Aia, Orio, Zarautz, Getaria y Zumaia son las cinco piezas que componen el puzzle de Urola Kosta, una de las zonas más bonitas del País Vasco. Se encuentra en el tramo central de la costa de Gipuzkoa y allí encontraréis pueblos únicos, espacios naturales que os dejarán sin palabras y una propuesta gastronómica maravillosa. En este artículo os dejamos todo lo necesario para preparar una escapada de fin de semana o de puente largo.
Tabla de contenidos
Introducción: donde el sol brilla con más fuerza en Euskadi
Poblaciones que viven volcadas al mar, cuidando con mimo la herencia del euskera y que a la vez miran al futuro con optimismo. Un entorno privilegiado en el que las verdes montañas se convierten en improvisados miradores a algunas de las mejores playas de la Península Ibérica. Museos, arquitectura gótica y eventos culturales durante todo el año. Esos son los principales argumentos para ir a Urola Kosta, aunque os podríamos dar mil motivos más.
Hablamos de una zona que lleva sorprendiendo al viajero desde que se inventó el turismo moderno. Hasta esta bonita porción de la costa guipuzcoana se acude tradicionalmente en busca de bellos atardeceres, inolvidables conversaciones al amparo de una copa de txacolí y paseos por la montaña tan reconfortantes como enaltecedores de espíritu.
Os pedimos disculpas si estamos un poquito intensos, pero Urola Kosta es uno de nuestros sitios favoritos del mundo entero. Seguid leyendo y comprobaréis por qué hablamos, sin ningún tipo de dudas, de un lugar mágico y sin igual.
Cómo llegar y cómo moverse
Urola Kosta es la subcomarca que está inmediatamente al oeste de San Sebastián. Eso se traduce en que está súper a mano desde la capital de Gipuzkoa, pero a su vez en que está súper bien comunicada con otros puntos de la península. A modo de referencia, apenas tardaréis cuatro horas en llegar desde Madrid.
Pese a que la Autovía del Cantábrico (A8) atraviesa la zona, la manera más sencilla de moverse por ella es recorriendo la carretera secundaria N-634. De un lado a otro atraviesa los cuatro pueblos marítimos de Urola Kosta, comunicando a su vez con Aia a través de la GI-3710.
Todo queda muy a mano. A modo de referencia, entre el puesto más occidental (Zumaia) y más oriental (Orio) apenas hay 25 kilómetros, los cuales se recorren cómodamente en una media hora. Es posible que en momentos pico (fines de semana a la hora de la comida) encontréis un poquito de atasco al entrar o salir de cada pueblo, pero nada especialmente tedioso.
Turismo en Urola Kosta
Organización de la ruta
Para nosotros, Urola Kosta es un sitio al que siempre hay que volver. Son muchas las cosas por ver allí, tantas que de primeras pueden resultar abrumadoras. Por eso, a modo de referencia, pensamos que un fin de semana óptimo puede quedar tal que así:
- Viernes: Zumaia.
- Sábado: Zarautz y Getaria (incluyendo paseo por el Ratón).
- Domingo: Orio y Aia (junto con alguna ruta en Pagoeta).
Esto sería en líneas muy generales. ¿Disponéis de más días? Se pueden hacer más rutas. ¿Hace malo? Podréis refugiaros en museos. Como vais a ver, hablamos de una zona diversa y con infinitas posibilidades para el viajero.
Los cinco pueblos
Vamos a presentaros ahora a los cinco núcleos urbanos que componen Urola Kosta.
Aia
El más atípico, ya que es el único de los cinco que no está junto al mar. Sin embargo, tiene todo el sentido que forme parte de la comarca, ya que es un privilegiado mirador a la costa. Desde casi cualquier punto de Aia podréis disfrutar de una panorámica única.
Además, su casco viejo está lleno de enormes caseríos tradicionales, en los cuales se puede ver cómo han evolucionado este tipo de estructuras durante los últimos tres siglos. También tiene una magnífica iglesia y una pequeña ermita. Por último, merecen una mención las queserías que hay por todo el casco urbano, perfectas si queréis volver a casa con una cuñita de Idiazábal.
Orio
Hincándole ya el diente a la costa, de este a oeste el primer pueblo es Orio. Cuenta con una gran tradición pesquera, pero también está clarísimamente influido por el transitar de peregrinos del Camino de Santiago. Por último, también hay que considerar su influencia en el arte contemporáneo vasco, ya que por sus calles han pasado artistas de la talla de Jorge Oteiza.
La visita a Orio es de lo más agradable. Tiene un puerto pesquero espectacular, junto al cual está la bonita y ajetreada Herriko Plaza. Según se asciende hacia las calles altas se va descubriendo la versión más tradicional de la urbe.
Zarautz
El turismo de sol y playa en Euskadi tiene un nombre propio: Zarautz. Su playa es conocida como la reina por sus enormes dimensiones, la finura de su arena y la limpieza de sus aguas. Cada verano se convierte en uno de los destinos más visitados de la costa vasca, regalando una escena típica a más no poder gracias a sus cabañitas de tela de colores.
Y no solo de playa vive Zarautz. También tiene un casco viejo vibrante y repleto de patrimonio, con algunos de los edificios más destacados de la zona. Mención especial merece el Palacio de Narros, por el cual han pasado aristócratas procedentes de medio mundo.
Getaria
Desde Zarautz se puede distinguir a simple vista la emblemática silueta de Getaria. Pueblo ballenero por antonomasia, su enorme puerto hoy le cede el protagonismo a otra playa que también merece ser tomada en consideración.
Prácticamente todo el casco viejo de Getaria gira alrededor de la Kale Nagusia Kalea, la calle principal que lo atraviesa de arriba a abajo. A ambos lados dela misma encontraréis casonas tradicionales, comercios y bares de pintxos. No os olvidéis de pasar por la Iglesia de San Salvador, una de las más bonitas del País Vasco.
Zumaia
Por último, en el extremo occidental de Urola Kosta está Zumaia. Es un pueblo reconocible en todo el mundo, ya que fue una de las principales localizaciones de la legendaria serie Juego de Tronos. También hay que decir que salió en Ocho Apellidos Vascos.
Zumaia tiene un casco histórico alucinante, repleto de conventos y palacios. Además, tiene unas playas espectaculares y forma parte del mapa geológico mundial gracias a su famoso flysch (del que hablaremos más adelante).
Espacios naturales
Parque Natural de Pagoeta
No solo encontraréis pueblecitos adorables en Urola Kosta, puesto que la comarca es toda una potencia en cuanto a espacios naturales. El primero que nos viene a la mente es el Parque Natural de Pagoeta, una de las zonas protegidas más bonitas de Euskadi.
Allí podréis visitar el Jardín Botánico de Iturrarán, en el que están representadas las principales especies vegetales del País Vasco. También podréis hacer unas cuantas rutas, siendo nuestra favorita la que lleva a Agorregi (una antigua ferrería).
Biotopo de Iñurritza
En Zarautz os espera el Biotopo de Iñurritza. Está formado por el monte Talaimendi, la playa y parte del campo de golf del Real Club de Zarautz. Sirve para proteger un ecosistema típico de la zona, en el cual conviven acantilados, marismas y dunas.
Monte de San Antón
El skyline de Getaria está claramente definido por el Monte de San Antón, la pequeña montañita con forma de ratón que hay junto al puerto. Antaño era una isla, pero hoy está unida a tierra y plenamente integrada en la vida de la ciudad. Por sus laderas podréis realizar una agradable ruta de senderismo, la cual os llevará hasta el mismísimo faro.
Flysch de Zumaia
Por último, es imposible no hacer una mención al Flysch de Zumaia. A lo largo de 13 kilómetros de costa podréis tomarle el pulso a más de 60 millones de años de historia geológica, en un paisaje alucinante y que os dejará sin palabras. Todo lo que digamos se va a quedar corto: es uno de esos sitios que hay que experimentar en primera persona.
Alrededores
Pensad que Urola Kosta está en el corazón de Gipuzkoa. Eso hace que sea el campamento base perfecto para explorar toda la provincia. Hacia el interior os esperan sitios tan alucinantes como el Santuario de Arantzazu o Azpeitia (con el Santuario de Ignacio de Loyola).
Por otro lado, en la costa tendréis a tiro de piedra Oarsoaldea (una comarca que también es interesantísima), Hondarribia e incluso San Sebastián.
Gastronomía: el paraíso de la cocina vasca
En Urola Kosta no solo se come espectacularmente bien. También es un lugar propicio para descubrir algunos de los elementos más reconocibles de la gastronomía vasca.
Pintxos
Empezando por lo más característico, pocas cosas hay mejores que ir de pintxos. En prácticamente cualquier bar de Urola Kosta tendréis las barras engalanadas con obras de arte gastronómico en miniatura, las cuales os estarán esperando para deleitaros.
La fórmula es sencilla, pues básicamente consiste en ir de un bar a otro. Allá donde entréis, pedid una bebida (preferiblemente una copa de txakoli, un zurito de cerveza o un vaso de mosto) y un pincho. Con que hagáis eso 3 o 4 veces habréis cenado y alimentado vuestro espíritu.
Parrillas
También es frecuente encontrar en los pueblos de Urola Kosta parrillas: establecimientos en los que se asan sus platos principales en pequeñas parrillas situadas justo en la puerta. Quizá la capital de este asunto sea Orio, en donde incluso tienen su propio plato estrella: el besugo de Orio.
Sidrerías
Y si lo que queréis es pegaros un buen homenaje, también podéis acudir a las afueras de los pueblos en busca de la típica sidrería vasca. El menú suele ser siempre el mismo: tortilla de bacalao, tacos de bacalao, una txuleta gigante y queso con membrillo. Todo por aproximadamente 40€ por comensal (precio de 2023).
Mercados
Tened en cuenta que también podéis aproximaros a la gastronomía vasca en el lugar en el que las familias hacen acopio de producto. Los mercados de Urola Kosta son una auténtica maravilla, ofreciendo estímulos para la vista, el olfato y el gusto para todo aquel que quiera visitarlos. Quizá uno de los más emblemáticos sea el de Zarautz, en pleno casco viejo.
Cuándo ir: lo mejor de cada época
La verdad, pocos sitios nos parecen tan apetecibles durante todo el año como Urola Kosta. Hemos hecho ya varias referencias al turismo de sol y playa, por lo que os podéis imaginar que es un sitio óptimo para ser visitado en verano. Eso sí, pensad que las aglomeraciones están aseguradas.
Si optáis por retrasar vuestra visita al otoño, encontraréis todo teñido de unos colores dorados absolutamente fascinantes. Los bosques de Pagoeta se vuelven mágicos, siendo el caldo de cultivo para todo tipo de historias y leyendas.
En invierno también es un sitio muy especial. Quizá sean unas condiciones climáticas más rigurosas, pero a la vez os aproximaréis al modo de vida real de Urola Kosta. Si tenéis típico día de mal tiempo, buscad algún lugar en el que ver romper las olas. ¡Será impresionante!
Para terminar, en primavera también os espera una cara súper agradable de la comarca. Todo florecido, la gente de buen humor, la temporada de sidra dando sus últimos coletazos y las playas preparadas para volver a llenarse de gente.
Mapa turístico de Urola Kosta
¡Muchas cosas por ver! Para que podáis organizar bien el viaje, aquí os dejamos un mapa turístico de Urola Kosta:
