Subir al Matterhorn Glacier Paradise con perro

Hoy queremos enseñaros cómo es ir a Matterhorn Glacier Paradise con perro. Vamos a intentar ser todo lo objetivos que podamos, pero vaya por delante que estamos hablando de nuestra excursión de montaña favorita. Eso sí, que nos gustase mucho como personas no necesariamente hizo que nos pareciese la mejor excursión para ir con perro.

¿Se puede subir al Matterhorn Glacier Paradise con perro?

¡Por supuesto! Es una buena noticia, aunque va en la línea de lo que supone viajar a Suiza con perro. Al fin y al cabo, en prácticamente todos los lugares (medios de transporte, restaurantes, tiendas…) podréis entrar con vuestro querido cuadrúpedo.

Esto es una maravilla, ya que podréis hacer esta excursión de montaña (y muchas otras, ya os hablamos en su momento de Top of Europe con perro o de Gornergrat con perro).

No os pondrán ninguna pega ni en los trenes cremallera ni en los teleféricos que os llevarán a la cima. Una vez allí, podréis entrar en absolutamente cualquier sitio.

Visitar Matterhorn Glacier Paradise con perro

Entonces, si se puede entrar en todas partes… ¿a qué viene el escepticismo de la introducción? Pues a que una cosa es que se pueda y otra que vuestro perrete se lo vaya a pasar en grande. Así como en otras excursiones de montaña vimos a Tronco disfrutando, aquí tuvimos la sensación de que se le hizo un poco de bola. Vayamos por partes.

En primer lugar, la sucesión de trenes y teleféricos hasta la cima dura al menos dos horas. Nuestro perro va como un rey, pero somos conscientes de que puede ser una situación de aburrimiento o incluso estrés (los teleféricos a veces se mueven, se sube mucha gente, los esquiadores pueden pisar a vuestro perro con las botas…).

Cuando estéis arriba, la primera experiencia es un cine. Dicho de otro modo: cambios de luz muy rápidos y ruidos a un volumen alto. Una vez más, no todos los perretes están cómodos en este tipo de situaciones.

En el Palacio de Hielo nuestro perro se lo pasó bien, pero es un sitio estrecho, oscuro y a baja temperatura. Si a eso se le suma que puede estar sufriendo mal de altura, hay riesgo de que sea una mala experiencia.

Y, por último, en el mirador que hay a 3883 se camina sobre una rejilla en la que las almohadillas de los perros sufren. De hecho, nosotros subimos por turnos para que no se hiciese daño.

¿Todo lo que hemos dicho se traduce en que no hay que hacer esta excursión con perro? ¡En absoluto! Nuestro perro se lo pasó súper bien, estuvo muy cómodo y disfrutó de muchos estímulos. Es una excursión que recomendaríamos a un perrete como el nuestro. Sin embargo, os damos toda la información para que la valoréis y os planteéis si un día como este podría ser adecuado para vuestro cuadrúpedo de confianza.

¿Qué te ha parecido?
+1
2
+1
0
+1
0
+1
0
+1
1
+1
0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *