Qué ver en Svinoya, la islita al lado de Svolvaer

Svinoya es una pequeña isla de las muchísimas que componen las islas Lofoten. Pertenece a la ciudad de Svolvaer, a la cual está conectada mediante un pequeño puente, y constituye un auténtico lugar de contrastes. En su escasa superficie conviven un resort vacacional de lujo, galerías de arte, fábricas de conservas y también obras de arte.

Mucho más que un resort vacacional

Aunque la visita podría considerarse un apéndice más de Svolvaer, hemos querido escribir sobre Svinoya en un artículo independiente. Y es que esperábamos poco de esta zona de la ciudad, pero finalmente resultó ser una de las más interesantes y diversas.

Aunque la mayor parte de Svinoya viene a ser un conjunto de hoteles y apartamentos de gama alta, lo cierto es que la isla da para muchas más cosas. Podéis recorrerla a pie (apenas tiene un kilómetro y medio de punta a punta) o simplemente en coche e ir haciendo paraditas. Sea como fuere, os aseguramos que tiene mucho más de lo que parece.

Turismo en Svinoya

Arquitectura popular

La zona más pegada al puente que conecta Svinoya con Svolvaer es la más antigua de la isla. Allí encontraréis un buen puñado de casas de colores de los siglos XIX y XX, muchas de ellas convertidas actualmente en un resort vacacional (el Svinoya Rorbuer).

El elemento más representativo The Manor House, una casa señorial de 1828 que presume de ser uno de los lugares más lujosos para pernoctar en las Lofoten.

Galerías de arte

También en esa zona pegada al puente veréis algunas galerías de arte, en consonancia con lo que se puede ver también en Svolvaer. Al fin y al cabo, a nadie le debería sorprender que un lugar tan evocador como ese sea el caldo de cultivo perfecto para que los artistas surjan como las setas.

Secaderos de pescado

Sin embargo, si os adentráis en la isla hacia el sur (ya sea a pie o conduciendo) veréis como todo ese glamour desaparece, dejando pie a diferentes industrias tradicionales. Allí encontraréis empresas que reparan barcos, fábricas de aperos de pesca y conserveras.

Precisamente, la suma de las tres cosas viene a dar un paisaje muy típico de las islas Lofoten: una interminable sucesión de secaderos de pescado. Hechos en madera y con una característica forma triangular, son unas estructuras súper fotografíadas.

Espigón (vistas de Svolvaer)

Al fondo de Svinoya os espera su largo e impresionante espigón, por el cual podréis caminar. Mucho ojito si, como a nosotros, os toca un día de mal tiempo: el viento es intenso y las olas se vuelven peligrosas por momentos. Eso sí, a cambio podréis disfrutar de las mejores vistas de Svolvaer, al otro lado de las aguas. Si queréis llegar hasta aquí, en Google Maps tenéis que poner Moloen I Svolvær.

Mujer del Pescador (Fiskerkona)

Por último, al final del espigón os espera la Fiskerkona: una escultura súper bonita que en castellano vendría a ser La Mujer del Pescador (o La Esposa del Pescador, lo mismo da). Esta obra de arte sirve de homenaje a las mujeres de los que antaño se echaban a la mar, que esperaban con cautela a su regreso.

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