Qué ver en Tamajón, la puerta de entrada a la Arquitectura Negra de Guadalajara

Hoy queremos compartir con vosotros Tamajón, uno de los pueblos de la provincia de Guadalajara que más nos gustan. No solo puede servir como punto de partida para un fin de semana haciendo la ruta de la Arquitectura Negra o para hacer excursiones por el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, sino que por sí mismo es un destino turístico de primer nivel.

En sus calles encontraréis un montón de patrimonio histórico-artístico y en sus alrededores parajes naturales increíbles, lo que sumado a todo lo que ofrecen sus pedanías hace que sea un lugar muy a tener en cuenta. Mucho ojo con Tamajón, pues es uno de los mejores sitios que conocemos para hacer turismo rural en el centro de la Península Ibérica.

Una caja de sorpresas en la Sierra Norte de Guadalajara

Si algo nos fascina de Tamajón es que en muy poquito territorio alberga infinidad de atractivos turísticos. Esto no debe sorprenderos si conocéis un poquito de su historia, ya que se trata de un pueblo que tuvo un gran desarrollo en la Edad Media (cuando adquirió una gran importancia a nivel comercial), en la Edad Moderna (gracias a la presencia de muchas familias poderosas) e incluso en la Edad Contemporánea (albergando algunas de las primeras iniciativas industriales de la provincia).

Sin embargo, más allá de un exitoso devenir en el transcurso de los siglos, también hay que poner en valor la relación entre Tamajón y su entorno. Por un lado, porque sus alrededores son de una belleza natural sin igual, por lo que una excursión al pueblo necesariamente tiene que tener también un paseíto por alguno de sus ecosistemas cercanos. Y, por otro, porque en su término municipal hay cuatro interesantes pedanías y un pueblo abandonado, complementos perfectos para una jornada (o incluso un fin de semana) en este enclave del Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara.

En los próximos párrafos os vamos a enseñar todo lo que ver y que hacer en Tamajón, para que os hagáis a la idea de lo muchísimo que os está esperando. Puede ser una excursión de un día desde Madrid perfecta, ya que se encuentra a poco más de una hora, pero también desde muchos otros puntos ya que está excelentemente conectado. Tomad nota, porque os estamos hablando de un destino increíble.

Turismo en Tamajón

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Sin lugar a dudas, el edificio más destacado es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un impresionante templo románico que brilla con luz propia. Se encuentra en un pequeño promontorio en uno de los extremos del pueblo, al inicio del comienzo de la carretera GU-186.

Esta joya de la arquitectura medieval fue construida en el siglo XIII, aunque parte de su aspecto se debe a una reforma del siglo XVI al gusto renacentista. Su elemento más representativo es la galería porticada del sur, en la que destacan los canecillos románicos. La torre también resulta imponente.

En fines de semana y festivos suele estar abierta. El acceso es gratuito y merece la pena que lo hagáis, ya que su planta de tres naves es realmente impresionante.

Plaza Mayor

La Iglesia de Tamajón está en uno de los extremos del pueblo, por lo que normalmente es lo primero que se ve. A partir de ahí, lo habitual es recorrer sus tres calles principales en busca de los edificios más destacados. Siempre estará como referencia la Plaza Mayor, un austero espacio justo en el centro. Destacan los bancos, la fuente y la galería porticada, que entre todos crean un punto estratégico para que los habitantes del pueblo puedan reunirse.

Ayuntamiento (Palacio de los Mendoza)

En uno de los laterales de la Plaza Mayor está el Palacio de los Mendoza, que hoy hace las veces de Ayuntamiento de Tamajón. Es uno de los edificios más imponentes del pueblo, fruto del poder que la Familia Mendoza tuvo entre los siglos XVI y XIV. En la puerta todavía se conserva su escudo de armas. Su fachada de piedra caliza es sencillamente impresionante.

Como ya hemos dicho, el casco urbano de Tamajón está básicamente formado por tres calles: la Calle Nueva, la Calle de Enmedio y la Calle de la Picoteca. Podéis recorrerlas en el orden que queráis, sin olvidar caminar también por las transversales que las conectan. En todas ellas encontraréis excelentes ejemplos de arquitectura popular de serranía, en los que la pizarra es un elemento destacado. No en vano, Tamajón es considerado habitualmente como la puerta de entrada a la ruta de la Arquitectura Negra de Guadalajara.

Casas Señoriales

Eso sí, el pasado dorado de Tamajón hace que no solo han llegado a nuestros días ejemplos de arquitectura popular, sino también un buen puñado de casas señoriales que permiten al viajero conocer lo más selecto de la arquitectura de la gente poderosa.

Al margen del Ayuntamiento, que como ya hemos dicho es el antiguo Palacio de los Mendoza, en las diferentes calles de Tamajón encontraréis la Casa-Palacio de los Montúfar, la Casa del Marqués o la Casa del Escudo del Labrador, así como la Casa Familiar del Poeta José María Alonso Gamo (uno de los principales escritores de la provincia de Guadalajara) o la Casa de los Angelitos.

Antiguo Hospital de Pobres

En la Travesía de la Picota 14 encontraréis el Antiguo Hospital de Pobres, una edificación que sirvió para cuidar a enfermos y pobres entre los siglos XVII y XIX. Como ocurre en el Ayuntamiento, su fachada es un excelente ejemplo de las construcciones que los poderosos realizaban en los pueblos de los alrededores.

Picota

La Calle de la Picota no se llama así por casualidad, sino por una Picota ubicada en uno de sus extremos. Este tipo de elementos arquitectónicos servían para que las autoridades civiles expusiesen a las personas castigadas por la ley. Una buena manera de recordarle a todo el mundo que los malos actos tienen consecuencias.

Fuente y abrevadero

En uno de los extremos del pueblo, bastante cerca de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, están la fuente y el abrevadero, que es como se conoce actualmente al lavadero que antaño utilizaban los habitantes de Tamajón. Antiguo centro de reuniones, hoy en día se ha convertido en uno de sus rincones con más encanto.

Convento Franciscano

Fuera de las tres calles principales, aunque también formando parte de su trazado urbano, está el Convento Franciscano de la Inmaculada Concepción o, mejor dicho, lo que queda de él. Fue construido en el siglo XVII y en su momento de apogeo llegó a tener una comunidad de veinte frailes, pero en 1835 fue abandonado. Sus ruinas deberían ser puestas en valor o poco a poco se irán deteriorando.

Antigua Fábrica de Vidrio

Al otro lado de la carretera, a escasos veinte metros del convento, está la Antigua Fábrica de Vidrio de Tamajón. Como hemos dicho en la introducción, en el pueblo se pusieron en marcha algunas de las primeras iniciativas industriales de Guadalajara. En este caso, un francés llamado Carlos Cadot fue el primero en estar al frente de una institución en la que mayormente se fabricaron vasos y floreros.

CIPAT de Tamajón

En la otra punta del pueblo está el CIPAT de Tamajón. Bajo esas siglas se esconde el Centro de Interpretación Arqueológico y Paleontológico de Tamajón, una iniciativa que es la joya de la corona de la explotación turística moderna del pueblo. Puesto en marcha en 2021, está llamado a ser una de las referencias culturales de la comarca, a través de su exposición permanente, actividades y la difusión turística.

Ermita de la Soledad

A escasos metros del CIPAT está la Ermita de la Soledad, construida en 1580. Tiene una forma realmente singular, con planta cuadrada y cúpula circular. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca religiosa de Guadalajara.

Ermita de la Virgen de los Enebrales

Ya en las afueras del pueblo, en este caso tomando la carretera que sale desde la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, es imprescindible visitar la imponente Ermita de la Virgen de los Enebrales. Está a menos de dos kilómetros, por lo que podéis ir incluso andando, aunque justo en la puerta hay un aparcamiento. En su interior está «La Serrana», que es como se conoce a la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de los Enebrales.

Pequeña Ciudad Encantada

Si habéis ido hasta la Ermita de la Virgen de los Enebrales, es obligatorio que deis un paseo por la Pequeña Ciudad Encantada de Tamajón, un espacio natural espectacular en el que la piedra caliza ha sido moldeada con el paso del tiempo, creando elementos con formas inverosímiles y decenas de pequeñas cuevas. También podéis adentraros en el bosque cercano, disfrutando de varias horas de senderismo de calidad.

Pedanías de Tamajón

Y si habéis ido a Tamajón, es necesario que sepáis que en su término municipal hay tres pedanías que también merecen ser visitadas. Nos referimos a:

  • Almiruete: el pueblo de las Botargas y Mascaritas. Tiene una bonita iglesia y un buen puñado de fuentes.
  • Palancares: pueblo de serranía de manual. Aunque solo tenga una decena de habitantes, es un excelente representante de la arquitectura negra.
  • Muriel: lo que más nos llamó de este sitio fueron sus casas modernas, decoradas con muchísimo mimo por los habitantes de hoy en día.

Además, entre Tamajón y Muriel se encuentra el pueblo abandonado de Sacedoncillo, que también es una pasada. Se puede visitar todo en un mismo día si se va a buen ritmo o con la calma a lo largo de un fin de semana completo.

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