Berzosa del Lozoya es una de esas maravillas de la Sierra Norte de Madrid que viven al margen de los focos. No es ni de lejos el municipio más famoso de la comarca, pero si vais hasta allí disfrutaréis de una excelente excursión por uno de los pueblos más bonitos de la zona. Además, por su privilegiada ubicación, a casi 1100 metros de altitud, tendréis a mano unas excelentes panorámicas de las montañas cercanas. De hecho, a Berzosa del Lozoya se le conoce como el balcón de la Sierra Norte por ese motivo. Seguid leyendo y veréis todo lo que ver y hacer en este sitio tan interesante.
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Tranquilidad, naturaleza y patrimonio al alcance de la mano
Tan solo 85 kilómetros separan a Berzosa del Lozoya de la ciudad de Madrid. Sin embargo, esa distancia es más que suficiente para que el pueblo parezca remotísimo. El asfalto y el ruido de la capital dejan paso a un entorno natural maravilloso, callecitas llenas de encanto, gastronomía irresistible y, en general, todo lo necesario para romper con la rutina.
El nombre del pueblo viene dado por la abundancia presencia de brezo en los alrededores. De hecho, desde que surgiera Berzosa del Lozoya en la Edad Media, la fabricación de carbón ha sido una constante, ya que la vegetación era propicia para ello. También la ganadería y la agricultura han marcado una economía que, en el siglo XXI, está poniendo las cosas difíciles.
Hoy en día Berzosa del Lozoya tiene algo más de 200 habitantes. Todos y cada uno de ellos os esperan con los brazos abiertos al viajero, a sabiendas de que el turismo puede ser una de las últimas oportunidades para sobrevivir en los tiempos locos que vivimos. Esto se traduce en un pueblo excelentemente cuidado, con un montón de rutas de senderismo señalizadas a la perfección y con varios bares en los que degustar la gastronomía local.
Turismo en Berzosa del Lozoya
Iglesia de la Asunción y San Roque
Empezamos la ruta como corresponde en un pueblo de la Sierra Norte de Madrid: en su iglesia. En este caso, en la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora y San Roque. Fue reconstruida casi en su totalidad tras sufrir daños en la Guerra Civil, pero lo cierto es que se puso en marcha en el siglo XVII. Es un edificio sencillo y sin pretensiones, con una única nave en la que hay pocos huecos para que entre el frío.
Si tenéis oportunidad visitad su interior, ya que representa lo mejorcito de este tipo de arquitectura en los pueblos serranos madrileños.
Ayuntamiento
La iglesia está al lado del Ayuntamiento de Berzosa del Lozoya. Ya hemos escrito muchos posts sobre la Sierra Norte, por lo que no os sorprenderá leer (si os habéis pasado por los anteriores) que nos encantan las casas consistoriales de esta comarca del norte de Madrid.
Arquitectura popular
Misma cosa sobre la arquitectura popular. Berzosa del Lozoya es un municipio humilde, en el que la vida es sencilla pero a la vez ha requerido muchísimos sacrificios desde que el mundo es mundo. Por eso, en cada una de sus calles podéis encontrar casas que reflejan el austero modo de vida de los pueblos de serranía.
Plaza del Campillo
Eso sí, en el pueblo hay un espacio que rompe con todo eso. Nos referimos a la agradable Plaza del Campillo, donde actualmente hay una preciosa morera centenaria que bien merece una visita. Sus enormes ramas dan hojas de grandes dimensiones a partir de la primavera. Es uno de los centros de reunión del pueblo.
Lavadero
Otro lugar que ha aglutinado la vida social en Berzosa del Lozoya desde antiguo es el lavadero. Fue construido en la década de 1940 sobre unas pozas, y sus dos estanques tenían funciones claramente delimitadas: uno para enjabonar y otro para enjuagar. Actualmente está en desuso, pero se ha restaurado y se conserva a las mil maravillas.
Fuente de la Hontana
Hablando del aprovechamiento del agua, en el pueblo también podéis encontrar la Fuente de la Hontana. Es especialmente bonita en primavera o con las primeras lluvias del otoño, cuando la hierba, los árboles y las flores que la rodean dan su mejor versión.
Mirador y zona de vuelo
Por cierto, en días soleados y sin viento, conviene mirar al cielo. Y es que en Berzosa del Lozoya están una de las mejores zonas de vuelo de la Comunidad de Madrid. Por su orientación, aficionados al parapente y el vuelo sin motor acuden allí sobre todo por las tardes, para disfrutar de unas excelentes vistas de la Sierra Norte. Aunque para llegar al área de despegue hay que caminar como media hora, a escasos cinco minutos del pueblo tenéis un pequeño mirador desde el cual podréis observarlo todo.
Potro de Herrar
Por otro lado, en la zona baja no podía faltar el típico Potro de Herrar, la estructura más emblemática de la Sierra Norte. Era utilizado por los vecinos de Berzosa del Lozoya para inmovilizar a su ganado y así poder herrarle o realizarle curas. Hoy ya no se usa, pero se ha puesto en valor para servir de homenaje a los usos y costumbres típicos de la zona.
Rutas de senderismo
Si estáis allí, no podéis dejar de hacer algunas de las sendas de Berzosa del Lozoya: itinerarios para hacer senderismo en los alrededores. Todos están perfectamente explicados y señalizados, por lo que podéis llevarlos a cabo sin mayor complicación. Básicamente son cuatro:
- Senda 1: Berzosa – Serrada: 11 kilómetros y 3 horas de duración para moverse en el área que hay entre las localidades de Berzosa del Lozoya y Serrada de la Fuente.
- Senda 2: Dehesa de Berzosa: 3,5 kilómetros que se recorren tranquilamente en una hora. Es la ruta más sencilla y cómoda, pero igualmente os permitirá conocer el bonito entorno en el que se enmarca el pueblo.
- Senda 3: Senda de los Tres Picos: sus 7,2 kilómetros se hacen en unas cuatro horas, ya que hay que sortear una pendiente súper pronunciada. Eso sí, os permitirá descubrir los espacios más salvajes de los alrededores de Berzosa.
- Senda 4: Camino de Carratazar: 2,5 kilómetros que, sin embargo, se completan en una hora. Y es que la ruta es muy bonita, pero también tiene una primera parte llena de desnivel. Más cansada de lo que parece.
Embalse de El Villar
Por último, el término municipal de Berzosa del Lozoya llega hasta uno de los cinco embalses de la Sierra Norte: el Embalse de El Villar. Se trata de una de las obras de ingeniería más importantes de la historia de la Comunidad de Madrid. Inaugurada en 1873, fue la primera presa abovedada del mundo.
La verdad es que nosotros no bajamos hasta la presa cuando fuimos a Berzosa, ya que tiempo atrás habíamos hecho una ruta por el Embalse de El Villar al visitar Manjirón. Sin embargo, si aun no habéis ido os lo recomendamos, ya que es un sitio estupendo.