La ruta entre Rascafría y el Monasterio de El Paular es una de las mejores opciones para hacer senderismo en el Valle Alto del Lozoya. Se trata de un paseo de menos de 5 kilómetros y que es sencillo a más no poder, pero que conecta uno de los pueblos más vibrantes de la Sierra Norte de Madrid con lugares absolutamente increíbles. Seguid leyendo, que estáis a punto de descubrir una ruta muy interesante.
Una ruta mucho más interesante de lo que parece
Tenemos que reconocer que conocimos esta ruta por lo difícil que es aparcar en las inmediaciones del Monasterio de El Paular. Hay que madrugar mucho y pagar, pero incluso así es posible llegar y no encontrar sitio. Por tanto, empezamos a pensar en que la mejor opción era ir desde Rascafría… ¡y vaya si lo era!
El camino en sí consiste en ir desde el pueblo al monasterio, primero en paralelo a la carretera y luego adentrándose por una zona de bosques para retroceder. Fácil y sencillo, en un itinerario que se puede hacer incluso yendo con carrito de bebé.
El punto de partida lo situamos en Chocolate Natural San Lázaro, una tienda muy popular en la Sierra Norte por la calidad de sus productos. Desde ahí sale el caminito que va en paralelo a la carretera y que os llevará hasta el monasterio.
La primera parte es mucho más interesante de lo que parece. A lo largo del camino encontraréis refugios (perfectos para días de lluvia), paneles informativos e incluso miradores para asomaros al río.
¿Río? Sí, la ruta se hace con la carretera a un lado, pero con el río Lozoya o río de la Angostura al otro. Esto hace que sea un paseo perfecto para ir con perros, ya que podrán bajar a refrescarse en varios puntos.
Justo antes de llegar a la mitad del recorrido pasaréis frente al Arboreto Giner de los Ríos, un pequeño jardín botánico gratuito que es muy recomendable.
El gran hit de la ruta es el Real Monasterio de Santa María de El Paular, un edificio impresionante y que a estas alturas no requiere presentaciones. Aprovechad para visitarlo siempre que podáis, ya que es alucinante tanto por dentro como por fuera.
Una vez lo hayáis visto, cruzad el Puente del Perdón. Allí os espera el Centro de Recepción de Visitantes del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, pero también el inicio de la ruta a dos lugares mitiquísimos: las Presillas de Rascafría y las Cascadas del Purgatorio.
En el caso de esta ruta, olvidaos de ellas. Nada más cruzar el puente, tomad el primer desvío a mano izquierda. Os hará atravesar la Finca de los Batanes, una de las muchas propiedades que tenían los Cartujos de El Paular. A día de hoy es un frondoso bosque por el que es un gusto pasear.
Hay dos elementos de visita imprescindible en esa finca. El primer es el Bosque Finlandés de Rascafría, uno de los lugares más instagrameables de la Sierra Norte. Las fotos hablan por sí solas.
El otro es el formado por los restos del Molino de Papel de los Batanes, en el que dicen que se imprimió la primera edición de El Quijote, la obra cumbre de Miguel de Cervantes. ¡Ahí es nada!
Si llegáis hasta el bonito Puente de las Barandas, simplemente tendréis que caminar unos metros hasta volver a la senda inicial. Seguid adelante y volveréis a Rascafría, más o menos una hora después de haber empezado el recorrido.
Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos
📍 Punto de inicio: es una ruta circular que empieza y acaba en Rascafría, así que realmente cualquier punto del pueblo podría valer como comienzo. A modo de referencia, la mítica tienda Chocolate Natural San Lázaro está justo al inicio del camino. También podríais hacer el recorrido desde el Monasterio de El Paular.
📏 Distancia / desnivel: es un paseo corto, de algo más de 4,5 kilómetros. Hay muchos posibles desvíos que pueden alargarlo, pero haciendo la ruta pura y dura sería esa distancia. El desnivel es mínimo, apenas llegó a los 50 metros.
💪 Dificultad: fácil y para toda la familia. Es un camino súper preparado que, incluso, se puede hacer con carrito de bebé.
⏲️ Duración: tardamos una hora y media. ¿Por qué tanto si es tan corta? Porque hicimos millones de fotos y estuvimos mucho rato viendo a nuestro perro bañarse en el río.
