Guía para comer en una sidrería vasca: menú típico, mejores zonas y temporada del txotx

Que en el País Vasco se come bien es una obviedad a la altura de que el Athletic juega en Bilbao y la Real Sociedad en Donosti. Hoy queremos poner el foco en uno de los emblemas de la gastronomía de Euskadi, las sidrerías vascas. Lugares en los que tanto el menú como la experiencia están bien definidos y que forman parte de la cultura del lugar con un peso específico. Seguid leyendo y os enseñaremos qué se come en una sidrería vasca, cual es la mejor época para ir o dónde están las zonas más emblemáticas. Como no podría ser de otro modo, también os contaremos cómo vivir esta experiencia en el caso de que estéis viajando con perro, ya que también existen las sidrerías dog friendly.

Cómo es el menú típico de sidrería vasca

Vamos a empezar de una manera sencilla: hablando del menú típico de sidrería vasca. El clásico menú sidrería se compone generalmente de tortilla de bacalao, bacalao frito con pimientos verdes (en algunos sitios se cambia por ajoarriero), txuleta (lo que fuera de Euskadi se llamaría chuletón de buey) y de postre queso con membrillo. Todo ello, por supuesto, regado con sidra elaborada allá donde estéis comiendo o cenando. ¡Ah! Y con raciones generosas de pan, por supuesto.

Si bien es cierto que en las sidrerías se puede comer a la carta, lo más habitual es que todos los comensales elijan menú sidrería y compartan sus platos. En 2023 lo más habitual era encontrar menús por unos 40€ aproximadamente, aunque si lees esto dentro de unos años lo normal es que haya subido.

¿Y no se revienta si se come un menú tan amplio y con platos tan contundentes? Obviamente no hablamos de algo que se pueda comer a diario, sino de un homenaje puntual. Mucha gente lo hace una vez al año, celebrando la temporada de sidrerías (de la cual hablaremos más abajo).

Cómo es la experiencia en una sidrería vasca

Hay que decir que las sidrerías son espacios gastronómicos muy singulares, en los que se vive una experiencia auténtica y que en ocasiones poco se asemeja a ir a un restaurante convencional. Normalmente están establecidas en caseríos, lejos de los centros de las grandes ciudades.

Tradicionalmente en las sidrerías se comía de pie, aunque actualmente resulta de lo más habitual que sea en mesas corridas. Es decir, en la misma mesa estará tu grupo, al lado otro y al lado otro, en función de la cantidad de gente que seáis.

La parte de la comida está clara, poco a poco os irán trayendo copiosos platos con lo mejor de la gastronomía vasca. En cuanto a la bebida, las salas de degustación suelen estar al lado o junto a enormes barriles de sidra. Periódicamente alguien del lugar gritará txotx, que significa que se va a abrir un barril. En ese momento podréis ir allí y recargar vuestro vaso (recordad hacedlo con un culín, el cual habitualmente se consume allí mismo). También hemos visto sidrerías en la que los barriles están a disposición de los comensales, pudiendo hacerse refill sin que nadie diga la palabra mágica.

Estamos hablando de una experiencia tradicional, en la que el viajero se siente reconfortado a través de su paladar. Con excepción de los pintxos (que son un concepto totalmente distinto), no se nos ocurre una mejor manera de tomarle el pulso a la cocina vasca.

Temporada del txotx, el momento para ir de sidrería

La temporada del txotx (o la temporada de sidra) va normalmente de enero a mayo. En los cinco primeros meses del año es cuando abren la mayor parte de las sidrerías del País Vasco, ofreciendo tanto su bebida fresca como el menú que os hemos enseñado hace un rato.

Si tenéis en mente ir, sin lugar a duda conviene que lo hagáis con cita previa. Pensad que es un menú muy demandado y que tiene una temporada muy clara, por lo que normalmente todas las sidrerías están a reventar (al menos durante el fin de semana).

Aunque es cierto que cada vez más sidrerías abren durante todo el año y ofrecen este menú como su principal reclamo, las auténticas suelen cerrar en mayo y no abrir hasta la siguiente temporada. Nosotros os recomendamos ir durante la época que os hemos dicho, pues encontraréis mejor producto y estaréis rindiendo homenaje a una tradición casi milenaria.

Dónde están las mejores sidrerías

Territorio de la Sidra Vasca, el emblema

Existe un lugar en el que las sidrerías brillan con luz propia: es el conocido como Territorio de la Sidra Vasca. Conformado por Astigarraga, Hernani y Usúrbil, se trata de una zona en los alrededores de San Sebastián. Es la capital de las sidrerías vascas, el lugar en el que hay más tradición y se encuentran los establecimientos principales. No hay duda: si venís aquí en temporada, acertaréis en prácticamente cualquier establecimiento.

Una constante en el norte… y más allá

Sin embargo, tenemos que decir que no es el único sitio al que acudir. Aunque Astigarraga, Hernani y Usúrbil sean la santísima trinidad de las sidrerías, por todo el País Vasco encontraréis establecimientos similares. De hecho, prácticamente por todo el norte de la Península Ibérica encontraréis caseríos en los que comer, aunque obviamente cada cual con su particularidad.

Y, aunque resulte un sacrilegio, hay que decir que la fama del menú sidrería traspasa las fronteras del País Vasco. Por ejemplo, en Madrid hay un buen puñado de establecimientos que sirven el mismo menú, aunque os podéis imaginar que no hay duda: la experiencia original y auténtica hay que vivirla en Euskadi.

Sidrerías dog friendly y dónde encontrarlas

Para terminar, queremos hablaros también de las sidrerías dog friendly. Cada vez somos más viajeros los que recorremos el mundo acompañados de nuestros perros, por lo que con el tiempo se ha vuelto más frecuente encontrar sidrerías a las que podréis acudir en compañía de vuestros adorados cuadrúpedos.

Tenéis que tener en cuenta que suele ser un ambiente ruidoso, así que os recomendamos evitar la experiencia si vuestro perrete no es tranquilo. Aunque no se les puede ir dando comida por debajo de la mesa (manchan el suelo y es un rollo para los camareros), en todas las sidrerías os pondrán de buena ganas las sobras para que vuestro perro se dé un festín. La última vez nosotros fuimos con Tronco y se le saltaban las lágrimas de la alegría cuando le enseñamos el hueso de chuletón que le esperaba después de nuestra cena.

A modo de referencia, esa última experiencia que os decimos fue en la sidrería Iruin Sagardotegia. Quitando a una señora amargada de la mesa de al lado (que nos miró mal por ir con perro), todo el mundo nos trató súper bien y fue súper cariñoso con Tronco. Recomendable a más no poder.

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