La gastronomía de Suiza es una de las grandes virtudes del país. Se nos ocurren muchísimos motivos por los que ir a tierras suizas, pero desde luego lo bien que se come allí siempre estará entre ellos. Puede que no sea el sitio más barato del mundo, pero si buscáis bien podréis probar muchos de sus productos y platos típicos sin que sea un problema para vuestra economía.
En este artículo hacemos un pequeño repaso a la propuesta gastronómica de suiza y os enseñamos los productos con los que más disfrutamos.
Tabla de contenidos
Suiza, un cruce de caminos gastronómico
La gastronomía suiza es única a nivel mundial por su riqueza y variedad. Le ayuda muchísimo su ubicación, pues al estar en el centro de Europa es una especie de cáliz en el que se mezcla lo mejor de la cocina francesa, italiana y alemana. Crepes, pizzas y salchichas nunca convivieron mejor.
Además, más allá de aportes externos, tiene unas marcadas variedades regionales. Es muy sencillo encontrar diferencias entre lo que comen en los cantones del norte y los del sur, o entre los platos que podéis encontrar en el este y en el oeste. Por poner algunos ejemplos: mientras que en los Alpes veréis los älplermagronen (una especie de macarrones con manzana) por todas partes, en Valais se lleva mucho el arroz con azafrán. Por otro lado, no os podéis ir de Berna sin probar el rösti o del Tesino sin la polenta.
A ello contribuyen también los diferentes climas que se pueden encontrar en Suiza. Así, es posible encontrar tanto recetas contundentes propias de la alta montaña como frescos sabores más asociados a la comida mediterránea.
Productos y platos típicos de Suiza
Fondue
Empezamos por un clásico entre clásicos: la fondue. Originaria del norte de los Alpes, se ha convertido en una de las señas de identidad de toda la gastronomía suiza. Viene a ser una pequeña olla llena de queso derretido, en la cual los comensales van sumergiendo productos. Aunque lo típico es hacerlo con pan, habitualmente se ofrecen también patatas, pepinillos o cebollas encurtidas. Incluso hay variantes con carne.
Existen también fondues de aceite e incluso de chocolate, pero la experiencia suiza típica sería de queso con pan. Si buscáis mucho podéis encontrarlas en restaurantes desde 20€ por persona, aunque lo habitual sería que os costase más o menos el doble (por persona).
Por cierto, en los supermercados venden una especie de fondues para microondas, con las cuales podréis probar esta experiencia sin gastaros una fortuna.
Raclette
Siguiendo con el queso, tampoco os podéis ir de Suiza sin probar una raclette. En este caso, el queso se va derritiendo para echarlo encima de diferentes productos: patatitas, pepinillos, cebollas encurtidas, prosciutto, salami… Hay raclettes enormes para ruedas de queso (normalmente las veréis en mercadillos), pero también electrodomésticos que podréis llevar de vuelta a España para hacer vuestros propios banquetes en casa. Incluso hay raclettes portátiles que funden el queso poniendo debajo una velita de té.
Quesos
Teniendo en cuenta que los dos primeros miembros de esta lista tenían al queso como protagonista, no os resultará extraño que queramos hacer una mención específica a la infinita variedad y calidad de los quesos suizos. Muchos de ellos ya los conoceréis, pues son habituales de los lineales de los supermercados de todo el mundo: emmental, appenzeller, vacherin… Nuestro favorito es el queso gruyer, elaborado en el precioso pueblo de Gruyères.
Landjäger y otros embutidos
No solo de lácteos vive el país. De hecho, también merece la pena hablar de los embutidos suizos, entre los que destaca especialmente el landjäger. Conocido como salchicha del cazador, se trata de un trozo de carne curada y ahumada, presente por todo el país. Es una especie de snack para montañeros, el cual lo podréis comprar tanto en supermercado como en las pequeñas granjas que vayáis encontrando en vuestro camino.
Yogures
Precisamente, hablando justo de lo anterior, en Suiza es muy habitual ir encontrando granjas en las que se vende producto recién elaborado. Suelen tener una especie de neverita en la parte de fuera, en la cual puedes adquirir producto y pagar allí mismo (en efectivo, eso sí). Gracias a eso podréis encontrar embutidos como el landjäger, pero también disfrutar de los deliciosos yogures suizos. No son los más famosos del mundo, pero os aseguramos que su calidad es brutal y que encontraréis una sorprendente variedad de sabores.
Apenzeller Biberli
Somos muy de dulce, seguro que no os sorprende viendo esta lista. Por eso, queremos recomendaros también que probéis los appenzeller biberli, un bollito que suele estar relleno de avellana dulce y aderezado con un toque de jengibre. Es perfecto para merendar, lo venden por todas partes y os aseguramos que es un auténtico vicio.
Cerveza, vino y sidra del terruño
Por cierto, aprovechamos también para recomendaros que probéis la cerveza suiza. No es tan famosa como la alemana, pero todas las que probamos (y fueron bastantes) fueron muy muy ricas. Preparaos para pagar 5€ por medio litro.
También os recomendamos probar los vinos suizos. Aunque la imagen típica del país es la de las montañitas nevadas, en los cantones con clima más suave los viñedos están por todas partes.
Misma cosa con la sidra elaborada en Suiza: una auténtica delicia.
Rösti
No podemos olvidarnos en esta lista del rösti, una especie de tortitas elaboradas con patata como ingrediente principal. Realmente es una elaboración muy fácil de encontrar por toda Europa, pero que en Suiza se ha hecho especialmente famosa.
Pan
Hablando de cosas que se encuentran por todas partes pero que en Suiza merecen una mención aparte, el pan fue toda una sorpresa. Se suele hablar de la calidad de los panes franceses y alemanes, pero en Suiza todos los que probamos nos parecieron exquisitos.
Chocolate suizo, el mejor del mundo
La lista la cierra uno de los productos más conocidos de la gastronomía local: el chocolate suizo. Pioneros en la elaboración de chocolate con leche, se trata de una de las industrias más potentes de la Confederación Helvética, gracias a empresas conocidas internacionalmente como Lindt, Cailler o Toblerone.
Sería un pecado irse de Suiza sin probar un poquito de su maravilloso chocolate. De hecho, es uno de los souvenirs más típicos.
Tampoco os podéis ir de allí sin visitar Zermatt y hacer la típica foto del Toblerone con su montañita (el Matterhorn) justo detrás.
3 respuestas
me encanta la informacion
Muchas gracias! 🙂