Sakrisoy es una de las islas más pequeñas de las Lofoten. Se encuentra entre dos brazos de Moskenesoya, ya en la cara sur del archipiélago, y allí encontraréis uno de los restaurante más famosos de la zona: Anita’s Seafood. Os vamos a hablar de ese establecimiento, por supuesto, pero también de las demás cosas que podéis encontrar en este mágico lugar.
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Una isla familiar en un entorno maravilloso
Durante varias generaciones, la familia Gylseth ha sido la propietaria de la mayor parte de la isla de Sakrisoy. Allí empezaron pescando y comerciando con sus capturas, pero poco a poco fueron enfocando sus negocios hacia el turismo. Así, en este terreno de reducidas dimensiones han creado una de las mejores propuestas turísticas de las islas Lofoten.
Sakrisoy se encuentra relativamente cerca de Olstind, una de las montañas más representativas del archipiélago. Es un entorno absolutamente fascinante y que, junto a las antiguas casitas de pescadores y todo el tinglado que tienen los Gylseth en la isla hacen de este lugar una especie de Lofoten en miniatura.
Aunque todo comenzó en el último cuarto del siglo XIX, el boom de Sakrisoy vino con la construcción de la carretera E10 un siglo más tarde. Los viajeros que recorrían las Lofoten de un extremo a otro tenían que pasar necesariamente por allí, por lo que las oportunidades de negocio estaban más que garantizadas.
Hoy en día es un sitio muy conocido. De hecho, no hay blog o guía de viajes que no lo mencione. Precisamente teníamos ciertos recelos en ir para allí, ya que este tipo de lugares tan populares no nos suelen aportar demasiado. Sin embargo, tenemos que reconocer que en este caso la turistada sí que valió la pena.
Turismo en Sakrisoy
Anita’s Seafood, el emporio gastronómico de las Lofoten
Como ya hemos dicho un par de veces, Anita’s Seafood (o Anitas Sjomat en noruego) es el principal punto de interés de Sakrisoy. Es una mezcla entre restaurante y tienda gourmet, en el cual la parada es absolutamente obligada. Incluso aunque no comáis o compréis nada, merece la pena ver el sitio, lo que ofrece y encontrarse con gente venida de todas partes del mundo.
Su absoluto emblema es la hamburguesa de pescado. No podíamos irnos de allí sin probarla, así que nos pusimos a la fila (que no era pequeña) y esperamos nuestro turno. Barata no fue, ya que costó 199 NOK por persona, pero tenemos que reconocer que mereció la pena. Contra todo pronóstico, resultó ser una de las cosas más ricas que probamos en las Lofoten.
Las hamburguesas se pueden tomar en el propio restaurante o, si tenéis suerte con el tiempo, en el merendero junto al agua que hay fuera. Nosotros fuimos en un día súper soleado, así que pasamos un rato excelente.
Aparte de su propuesta gastronómica, Anita’s Seafood es una tienda gourmet maravillosa. Los precios son similares a los del resto de las islas (caros), pero tenemos que reconocer que su variedad de producto es digna de mención.
Casitas de pescadores tradicionales
En Sakrisoy hay 15 o 20 edificios, no más. Buena parte de ellos pertenecen al pequeño imperio de la familia Gylseth, que los ha convertido en Rorbu Cabins: un alojamiento que pone en valor estas casitas de pescadores y os permitirá pernoctar en ellas. Hay otros alojamientos en la isla, todos con el mismo rollito. Es una pasada poder dormir en estas casitas, las cuales datan en su mayoría del siglo XIX.
Si dais un paseo por las dos o tres calles que conforman Sakrisoy, veréis que también hay algunas casas que son privadas. Totalmente comprensible: por mucho turismo que haya en la zona, nosotros tampoco nos moveríamos de un sitio tan espectacular si hubiésemos nacido allí.
Por cierto, al fondo hay otro pequeño lugar para comer, Underhuset Restaurant. No es tan famoso como Anita’s Seafood y parece algo más gourmet, pero no lo probamos.
Tienda de antigüedades
Hay una pequeña tienda de antigüedades en Sakrisoy. Allí podéis comprar todo tipo de cachivaches tradicionales, por supuesto a precios absolutamente disparatados.
Museo de Muñecas y Juguetes de Dagmar
También hay hueco en Sakrisoy para un pequeño espacio expositivo. En este caso, para el Museo de Muñecas y Juguetes de Dagmar. La entrada cuesta 100 NOK por persona (10€ al cambio) y está centrado fundamentalmente en juguetes de finales del siglo XIX y la primera mitad del XX.
Secaderos de pescado
Por último, cabe destacar que buena parte de los productos que se cocinan y venden en Anita’s Seafood son de producción propia. Por ello, por todo Sakrisoy veréis los clásicos secaderos de pescado. Si vais en temporada los veréis repletos de producto, mientras que fuera de ella os tendréis que conformar con sus estructuras de madera.