Si hay un lugar que destaca en el Valle de Binn, al menos en lo que se refiere a su parte interior, es sin duda el pueblo que le da nombre. Y es que Binn es un destino adorable y acogedor a partes iguales, en el que sus casas de madera sirven como punto de partida para más de 150 kilómetros de senderismo. Hoy os vamos a enseñar todo lo que ver y que hacer en esta sencilla localidad.
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La capital del Valle de Binn
Llegar al interior del Valle de Binn no siempre fue sencillo. De hecho, hasta 1965 era un lugar inaccesible durante los meses fríos del año, comunicándose únicamente durante el periodo estival a través del servicio de autobuses que ofrece la empresa de correos estatal suiza. Sin embargo, en ese año se inauguró un enorme túnel que permite llegar hasta allí sin complicaciones en cualquier momento.
El pueblo de Binn es el típico lugar de postal: casitas de madera, las aguas del río en un costado, enormes montañas en segundo plano… Si a eso le sumamos que sus calles son un remanso de paz y que en los alrededores hay un montón de posibilidades, tenemos una combinación ganadora.
Binn se volvió famoso durante el siglo XVIII por un motivo inesperado: los minerales. En sus inmediaciones es posible hallar una cantidad y variedad fuera de lo normal, incluso con variedades que solo se han localizado allí. Sin embargo, ese motivo de interés fue superado por el turístico, ya que a finales del siglo XIX se construyó un hotel (el único en el valle) por cuyas habitaciones han desfilado personalidades de la talla de Winston Churchill.
En tiempos de turismo de masas y de escasez de sorpresas, la verdad es que fue una pasada visitar este pueblecito. Pocas veces un sitio nos sorprende tanto.
Turismo en Binn (pueblo)
Arquitectura popular
La oscura madera procedente de los bosques cercanos es el hilo conductor del casco urbano de Binn. En sus calles encontraréis edificios preciosos, perfectamente integrados en la naturaleza y preparados para ofreceros el rincón con encanto que será la próxima publicación de vuestro Instagram.
Mención aparte merece el bonito puente que sirve para unir las dos orillas sobre las que se asienta el pueblo de Binn. Es una de las imágenes más típicas de la localidad por méritos propios.
Iglesias
El edificio más destacado de Binn es la Iglesia de San Miguel (Pfarrkirche St. Michael), un templo de grandes dimensiones con la arquitectura típica de los Alpes. Está en las afueras del pueblo, por lo que desde las calles tendréis una panorámica estupenda con las montañas justo detrás de la torre.
Justo en el interior del casco urbano hay una pequeña Parroquia que también es muy bonita. La encontraréis justo al lado de la Oficina de Turismo.
Oficina de Correos (Oficina de Turismo)
¿Oficina de Turismo? ¿En un sitio tan pequeño? ¡Pues sí! Los suizos son súper prácticos, por lo que en zonas de difícil acceso hay espacios multifunción. Es el caso de Binn, que en un mismo edificio tiene una Oficina de Correos, la Oficina de Turismo y a la vez es un pequeño bar. Entrad sin miedo y coged todos los folletos que necesitéis para conocer el entorno.
Hotel Ofenhorn
Antes os hablábamos de un establecimiento construido en el siglo XIX para acoger a los primeros turistas. Nos referimos al mítico Hotel Ofenhorn, un lugar que todavía sigue operativo y que presume de haber tenido a Winston Churchill como huésped. Aunque hoy en día no es el único lugar del valle en el que podríais dormir, sin duda es el más emblemático. Un hotel de los de antes, con una construcción imponente.
Museo Regional
A pocos pasos del Hotel Ofenhorn está el Museo Regional (Regionalmuseum Binn), en el cual podéis encontrar todo tipo de información sobre el Valle de Binn. Os recomendamos la visita especialmente si os gustan los minerales, pues tienen varios ejemplares interesantes.
Molino
Junto al aparcamiento que hay en el centro de Binn, a la altura del río, se conserva un antiguo molino. También merece la pena que le echéis un vistazo.
Valle de Binn
Tal y como hemos dicho al principio, Binn pueblo mola porque puede ser el punto de partida para un montón de excursiones interesantes por el valle. Nosotros, por ejemplo, fuimos hasta Fäld para hacer el Camino de Descubrimiento Geológico, una bonita ruta por sus alrededores con paradas musealizadas para explicar su riqueza en lo que a minerales se refiere. Aprovechad que estáis por la zona y explorad, porque es uno de los lugares menos conocidos de Suiza (y realmente merece la pena).