Nos gusta coleccionar cosas, especialmente cuando estamos de viaje: monedas de otros países, entradas de museos, chapas de cervezas… Por eso, cuando fuimos a la costa oeste de EEUU y nos topamos con el Pasaporte de los Parques Nacionales de Estados Unidos… ¡no pudimos resistirnos! En este artículo os mostramos qué es, cómo funciona y cómo podéis ir completando este divertido cuadernito.
Tabla de contenidos
¿Qué es el Pasaporte de los Parques Nacionales de Estados Unidos?
Conocido como Passport to your National Parks, se trata de un programa puesto en marcha en 1986. Fue ese año cuando se lanzó al mercado un pasaporte de más de 100 páginas, en el cual se incluye un mapa de todos los Parques Nacionales, instrucciones e información sobre la nueve zonas en las que dividen al país:
- North Atlantic
- Mid-Atlantic
- National Capital
- Southeast
- Midwest
- Southwest
- Rocky Mountain
- Western
- Pacific Northwest & Alaska
Cada zona tiene su propio mapa, así como unas páginas con información y fotografías a todo color. Por supuesto, al final de cada sección hay cinco páginas en blanco para llenarlas de sellos de los lugares que vayáis visitando.
El pasaporte en sí vale 15 dólares, mientras que los sellos son gratuitos. También venden pegatinas para hacer más colorida vuestra recogida de sellos, las cuales suelen costar 3$. El Pasaporte de Parques Nacionales combina muy bien con Travel Stamps, un proyecto similar que también vende sus propias pegatinas. Nosotros las fuimos comprando indistintamente, según nos gustaban más unas u otras.
Funcionamiento: dónde comprarlo, cómo sellarlo y extras
El Pasaporte de los Parques Nacionales de Estados Unidos se compra en los centros de visitantes de los Parques Nacionales. Lo venden literalmente en todos y cada uno de ellos. De hecho, en las tiendas suele haber una especie de «punto del pasaporte», en los que se venden los pasaportes, las pegatinas del sitio y algunos complementos (como fundas o páginas de ampliación).
No muy lejos de los puntos de venta, también en todos los centros de visitantes, suelen estar los puntos de sellado. Hay un mínimo de un sello por parque, que suele ser redondo y poner tanto el nombre del sitio como la fecha.
Sin embargo, lo habitual es que junto a ese sello «básico» haya otros más elaborados. Por ejemplo, en el Parque Nacional de Joshua Tree había al lado un sello con una tortuga y otro con un árbol de Joshua. En el Parque Nacional del Gran Cañón del Colorado había un sello por cada centro de visitantes, lo cual anima a los viajeros a ir buscándolos. También suele haber sellos dedicados al programa de Junior Rangers.
Como ya hemos dicho, poner los sellos es gratis. La única limitación es el horario de los centros de visitantes, aunque por suerte en algunos de ellos dejan un sellito en la puerta.
Si habéis cometido el terrible error de dejaros el pasaporte en el hotel, en los centros de visitantes os darán un papelito para que pongáis el sello allí y luego lo peguéis. En algunos os venderán ese papelito por 2,99$ (nadie dijo que la vida del coleccionista sea sencillo).
Coleccionismo para todas las edades
El Pasaporte de los Parques Nacionales de Estados Unidos es divertido para todas las edades. En España sería claramente algo enfocado a público infantil, pero allí vimos fundamentalmente a adultos. De hecho, en varias ocasiones coincidimos sellando con otras personas y todos íbamos echando un ojo a los sellos ajenos.
Por cierto, un dato interesante: ¡no solo hay sellos en los Parques Nacionales! También hay sellos en lugares gestionados por el National Park Service que tengan otra calificación. Incluso otros espacios que no tienen que ver con el NPS pueden tener sellos. Nosotros os recomendamos llevarlo siempre en la mochila, ya que en los lugares más insospechados os podéis encontrar un sellito. Por ejemplo, nosotros pudimos estampar en la Presa Hoover o en Goblin Valley State Park.
