Hablar de turismo en el País Vasco Francés obliga a mencionar de inmediato a Biarritz, una ciudad que lleva atrayendo a viajeros desde hace siglos. Muy popular como destino vacacional entre la burguesía europea del siglo XIX, se dice que fue utilizada como modelo para la construcción de San Sebastián. Hoy en día sigue siendo un destino de primer nivel, gracias a su patrimonio, sus playas y su infinita propuesta cultural.
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Biarritz, la ciudad que destila glamour
La ciudad de Biarritz sabe sacarse partido. Es un sitio que cuida al máximo sus edificios, que no duda en posicionarse como un trampolín para visitar los alrededores y que sabe que cada segmento de público vale la pena. Por ejemplo, tan pronto veréis por la ciudad paseando a surferos, familias con niños pequeños o a gentlemans que van a gastarse el dinero en el casino.
Si por algo se caracteriza la ciudad es por su interesante oferta deportiva. Si bien el surf es su emblema, la otra cara de la moneda es el golf: existen hasta 16 campos diferentes en menos de 100 kilómetros a la redonda. Pocas ciudades pueden decir eso.
¿Estáis buscando una escapada urbana en lugar de poneros a sudar? Sin problema, pues en Biarritz os esperan un montón de edificios interesantes, muchos museos, tiendas auténticas que os permitirán volver a casa con un montón de recuerdos chulos…
Turismo en Biarritz
Organización de la ruta
Biarritz es una ciudad con muchas cosas para ver y con algunas zonas que habitualmente están repletas de gente, por lo que conviene organizar bien el recorrido antes de hincarle el diente. En este caso, nuestra propuesta es que vayáis directamente hacia la Oficina de Turismo por dos motivos bien distintos: en los alrededores hay varios aparcamientos (de pago) y os darán jugosa información para visitarlo todo.
A partir de ahí, habría que hacer una especie de ocho. Lo primero sería subir hacia el faro y volver, visitando un montón de cosas por el camino y disfrutando de la impresionante playa. De vuelta al punto inicial, el recorrido sería ahora hacia el sur, dando cuenta de las cosas que están a pie de costa como en el interior del casco histórico.
La ruta en sí os llevará como mínimo medio día, aunque Biarritz normalmente abarca una jornada completa entre parar a ver cosas, ver algún museo, comer o comprar algo. A modo de referencia, en las calles más anchas (como la Avenue Edouard VII o la Avenue de la Reine Victoria) veréis elegantes edificios modernistas, mientras que en los alrededores del mercado podréis disfrutar de una versión más coqueta y tradicional de Biarritz.
Casino Municipal
Así, una vez hayáis aparcado y pasado por la Oficina de Turismo, os recomendamos que os encaminéis hacia el Casino Municipal. Es uno de los grandes ejemplos de Art Déco en Biarritz, el cual luce especialmente bonito gracias a la ambiciosa reforma que se realizó a finales del siglo XX. En su interior os esperan las salas de juego propias de un casino, además de un restaurante, una piscina, un centro de congresos y otros muchos espacios. Eso sí, recordad que hay que vestirse elegante para cruzar el umbral de su puerta. No era nuestro caso, así que continuamos con la ruta.
Grande Plage y Plage Miramar
El Casino Municipal de Biarritz está en el extremo occidental de la Grande Plage, la playa principal de la ciudad. Es una infinita sucesión de fina y cálida arena, que enlaza directamente con la Plage Miramar (en el extremo oriental).
¿Qué podemos decir? Es el espacio más representativo de Biarritz, el cual ha sido el responsable de atraer a millones de turistas desde hace ya siglos. Es un sitio de un valor natural incalculable, por el que siempre da gusto pasear y en el que se ven surfistas a diario. La playa más playa que podáis imaginar.
Chapelle Imperiale
Puede que os cueste, pero en este punto hay que dejar de lado la playa y hacer una breve incursión hacia el interior. En concreto, enfilad la Avenue de la Marne y buscad la Chapelle Imperiale, la alucinante capilla construida en la segunda mitad del siglo XIX por orden de la Emperatriz Eugenia de Montijo. La mandataria quería rendir honores a Nuestra Señora de Guadalupe, lo cual se hizo a través de un edificio a medio camino entre lo románico, lo bizantino y lo hispano-árabe.
Iglesia Ortodoxa de Biarritz
Desde ahí, lo mejor es que os paséis por la Iglesia Ortodoxa de Biarritz, construida en 1890 en estilo neo-bizantino. La ciudad siempre ha tenido una gran presencia de población rusa, fruto de lo cual surgió este templo dedicado a la Virgen María y a Alexander Nevski.
Se puede visitar por dentro de manera gratuita, algo muy recomendable. Pocos edificios ortodoxos hay en la zona, así que no dejéis pasar la oportunidad.
Hotel du Palais
De vuelta a la playa, el Hotel du Palais debería ser vuestra siguiente parada. En su momento fue la residencia oficial de Eugenia de Montijo, de ahí su majestuosidad y sus desproporcionadas dimensiones. Hoy en día tiene un uso bien distinto, ya que se ha convertido en un hotelazo de cinco estrellas, el cual incluye también spa, salón de té y restaurante.
Faro de Biarritz
Llegados a ese punto, tenéis que seguir caminando hasta el final de la playa. Y es que allí os espera el Faro de Biarritz, una de sus construcciones más emblemáticas y representativas. Con sus 73 metros de altura, lleva guiando a los barcos desde el Cabo Hainsart desde el año 1834. Es justo el límite entre el País Vasco Francés y las Landas.
Más allá de que el faro es estupendo, estar a sus pies os permitirá disfrutar de unas vistas impresionantes del resto de la ciudad. Podéis incluso llegar un poquito más alto, ya que se puede subir a lo alto de su torre. Eso sí, previo paso por 248 escalones.
Iglesia de San José
Tal y como dijimos, esta ruta por la ciudad es una especie de ocho. Desde el faro, tendréis que deshacer vuestros pasos hasta el Casino Municipal, para ahora ir en la otra dirección. La primera parada de este segundo tramo de la visita será en la Iglesia de San José (Église Saint-Joseph), un templo católico de finales del siglo XIX.
Museo de Historia de Biarritz
Desde la iglesia, tendréis a tiro de piedra el estupendo Museo de Historia de Biarritz. Se da la circunstancia de que se ubica en un antiguo templo anglicano, que en la actualidad ofrece una exposición permanente sobre el devenir histórico de la ciudad. En sus salas podréis ver cómo Biarritz pasó de ser un humilde puerto de pescadores a la Playa de los Reyes.
Halles, el mercado municipal
Al ladito está el Halles de Biarritz, algo así como el mercado municipal de la ciudad. Está en un bonito edificio que abre a diario de 7:30 a 14:00, ampliando su horario en julio y agosto de 18:00 a 21:00.
Más allá de que sea un lugar estupendo si os gustan los colores y los olores de los mercados, también tiene sitios de muy alta factura para picar algo. Nosotros comimos un par de crepes en Au P’tit Dolmen, los cuales estuvieron realmente buenos.
Asiatica, el Museo de Arte Oriental
Un poco más hacia el interior, aunque de visita imprescindible si os gusta el tema, está Asiatica, el Museo de Arte Oriental de Biarritz. Se dice que está en el top 5 europeo de museos dedicado a arte oriental, con más de 1000 piezas disponibles en su exposición permanente.
Bellevue
Tomando de nuevo el rumbo a la costa, llegamos hasta el Bellevue. Se trata de un monumental centro de congresos que ocupa un enorme edificio de la Belle Epoque, el cual define la silueta de Biarritz de una manera determinante.
Aparte de verlo a pie de playa, se puede subir a un popular mirador que tiene en la zona alta. Allí hay una escultura de Jorge Oteiza, el artista de Orio.
Iglesia de Santa Eugenia
Cerquita de ese lugar está la Iglesia de Santa Eugenia, construida entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Es a la vez edificio religioso y centro de exposiciones, ya que la cripta suele mostrar diferentes obras de arte de la ciudad.
Puerto de los Pescadores
Bajo la iglesia se encuentra el Puerto de los Pescadores (Port des Pêcheurs). Fue creado en 1870 de rebote, tras abandonar el proyecto de otro puerto, pero transformó la ciudad para siempre y de una forma espectacular. Prácticamente desde su concepción se convirtió es uno de los sitios más bonitos de Biarritz, con un montón de cabañas típicas de pescadores (crampottes) que en la actualidad albergan todo tipo de restaurantes.
Es uno de nuestros lugares favoritos de la ciudad. Os recomendamos que lo exprimáis al máximo, curioseando por todos sus encantadores rincones y analizando hasta el último detalle.
Aquarium
Si desde el barrio pesquero subís unas largas escaleras, llegaréis hasta la esplanada en la que se encuentra el Aquarium de Biarritz. Es uno de los acuarios más importantes de toda Francia, siendo visita obligada en caso de que os interese la vida marina o estéis viajando con niños pequeños.
Además, su inmediaciones también resultan una de las mejores zonas verdes de Biarritz. Desde allí tendréis muy bonitas vistas de otras partes de la ciudad.
Rocher de la Vierge
¿Recordáis que el Puerto de los Pescadores se hizo tras abandonarse otro proyecto? Ese fue el Puerto del Refugio, del cual queda únicamente el Rocher de la Vierge: una suerte de peñasco unido a la tierra a través de una pasarela metálica. En días de fuerte oleaje no podréis acceder a él (se cierra por seguridad), pero en general se trata de uno de los puntos más visitados y fotografiados de toda la ciudad de Biarritz.
Port Vieux
Por último, nuestra visita llegó hasta el Port Vieux, una pequeña playa que antaño se utilizaba para despedazar las ballenas que se pescaban frente a la costa de Biarritz. Napoleon III le dio otro uso, ordenando en 1858 que pasase a ser una zona de baños. Hoy en día también es un sitio muy fotografiado, gracias en buena medida a la casa que hay en el horizonte. Justo detrás está la Plague de la Côte des Basques, la playa más larga de la ciudad.
Mapa turístico de Biarritz
Para terminar, aquí os dejamos un mapa turístico de Biarritz. En él podéis ver localizados todos los puntos de interés de esta preciosa ciudad costera.
