Qué ver en Hamnoy, el pueblo-hotel de las Islas Lofoten

Hamnoy es uno de los pueblos pesqueros más famosos de las islas Lofoten. Sus casitas rojas de madera son una estampa clásica del archipiélago, por la cual pasan prácticamente la totalidad de los viajeros que van a esta zona del norte de Noruega. Pensad que la mítica carretera E10 atraviesa literalmente el pueblo, por lo que es un sitio por el que se pasa de un modo o de otro.

Lugar de paso, lugar para descansar

Ubicada en la cara este de la isla de Moskenesoya y a tan solo un kilómetro y medio de Reine (otro de los pueblos más populares de las Lofoten), Hamnoy es una localidad que hasta hace no mucho solo se podía visitar mediante ferry. De hecho, no fue hasta finales del siglo XX cuando se acometió el proyecto definitivo para unir todas las islas mediante puentes y túneles, pensando en que ya no hiciesen falta barcos.

A día de hoy apenas viven 60 personas en Hamnoy. De hecho, la mayor parte de las casitas tradicionales de pescadores ahora pertenecen al Eliassen Rorbuer, un hotel que posee la mayor parte del pueblo. Sea como fuere, su mantenimiento es óptimo y se puede caminar sin problemas por allí, por lo que muy mal se os tiene que dar para no iros de allí con un buen puñado de buenas fotografías.

La verdad es que esperábamos un sitio súper auténtico, pero nos quedamos un poco fríos. Nada que reprochar a la imagen, como ya hemos dicho, pero que Hamnoy sea una especie de pueblo-hotel le resta bastante encanto (salvo que os alojéis allí, claro).

Sea como fuere, nosotros hicimos una paradita y estuvimos un rato por allí. Seguid leyendo y os contaremos cómo fue nuestra experiencia.

Turismo en Hamnoy

Como os decimos, la mayor parte de Hamnoy pertenece a un resort vacacional. Obviamente no podréis ir entrando de casa en casa, pero nadie os pondrá ningún problema en moveros por la zona.

De hecho, tienen algunos espacios claramente abiertos al turismo. Por ejemplo, si seguís los carteles de Historic Exhibition llegaréis a una especie de museo en miniatura.

También hay una pequeña panadería – pastelería, además de un par de establecimiento en los que se pueden contratar actividades y excursiones guiadas por la zona.

Pese a que ahora todo esté centrado en el turismo, son conscientes de que las tradiciones de las islas Lofoten son un foco de atracción para viajeros. Por eso, todavía se han mantenido los clásicos secaderos de pescado, los cuales podréis visitar por toda Hamnoy.

También encontraréis varios ejemplos de algo que no es nada habitual en el archipiélago: arte urbano. Y es que muchos edificios de Hamnoy están decorados con graffitis y pequeñas composiciones artísticas, aunque siempre con elementos tradicionales como hilo conductor.

¿Merece la pena ir a Hamnoy? Sin duda, es un sitio muy pintoresco y literalmente no hay que desviarse, ya que la carretera pasa por él. Eso sí, no esperéis un sitio súper auténtico y acogedor, puesto que a día de hoy es básicamente un resort vacacional.

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