La Sierra Norte de Madrid esconde un rinconcito de los países nórdicos. Si queréis descubrirlo, no tenéis más que ir al Bosque Finlandés de Rascafría, un pequeño espacio natural en el Valle Alto del Lozoya. Es uno de nuestros sitios favoritos de la Comunidad de Madrid: por lo bonito que es, porque visitarlo es súper agradable y porque nos resulta alucinante poder trasportarnos a miles de kilómetros sin necesidad de tomar un avión.
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El lugar más instagrameado de la sierra madrileña
Aunque su nombre oficial siempre fue el de El Potario, hace ya mucho que al lugar que protagoniza este artículo se le llama Bosque de Finlandia o Bosque Finlandés. Ese apelativo se debe a la transformación que sufrió durante los años 90 del siglo XX.
Lo que antaño era un rincón más de la Sierra Norte, fue transformado por Juan Vielva Juez (Director Conservador del Parque Natural de Peñalara). Tras un viaje a Finlandia, se dio cuenta de que podía hacer una «adecuación paisajística» y aprovechar para convertir una pequeña chopera en lo que hoy es un espacio mágico.
Tras acotar el bosque y plantar tanto piceas como abedules, se pasó a mayores a través de algunas construcciones típicas de Finlandia. Con el tiempo el proyecto fue cuajando, hasta que un par de décadas después llegaron las redes sociales. Este lugar insólito se volvió absolutamente viral, pues propios y extraños se maravillaban de las estupendas instantáneas que se podían conseguir a escasa una hora de Madrid capital.
Árboles misteriosos, arquitectura finlandesa y el Quijote
¿Y qué se visita hoy en día en el Bosque Finlandés? Pues básicamente podríamos distinguir entre tres cosas: naturaleza, construcciones de nuevo cuño y restos arqueológicos. Eso sin tener en cuenta los alrededores, de los cuales también hablaremos.
Naturaleza autóctona y de importación
Como ya hemos dicho, la base del Bosque Finlandés no es especialmente exótica. De hecho, simplemente era una chopera ubicada en la Finca de los Batanes. Eso sí, su clima era propicio para el cultivo de piceas (el abeto típico finlandés) y abedules. Se dice incluso que la embajada de Finlandia colaboró en el proyecto, trayendo desde el país algunos ejemplares envasados al vacío.
Hoy en día conviven especies propias de la serranía madrileña en perfecta armonía con todo lo que se trajo para el proyecto. Lejos de ser una bizarrada, el paisaje que se ha creado parece sacado de un cuento. Se ha integrado a las mil maravillas en la zona y convertido en un reclamo turístico de primer nivel.
Una sauna en plena Sierra Norte
Por si eso fuera poco, el proyecto también tuvo una pequeña intervención arquitectónica. Así, junto a una pequeña charca se creó un embarcadero a imagen y semejanza de los que se pueden ver por toda Finlandia. Os sentiréis como si estuvieseis paseando por la Región de los Mil Lagos.
Junto al embarcadero se construyó una sauna. ¿Acaso hay algo más representativo de la cultura del norte de Europa que sus baños de vapor? Hoy en día no está en funcionamiento, pero durante unos cuantos años era posible tomarse una sauna en medio de la Sierra Norte.
A su vera hay también un depósito de agua, también muy definitorio de lo que podría encontrarse en un paseo por cualquier zona verde de Finlandia.
El molino que vio nacer al Quijote
Para terminar de cuadrar el círculo, a pocos pasos de allí está el yacimiento arqueológico de Los Batanes. Se dice que era el mejor molino de papel de toda Castilla, hasta el punto de que el papel que sirvió para imprimir la primera edición de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra y de las letras hispanas en general.
Qué ver en los alrededores del Bosque Finlandés
El Bosque Finlandés está a dos pasos de dos elementos arquitectónicos de primer nivel: el Puente del Perdón y el Real Monasterio de Santa María de El Paular. Es imprescindible que vayáis a verlos antes o después de hacer la visita, ya que es de lo mejorcito de la Sierra Norte.
De camino al bosque pasaréis también por el pueblo de Rascafría, el cual también merece una visita. Sería un crimen irse de allí sin pasear por sus calles, conocer sus parques o degustar su famoso chocolate artesanal.
Por último, tendréis a mano espacios naturales de lo más interesantes. Los más destacados son las Presillas de Rascafría y las Cascadas del Purgatorio.
Información práctica para visitar el Bosque Finlandés
¿Cómo llegar?
El Bosque Finlandés está en el término municipal de Rascafría. Se encuentra a unos 10 minutos a pie del El Real Monasterio de Santa María de El Paular, a la misma distancia de las Presillas de Rascafría y a una media hora caminando desde el propio pueblo.
¿Dónde aparcar?
No es sencillo, la verdad. La mejor opción (por ser gratis y espaciosa) es hacerlo en Rascafría pueblo, pero ya habéis visto que eso implicaría caminar durante 30 minutos. El parking más cercano es el de las Presillas, pero cuesta 9€/día.
Horarios y tarifas
El Bosque Finlandés es un espacio natural de acceso libre, por lo que se encuentra abierto las 24 horas del día. Por supuesto, la entrada es gratuita.
