus tres patios interiores, pasear por algunas de sus estancias más emblemáticas e incluso descender a sus pasadizos. Todo ello a la vez que se contemplas armas, tapices o muebles de todas las épocas. Por si eso fuera poco, también hay paneles informativos y todo tipo de recursos audiovisuales, incluyendo 8 minipelículas sobre el castilllo y las historias que ha inspirado.
Visitar el Castillo de Chillon es una actividad absolutamente imprescindible si se viaja a Suiza. Por sí mismo ya justifica la visita al país, no digamos si se está en los alrededores del Lago Lemán.
Información práctica
Por último, aquí van las claves para que preparéis la visita:
- Dirección: Avenue de Chillon 21, 1820 Veytaux
- Teléfono: +41 (0)21 966 89 10
- Horario de apertura:
- De abril a septiembre: de 9:00 a 18:00.
- De octubre a marzo: de 9:30 a 17:00.
- Tarifas:
- Adulto: 12,50 francos
- Niños: 6 francos
- Gratis con Swiss Travel Pass.
- Aparcamiento: no está fácil, ya que el Castillo de Chillon tiene un parking chiquitísimo. Se puede aparcar en el arcén de la carretera, pero solo hasta un determinado punto y tampoco suele haber muchos sitios. Lo bueno es que la gente va y viene, así que a base de dar vueltas encontraréis vuestro espacio.
Tened en cuenta que recorrer todo el castillo implica dedicarle al menos un par de horas. Si además os dedicáis a pasear por los alrededores y buscar diferentes perspectivas del mismo, lo normal sería que le tuvieseis que dedicar otra hora más.