Puede que el Parque Nacional de Cabañeros no sea el más visitado de España, pero resulta innegable que su propuesta turística es del mejor nivel. De ello se encarga un buen puñado de centros de visitantes, museos y puntos de información, entre los cuales hubo uno que nos gustó especialmente. Nos referimos al Centro de Visitantes de Casa Palillos, pues en él se puede encontrar prácticamente de todo: un espacio con una exposición fotográfica, dos senderos autoguiados y algunos de los mejores miradores hacia la raña de Cabañeros.
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Casa Palillos y su amor por el Parque Nacional
Ubicada a medio camino entre las localidades de Pueblonuevo del Bullaque y Santa Quiteria, Casa Palillos es uno de los tres centros de visitantes principales del Parque Nacional de Cabañeros. Se trata de un espacio clave para entender al máximo este espacio protegido: no solo por la información que os darán, sino también por todo lo que veréis y haréis allí.
La primera parada ha de ser siempre el centro de visitantes como tal. Tan solo tenéis aparcar y recorrer parte del jardín botánico (del que luego hablaremos) y llegar hasta el edificio. En él se encuentra la exposición “Cabañeros, Patrimonio Mediterráneo”, en la cual se dan toneladas de información sobre el parque a través de excelentes fotografías.
También hace las veces de punto de información turística. Incluso puede ser un buen lugar para hacer un picnic, ya que junto al edificio hay un estupendo merendero.
El mejor mirador a la raña de Cabañeros
Pasada la puerta de Casa Palillos, a escasos diez metros, se ha instalado un mirador. En nuestra opinión, ofrece una de las mejores vistas que existen hacia la raña de Cabañeros.
Este tipo de paisaje es el más representativo del parque, además de ocupar casi el 20% de su superficie. Su aspecto, a medio camino entre la llanura africana y un escenario postapocalíptico, se debe a la erosión de las viejas cerras cercanas. El terreno se cubre con pastos altos y secos, entre los cuales brotan encinas de gran tamaño.
Que no os extrañe ver saltar por doquier a todo tipo de animalitos si se percatan de vuestra presencia, ya que este tipo de terrenos favorece como pocos la existencia de ciervos, ratoncitos, zorros, grullas o cigüeñas. Incluso por allí hay linces ibéricos, aunque resulta prácticamente imposible verlos en libertad.
Por cierto, si vais a Casa Palillos y está cerrada (algo que sería raro, ya que abre todo el año durante prácticamente todo el día), no os preocupéis por no acceder al mirador. En la pequeña carreterita que comunica Pueblonuevo del Bullaque y Santa Quiteria, en la cual se ubica este centro de visitantes, podéis parar en el arcén y disfrutar también de unas vistas magníficas. No tienen la misma altura, pero desde luego justifican que algunas guías de viajes excesivamente poéticas hablen del Serengueti español.
Las sendas etnográficas y botánicas de Casa Palillos
Para terminar, no podéis iros de Casa Palillos sin visitar sus dos sendas temáticas. La primera de ellas es prácticamente obligatoria, ya que hay que recorrer al menos la mitad para llegar al propio Centro de Visitantes. Nos referimos a la Senda Botánica, que en apenas 600 metros es capaz algunas de las plantas más emblemáticas del Parque Nacional.
La otra, la Senda Etnográfica, parte desde el aparcamiento, y muestra los usos y oficios que tradicionalmente han trabajado el medio rural en esta zona de la Península Ibérica. Incluso se han recreado las típicas cabañas o chozos que dan nombre a Cabañeros. Eran viviendas temporales que se construían para los trabajadores y sus familias, ya que muchos de los oficios (segadores, pastores, carboneros…) eran estacionales. De hecho, el tamaño y la elaboración de las cabañas dependían de la duración que fuese a tener el trabajo.
Es una de las imágenes más singulares y representativas del Parque Nacional de Cabañeros. De hecho, las encontraréis ilustrando la mayor parte de las guías y reportajes sobre este espacio protegido, por lo que si queréis una foto como esta tendréis que acudir necesariamente al Centro de Visitantes de Casa Palillos.