Zarautz es uno de los pesos pesados del turismo costero de Euskadi. Su playa adquiere tintes poco menos que de leyenda, atrayendo a viajeros de todas las clases sociales desde que el mundo es mundo. A eso hay que sumarle una gran tradición en la práctica del surf, un casco histórico repleto de sorpresas y una ubicación excelente para hincarle el diente a Urola Kosta, una de las comarcas más bonitas de Gipuzkoa. Sin embargo, pese a esta brillante carta de presentación, todavía hay mucha gente que piensa eso de que Zarautz es una playa y poquito más. ¡Nada más lejos de la realidad! Como muestra, aquí os traemos este post, en el que os enseñamos qué ver y qué hacer en esta preciosa villa turística.
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Zarautz, mucho más que sol y playa (¡aunque también!)
Fundada en 1237 por Fernando III de Castilla, los primeros siglos de Zarautz estuvieron estrechamente vinculados a la pesca de ballena. Una actividad tan peligrosa como rentable que fue el motor de la economía zarautzarra durante más o menos 4 siglos, hasta que el Cantábrico fue prácticamente esquilmado. En ese momento, la villa tuvo que reconducir su economía hacia otras actividades, como la agricultura o la fabricación de muebles.
Fruto de esa economía flexible, de sus excelentes recursos naturales y de su magnífica ubicación, Zarautz es uno de los destinos turísticos pioneros en el sur de Europa. Tuvo un gran empujón a mediados del siglo XIX gracias a Isabel II de España, que estableció allí su lugar de veraneo oficial. Tras ella llegaron aristócratas de toda Europa, los cuales buscaban apurar su vacaciones tras pasar por destinos como San Sebastián o Biarritz.
A ese turista pomposo y elegante se le fue uniendo poco a poco otro tipo de viajero, cuya principal motivación eran, son y serán las olas. Y es que Zarautz es uno de los grandes destinos para hacer surf del norte de España, por lo que en sus aguas siempre veréis a gente con sus tablas y sus coloridos neoprenos.
Por cierto, al calor de toda esa dinámica propuesta turística también ha surgido una maravillosa oferta gastronómica. En Zarautz se come súper bien y de una manera muy diversas: podéis encontrar muchos bares de pintxos, pero también heladerías artesanales, hamburgueserías con productos de caserío o restaurantes de menú a buen precio.
La visita a Zarautz tiene básicamente dos enfoques. Podéis centrarlo todo en la playa y sus alrededores, pero también existe un casco viejo volcado al interior que merece mucho la pena. Dos realidades que se dan la mano, que se complementan y que os darán la visión completa de todo lo que tiene que ofrecer la villa.
La única pega que le ponemos a todo esto es que aparcar es difícil, ya que resulta imposible hacerlo gratis y tanto los parkings como las áreas de zona azul suelen estar completas. Os recomendamos dejar el coche en el extremo occidental de la urbe, ya que así estaréis cerca tanto de la parte histórica como de la playa (el Parking Indigo – Munoa suele ser nuestra opción habitual, pese a sus precios absolutamente abusivos).
Turismo en Zarautz
Casco viejo
Palacio de Narros
Empezamos la visita yendo al Palacio de Narros, uno de los edificios más monumentales y representativos de Zarautz. Aunque data del siglo XVI, es famoso fundamentalmente por haber sido la residencia de verano de Isabel II de España en los años centrales del siglo XIX. A raíz de ello, ha sido frecuente la presencia en su interior de aristócratas procedentes de toda Europa: Alfonso XIII, Balduino de Bélgica, la Duquesa de Alba…
Llegó a albergar hasta cuatro cuadros de Velázquez, los cuales se encuentran ahora en el Museo del Prado, en el Metropolitan de Nueva York y en el Museo de Arte de São Paulo. Sea como fuere, lo más habitual es tener que conformarse con la visita por el exterior. Del lado hacia la carretera podréis contemplar parte de su jardín inglés, mientras que su fachada más sobria da directamente hacia la playa.
Conjunto Arqueológico-Monumental de Santa María la Real
Justo enfrente del Palacio de Narros está el Conjunto Arqueológico-Monumental de Santa María la Real. Nunca la palabra «conjunto» tuvo tanto sentido, ya que está formado por una solemne Torre-Campanario (el edificio más antiguo de la villa), un yacimiento arqueológico, un precioso parque junto a unos viñedos y la Parroquia de Santa María la Real. Por si esto fuese poco, la torre alberga el Museo de Arte e Historia de Zarautz.
Merece la pena que vayáis hasta este conjunto, incluso aunque sea fuera de horario o no tengáis ganas de ver la zona de museo. Y es que su interior es una de las mejores zonas verdes de Zarautz, con un parquecito precioso por el que siempre es un gusto pasear.
Ermita de Santa Marina
Desde ese punto podríais adentraros directamente hacia el corazón del casco histórico, pero os recomendamos hacer primero una breve incursión por la Calle de San Ignacio. Así, estaréis en disposición de ir a dos lugares muy interesantes. El primero es la Ermita de Santa Marina, un pequeño templo que ha sido reconstruido en muchas ocasiones. De hecho, en la actualidad solo conserva la fachada, ya que todo el interior tuvo que ser derribado a finales del siglo XX.
Photomuseum, el Museo de Cine y Fotografía de Zarautz
A pocos pasos de allí está el Photomuseum, surgido a raíz de la fusión de las colecciones privadas de Ramón Serras y Leopoldo Zugaza. A lo largo de sus cinco plantas, ubicadas en la preciosa Villa Manuela, podréis ver cientos de objetos y paneles informativos relacionados con la fotografía. Se aborda este arte desde un punto de vista holístico, puesto que podréis ver salas dedicadas a temas tan diversos como los daguerrotipos, el periodismo gráfico o las naturalezas muertas.
Musika Plaza
Hechas ambas visitas, llegó el momento de meterse de lleno en el casco viejo de Zarautz. Una buena primera parada es la Musika Plaza, el epicentro de la vida cultural, social, comercial, política y gastronómica zarautzarra. Con su característico kiosko en el centro, es uno de los espacios abiertos más grandes de su entramado urbano.
Casa Makatza
En una esquinita de la Plaza de la Música está la Casa Makatza, una especie de fortaleza urbana que está allí para recordar que las cosas no eran tan sencillas en el siglo XV. Hay que pensar que Zarautz siempre fue tanto una plaza muy codiciada como el hogar de familias muy poderosas, por lo que este tipo de palacios fortificados eran la norma entre los más adinerados. Desde 1989 es Monumento Histórico-Artístico.
Cine Modelo
Un edificio que no suele aparecer en la guías, pero que a nosotros nos parece alucinante, es el Cine Modelo. Es una de esas salas de las de antes, con una arquitectura fantástica, pocas películas en cartelera y una experiencia realmente auténtica. Si lo vuestro es el séptimo arte, os recomendamos hacer coincidir vuestra visita para poder disfrutar de una proyección en su interior.
Mercado de Zarautz
Por el contrario, si lo que os gusta es la gastronomía, a pocos pasos de allí encontraréis el Mercado de Zarautz. Es un magnífico escaparate a los colores y aromas tradicionales de la gastronomía vasca, siendo uno de los puntos de abastecimiento más destacados en muchos kilómetros a la redonda. Nos sirve para insistir en la idea de que Zarautz es un sitio real y lleno de verdad, no un mero destino de sol y playa.
Casa Portu
En la Plaza de los Fueros os espera Casa Portu, actual Ayuntamiento de Zarautz. No se nos ocurre un sitio mejor para establecer la casa consistorial de la urbe, ya que está allí desde el siglo XVI y es una de las construcciones mejor conservadas. Es de planta rectangular, tiene tres pisos y representa a las mil maravillas la arquitectura barroca en esta zona de la Península Ibérica.
Casa Dotorekua
Más o menos se podría decir lo mismo de la Casa Dotorekua, pues también fue construida en el siglo XVI, también tiene tres plantas y también es de planta rectangular. En su fachada se puede contemplar el escudo de armas de los Zarauz. Normalmente está cerrado al público, pero en los meses cálidos del año se organiza una visita diaria por su interior (sale desde el Museo de Arte e Historia, en Santa María).
Torre Luzea
Un poquito más antigua es la Torre Luzea, ya que data del siglo XV. Ubicada en la Kale Nagusia, es considerada unánimemente como el mejor ejemplo de palacio-torre gótico de Gipuzkoa. Está junto a un bonito parque, por lo que puede ser un estupendo momento para hacer un alto en el camino y tomar fuerzas antes de seguir la caminata por Zarautz.
Nafarroa Kalea
De hecho, aquí viene un tramo tirando a opcional. Hasta este punto ya se habría visto lo más típico de la zona vieja, pero el ensanche también está lleno de edificios interesantes. Si queréis explorar a fondo Zarautz, podéis recorrer de arriba a abajo la Nafarroa Kalea (así es cómo se conoce a la N-634 a su paso por la villa) y buscar sus construcciones más emblemáticas. No deberíais perderos la Iglesia-Convento de San Juan Bautista, el Palacete Villa Munda – Zeleta Berri, el Convento de las Carmelitas o el Palacio Sanz Enea.
Zona de la playa
Playa de Zarautz
Cambiamos radicalmente de tercio y le cedemos ahora todo el protagonismo a la Playa de Zarautz. Conocida popularmente como la reina de las playas, se trata de una de las playas más extensas de toda la cornisa cantábrica: más de 2500 metros de fina arena dorada.
Es cierto que en momentos de marea alta se vuelve un poquito estrecha, pero en la bajamar es absolutamente alucinante. Allí conviven sus míticas casetas de tela con rayas de colores, surfistas que apuran hasta la última ola, gente que se pone sus mejores galas para dar un paseíto junto al agua…
Paseo marítimo
Si no queréis ir a pie de playa, siempre os quedará el magnífico paseo marítimo de Zarautz. Se trata de un larguísimo malecón repleto de restaurantes, tiendas y escuelas de surf, en el cual veréis a gente paseando a absolutamente cualquier hora del día.
Hay que decir que Zarautz es un museo de arte contemporáneo al aire libre, congregando buena parte de sus piezas en el paseo marítimo. No os podéis perder las más míticas, como La Dama de Zarautz, Aspersión y Vertido o Canons 22.
Nuestra recomendación: haceos con un helado y pasead tranquilamente por el malecón, disfrutando del ir y venir de gente, de los surferos cogiendo olas y del omnipresente Monte de San Antón en el horizonte.
Hotel-Restaurante KA
Por cierto, en el extremo oriental de Zarautz os espera el mítico Hotel-Restaurante KA. Ubicado en Villa Aiala (una construcción de comienzos del siglo XX), se trata del centro de operaciones de Karlos Arguiñano, su mujer y sus hijos.
El mítico cocinero vasco tiene su propia estatua (uno de los elementos más fotografiados de Zarautz), un hotel, un restaurante, una bombonería… Aunque mucha gente le critica por no dedicarse a la alta cocina, innegablemente ha sido uno de los grandes difusores y pedagogos de la gastronomía entre finales del siglo XX y comienzos del XXI.
Talai Mendi
Más allá de la playa tenéis dos excursiones interesantes. Al este os espera Talai Mendi, un monte sensacional en el cual hay absolutamente de todo: campings, campos de golf, espacios naturales protegidos, rutas de senderismo, miradores hacia Zarautz…
El Camino de la Costa
Por el contrario, hacia el oeste os espera el Camino de la Costa, un paseo de 4 kilómetros que os llevará directamente hasta la vecina localidad de Getaria. No tiene pérdida, simplemente hay que ir caminando desde el Palacio de Narros hasta el mítico monte con forma de ratón. Os lo recomendamos especialmente al atardecer, aunque cualquier hora del día es buena para disfrutar de un paseo tan bonito como este.