Las islas Lofoten a través de sus oficios tradicionales: un viaje por la mejor artesanía de Noruega

De entre las muchas maneras que hay de viajar al archipiélago, en este post os traemos una de lo más original. Y es que os vamos a enseñar las islas Lofoten a través de sus oficios, con un recorrido de siete paradas en el que podréis entrar en contacto con sus actividades más tradicionales. Desde la elaboración de queso hasta el soplado de vidrio, pasando por el taller en el que se fabrican sus míticos cormoranes de hierro forjado.

Siete oficios para conocer las islas Lofoten

Lofotpils, cerveza artesanal en Svolvaer

Si vuestra ruta por las Lofoten va de norte a sur, seguramente vuestra primera parada sea en la ciudad de Svolvaer. Allí os espera Lofotpils, la fábrica de cerveza artesanal que se encarga de refrescar las gargantas de buena parte del norte de Noruega.

El proyecto en sí es relativamente nuevo, ya que el primer embotellado de cerveza se produjo a finales de 2014. Sin embargo, es un proyecto que lo fía todo a la tradición. El principal ingrediente de sus cervezas es agua dulce procedente de los glaciares de las Lofoten, mientras que el resto de ingredientes (tan solo maltas, lúpulos y levaduras, ya que siguen la Ley de Pureza bávara) proceden de proveedores de contrastado prestigio. Su objetivo principal es la búsqueda del «sabor de Lofoten».

Podéis visitar la fábrica y degustar el producto allí mismo, pero también podréis adquirir sus cervezas en los supermercados de todas las islas Lofoten, así como de ciudades cercanas como Bodo. Sea como fuere, son cervezas deliciosas y con un diseño único. ¡No dejéis de probarlas!

La fábrica de velas de Henningsvaer

Henningsvaer, el pueblo que esconde el campo de fútbol más famoso de Noruega, alberga también una sorprendente fábrica de velas. Nos referimos a Lysstoperiet, un sitio en el que tan pronto podréis degustar especialidades locales (tienen una pequeña cafetería) como visitar su fábrica.

Nosotros fuimos directamente al edificio en el que realizan la producción, donde pudimos adquirir un par de velas artesanales y además hablar con parte del equipo. Nos contaron cómo las fabrican y nos demostraron que, por encima de cualquier cosa, le ponen pasión a lo que hacen.

Lofoten Gardsysteri, el queso de los premios

Y, hablando de pasión, vamos con una de las cosas que más nos gustan en el mundo: el queso. Este producto se ha elaborado en las islas Lofoten desde antiguo, aunque os vamos a llevar a un proyecto de vanguardia: Lofoten Gardsysteri.

Se trata de una familia neerlandesa que se enamoró del archipiélago y decidió quedarse a vivir en él. Para ello, compraron una granja y empezaron a elaborar quesos de una manera tradicional, ecológica y orgánica.

Poco a poco se fueron convirtiendo en una parada habitual en las rutas por la zona, hasta el punto de ser considerada la quesería de las Lofoten. Su producto, el cual podréis comprar y degustar allí mismo, es absolutamente delicioso.

Glass Vikten, amor por el vidrio

Del queso pasamos al vidrio, en este caso con Glass Vikten. Hablamos de una mezcla entre taller, tienda y cafetería, en la que el hilo conductor siempre es el soplado de vidrio y los productos resultantes de esta actividad.

Durante todo el día realizan demostraciones, en las cuales es posible ver cómo elaboran una pieza de principio a fin. Esto incluye fases súper espectaculares (es una pasada ver cómo trabajan el material al rojo vivo) pero también creativas (como cuando decoran, por ejemplo). Son unos artistas y también comunican muy bien, ya que interactúan con el público y hacen que el relato sea muy llevadero.

La industria pesquera de Nusfjord

Quizá de aquí no podáis llevaros nada, pero en el pequeño pueblo de Nusfjord podréis hacer una aproximación a diferentes vertientes de la industria pesquera.

En primer lugar, de la forma más evidente: conociendo cómo era una aldea pesquera, visitando algunos de sus edificios más relevantes y caminando por su muelle, desde donde salían los barcos en busca de bacalao y otras especies del Atlántico y el Ártico.

Pero es que, además, podréis ver un montón de actividades derivadas de esa actividad: desde la elaboración de aceite a partir de hígado de bacalao hasta el ahumado, pasando por el almacenamiento, el secado o el propio consumo (en uno de sus restaurantes).

El herrero de Sund

Conocer al herrero de Sund también es algo absolutamente obligatorio, al menos si queréis hacer una aproximación de calidad a los oficios tradicionales del archipiélago. Visitar su tienda-taller-museo os permitirá conocer un proyecto que arrancó a mediados del siglo XX y que supo aprovechar como ninguno la llegada del turismo de masas.

Su producto más característico es un cormorán de hierro forjado. Podréis ver allí mismo cómo lo elaboran, con las divertidas explicaciones del maestro herrero a la vez que tira de martillos. Por entre 50€ y 100€ en función del modelo (no hay dos iguales) podréis llevaros uno de estos animales a vuestra casa.

Los cinnamon buns de Å

Terminamos con otro oficio relacionado con el buen comer: la pastelería. En el pequeño pueblo de A (una de las primeras paradas en las Lofoten si vais de sur a norte) os espera The Bakery, un comercio tan tradicional que abrió sus puertas en 1878. Se dice que tiene los mejores rollitos de canela (cinnamon rolls o cinnamon buns) de todo el archipiélago, lo cual es mucho decir.

Por 5€ unidad podréis adquirir uno de estos bollos, los cuales son servidos en un envase de lo más especial: una bolsita de papel en la que viene la receta. Así, si os gusta la repostería, podréis preparar vuestros propios rollitos en casa. No os preocupéis sin en The Bakery no quedan, pues en todas las tiendas de A suelen tener unos poquitos del día.

Consejos para hacer shopping en las Lofoten

No queremos acabar este post sin antes daros unos pequeños consejos para ir de compras en las islas Lofoten. Son cosas tirando a básicas, pero que nunca está de más recordar:

  • Si compráis directamente al artesano o productor del producto, estaréis apoyando a tope su proyecto. Es la mejor manera de hacer que una persona pueda vivir de su arte.
  • Haciendo esto, además, obtendréis mejores tarifas que en ningún otro lugar.
  • En las Lofoten no vale eso de «ya lo compraré más tarde». Pensad que es un recorrido lineal de sur a norte o viceversa, por lo que es muy probable que si no compráis algo en el momento no volváis a verlo.
  • Aunque en todas partes se puede pagar por tarjeta, todavía quedan algunas excepciones. Os recomendamos llevar unas cuantas coronas encima.
  • Los viajeros dejamos mucho dinero cuando vamos de un sitio a otro. Siempre es mejor dejarlo en sitios con alma y que aporten algo de valor en la economía local.
  • En casi todas las tiendas podréis entrar con vuestro perro, en caso de que estéis viajando con él. ¡Las Lofoten son dog friendly, como toda Noruega!
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