La ruta de senderismo a las Paramoudras del Jaizkibel es una de las mejores excursiones que se pueden hacer desde Hondarribia. Básicamente os proponemos un espectacular camino frente a la costa, recorriendo uno de los tramos más bonitos del monte Jaizkibel. Si bien es cierto que el camino es precioso, no se queda atrás el destino: una playa pétrea en la que el paso del tiempo y la acción del mar han ido tallando una especie de gusanos de piedra. Recomendable a más no poder.
En busca de los gusanos de piedra
Las paramoudras (también conocidas como pot stones) son unos nódulos de piedra muy típicos del noroeste de Europa. Son una mezcla entre gusanos, ollas o rosquillas, a veces incluso con forma de columna vertebral. Aunque lo normal es encontrarlos en playas de Reino Unido, Irlanda o Dinamarca, junto a Hondarribia se puede encontrar uno de los mejores ejemplos de la Península Ibérica de este tipo de formaciones.
La ruta que os proponemos es de ida y vuelta, dura unas tres horas y media y parte desde el Bar Restaurante Justiz. Básicamente consiste en ir hasta la playa Erentzingo Zabal, en la cual están las paramoudras, y volver hasta el origen. Llevad calzado cómodo y agua, ya que la ruta es exigente y lo pasaréis mal si no vais bien pertrechados.
Nosotros comenzamos la ruta a eso de las 11:00. No nos apetecía pegarnos el súper madrugón, pero a la vez queríamos aparcar sin problemas en las inmediaciones del Justiz y tener tiempo para comer tras hacer el recorrido (algo que os recomendamos, ya que es uno de nuestros sitios favoritos en la zona).
Desde el restaurante, hay que tomar el camino que va cuesta abajo. Hay dos pistas asfaltadas, habría que ir por la de la izquierda. Tras un paso canadiense, sale otra pista asfaltada y dos caminos de tierra entre el césped. Una vez más hay que ir por la opción que está más hacia la izquierda.
El primer tramo es básicamente de bajada, para llegar hasta el nivel de la costa. Es la zona conocida como las Bañeras del Jaizkibel, de las cuales ya os hablamos en otro post. Os recomendamos echarles un vistazo si todavía no las conocíais.
Una vez estéis frente a la costa, básicamente hay que girar a mano izquierda e ir bordeándola. No tiene mucha complicación: simplemente id avanzando, teniendo siempre a vuestra izquierda el campo y a vuestra derecha las aguas del Cantábrico. Eso sí, por muy fácil que sea, pensad que no tendréis cobertura en el móvil en prácticamente ningún momento, así que os recomendamos preparar el recorrido con antelación.
Recorreréis paisajes absolutamente espectaculares. Hay que decir que realmente se está haciendo un tramito de la ruta que conecta Hondarribia con Pasajes a través del Jaizkibel, probablemente en su parte más vistosa. Es alucinante caminar por esos prados verdes, teniendo tan a mano unos acantilados desde los cuales se puede ver cómo rompen las olas.
No es que sean muchos, pero por el camino os toparéis con algunos paneles informativos. Por ejemplo, hay uno que explica el aterrizaje de emergencia que tuvo que realizar en la zona el mítico aviador Roland Garros.
Aunque la ruta no tenga pérdida, tenéis que ir siguiendo las balizas rojas y blancas. Lo mismo que con los paneles informativos: son escasas, pero de vez en cuando irán apareciendo para confirmaros que vais por buen camino.
El único tramo que no resulta tan obvio es también el más fácil de identificar. Cuando la roca parezca un queso con agujeros, tenéis que girar a la izquierda y tomar el camino de ascenso. Sea como fuere, si estáis perdidos simplemente seguid caminando con el mar a mano derecha y listo.
Pese a ser una ruta fundamentalmente marítima, pasaréis junto a varios riachuelos. Esto hace que sea perfecta para ir con perro, ya que podrá beber y refrescarse en todo momento.
Uno de los hitos de la ruta es la Playa de Sisurko, la cual es súper fotogénica. Junto a ella hay una pequeña cascada que tampoco está nada mal.
Aunque no es una ruta peligrosa, en algunas zonas de barrancos se han instalado sogas para que podáis ir agarrándoos. Mucho ojito si os pilla lluvia en medio del recorrido, ya que el terreno se puede hacer resbaladizo.
Cuando llevéis más o menos una hora y cuarto caminando, veréis que el camino se adentra claramente montaña arriba. En ese momento tenéis que abandonarlo y seguir pegaditos a la costa, cambiando las balizas rojiblancas por unas que tienen únicamente dos líneas blancas.
Cuando lleguéis a la zona de Mintegiko Erreka, hay que ganar altura de nuevo. Se camina entre vegetación en este tramo, el último antes de llegar al final del camino: la playa que tiene las paramoudras.
El descenso no es sencillo y seguramente hayáis llegado con algo de cansancio hasta este punto, pero a poco que abráis los ojos comprobaréis que mereció la pena. Erentzingo Zabal es una playa única, en la que la roca parece tomar vida a partir de esos enormes y curiosos gusanos de piedra.
Es muy importante que miréis una tabla de mareas, ya que solo conviene ir en plena bajamar (marea baja). De lo contrario, no podréis explorar en profundidad la zona de las paramoudras, lo cual sería una pena.
¿Qué os parece? Nosotros todavía no nos quitamos de la cabeza las formas, los colores y el sonido que hacían las rocas al recibir los impactos de las olas. Sin lugar a dudas es uno de los sitios más interesantes de esta zona de Gipuzkoa.
La vuelta se hizo dura, pero a eso de las dos y cuarto llegamos al Bar Restaurante Justiz. Allí dimos cuenta de unos enormes filetes empanados, los cuales nos habíamos ganado a pulso. ¡Una gesta así se merecía un premio como este!
Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos
📍 Punto de inicio: comenzamos la ruta en el aparcamiento que hay junto al Bar Restaurante Justiz. Si empezáis a primera hora, tiene la duración perfecta para ir, volver y comer allí. Os recomendamos reservar, sobre todo si es en fin de semana.
📏 Distancia / desnivel: cuando terminamos el recorrido, el reloj marcaba casi 10 kilómetros. El desnivel positivo fue de 450 metros.
💪 Dificultad: la ruta no es especialmente complicada, pero tampoco la más fácil del mundo. Pensad que es larga, tiene desnivel, hay algunas zonas en las que podéis pasarlo mal si tenéis vértigo y el descenso a la zona de las paramoudras es complicado. Si vais al campo de vez en cuando podréis complicarla sin problemas, pero no os la recomendamos si es vuestra primera vez.
⏲️ Duración: tardamos tres horas y media entre ir y volver. Se puede hacer más rápido (hicimos muchas fotos), pero al final fuimos a buen ritmo porque el hambre apretaba.