Pocos países en el mundo han visto crecer su turismo en los últimos años como Croacia. Decir eso de que es un lugar que está de moda es poco menos que una obviedad: sus estupendísimas playas, sus parques nacionales, sus preciosas ciudades o haberse convertido en un escenario de grabación para superproducciones de cine y televisión han hecho que los visitantes a este país balcánico no paren de crecer.
En esta guía os vamos a contar como fue nuestro viaje en furgoneta de seis días por Croacia. Pensamos que es un recorrido cómodo, accesible y que gustará a cualquier tipo de público.
Tabla de contenidos
Introducción: Croacia, el país que lo tiene todo
Croacia es un país joven. Como tantos otros en la zona, surgió a principios de los años 90 del siglo XX tras la disolución de Yugoslavia. Tuvo que pasar por una cruenta guerra en la que la mayor parte de sus infraestructuras fueron destruidas, pero en sus primeros treinta años supieron reconstruirse a un ritmo vertiginoso. Además, en el año 2013 se incorporó a la Unión Europea, siendo una de las nuevas incorporaciones que mejor han utilizado los fondos de la asociación para desarrollarse.
Croacia es un país diverso. Pese a no ser el más grande del mundo, tiene muchísimo que ofrecer. De hecho, la palabra «muchísimo» se queda realmente corta. Hablamos de ciudades con un patrimonio increíble, propias de cualquier potencia centroeuropea, conviviendo con parajes naturales de primer nivel. Por supuesto, mención aparte merecen sus paradisíacas playas, fruto de las cuales ir a Croacia siempre está de moda.
Croacia es diferente. No esperéis un ambiente 100% europeo, pero tampoco 100% balcánico. Es un lugar en el que muchas ciudades no tienen nada que ver con lo que podría verse en cualquier otro sitio del continente, en el que la gente tiene un carácter especial y en el que la gastronomía ha sabido coger lo mejor del entorno para adaptarlo a su realidad y crear una propuesta propia.
En resumen: que Croacia es una maravilla.
Recorrido y lugares que visitar
- Zagreb: la capital del país no tiene demasiada fama y nos parece una auténtica injusticia. Vale, quizá destaquen más los pueblos costeros o los espacios naturales, pero Zagreb es una ciudad súper bonita. Tiene una zona monumental con muchísimas posibilidades, algunas cosas que son difíciles de ver (como unos túneles construidos en la II Guerra Mundial que te permiten ir de una punta a otra), mercados llenos de vida y una calle con decenas de restaurantes en los que comer a buen precio. De verdad, merece la pena.
- Rovinj: palabras mayores. Una antigua isla con un casco histórico de postal, una colina desde la que disfrutar de unas puestas de sol increíbles y algunas de las mejores playas de Croacia. Perderse por sus calles empedradas debería ser una actividad obligada para cualquier viajero que visite Croacia.
- Pula: como ya hemos dicho, el Imperio Romano tuvo mucha influencia en estos lares. La mejor muestra de ello es la ciudad de Pula, una Roma en miniatura en la que podréis disfrutar de su enorme anfiteatro, del coqueto Templo de Augusto o del poderoso Arco de los Sergios. Mucho patrimonio en muy poquito espacio hacen que sea una excursión perfecta de medio día.
- Lagos de Plivitce: escoger no fue fácil, ya que son muchos los espacios naturales de Croacia en los que quedarse sin palabras, pero sin duda acertamos al ir al Parque Nacional de los Lagos de Plivitce. Hicimos una ruta de cuatro o cinco horas en la que vivimos experiencias tan fascinantes como instagrameables. 30000 hectáreas en las que veréis lagos de colores inverosímiles, cascadas que quitan el hipo y un manto verde que no se borrará de vuestra memoria en mucho tiempo.
- Zadar: una de las grandes sorpresas del viaje. No esperábamos gran cosa y en Zadar encontramos una ciudad muy distinta a cuantas hemos visto hasta ahora. Su centro histórico son unas ruinas arqueológicas, tiene un paseo marítimo lleno de sorpresas (incluyendo un órgano que suena con las olas del mar) y no está tan masificada como Pula o Duvrovnik.
- Split: el emperador Diocleciano construyó un enorme palacio para retirarse, en torno al cual ha surgido una de las ciudades más famosas de Croacia. Tiene puertas de piedra enormes, templos, esfinges egipcias e incluso un paseo marítimo en el que el mar produce música. Imprescindible.
- Mali Ston, Ston y Prapatno: no forman parte del circuito turístico habitual, pero conocer la cara más tranquila de la costa croata fue una de las mejores ideas que tuvimos para esta ruta. Se trata de dos pequeños pueblos unidos por una enorme muralla y una playa perfecta para disfrutar del Adriático. La zona es muy conocida por su pescado y marisco fresco, especialmente por sus ostras.
- Dubrovnik: y, para terminar, la joya de la corona. Dubrovnik es el auténtico emblema de la costa de Croacia, una ciudad impresionante que en tiempos recientes ha fascinado al mundo entero por haber sido escogida para recrear Desembarco del Rey (la capital de la serie Juego de Tronos). Es una visita obligada, aunque su excesiva vocación al turismo de masas hace que por momentos pueda volverse agobiante.
Documentación, vacunas y otros trámites
Croacia forma parte de la Unión Europea, así que siendo españoles no hace falta visado para entrar al país. Eso si, os recomendamos el pasaporte: si vais a Dubrovnik hay que atravesar un trocito de Bosnia. En teoría con el DNI es suficiente, pero mejor llevarlo por las dudas.
Por lo demás, mismas cosas que en un país europeo: todo es razonablemente seguro (salvo los alrededores de las estaciones de tren y autobús), la policía suele ayudar a resolver los problemas y no es necesario ponerse ninguna vacuna.
Moneda
La moneda oficial de Croacia es la kuna, que a su vez está dividida en 100 lipas. Llevan ya muchos años diciendo de pasarse al euro, pero por el momento siguen con la moneda que establecieron en 1994 para sustituir al dinar yugoslavo.
El mundo se ha vuelto muy raro y conviene que consultéis esta información justo antes de salir, por si hubiera cambiado, pero en 2020 un euro equivalía a 7,5 kunas.
Se puede conseguir moneda local en todas las ciudades de manera muy sencilla (hay cajeros automáticos y casas de cambio por doquier). Conviene hacerlo, pues aunque estén muy habituados al pago con tarjeta, en muchos lugares solo aceptan pago en efectivo.
¿Pagar en euros en Croacia? Se puede, pero es una mala idea. El cambio que os darán siempre será desfavorable.
Por último, cabe decir que los precios son un pelín más baratos que en España, pero no esperéis grandes gangas. De hecho, en las zonas más turísticas apenas notaréis diferencia.
Gastronomía
Comer en Croacia es una maravilla. Es cierto que los precios no son tan baratos como en otros países de los Balcanes, pero su diversidad y su ubicación geográfica hacen que el país tenga unas materias primas excelentes.
Lo primero que hay que decir es que se nota (y mucho) la influencia italiana. En todas partes encontraréis buenas pizzas y buenos platos de pasta, igual de ricos o más que si estuvieseis en Italia.
Sin embargo, también tienen muy presente cuales son sus fortalezas y saben aprovecharlas. En todas partes encontraréis deliciosos platos de pescado fresco, recién traído del Adriático, a un precio muy competitivo. En materia de carnes, encontraréis buenos asados y salchichas de todas clases.
Mención aparte merecen las cervezas croatas, que son una maravilla. A nosotros nos encantaron.
Alojamiento
Croacia es un país con una larga tradición turística, reforzada por el crecimiento que han experimentado en las últimas décadas. Su oferta en materia de alojamientos es excelente, tanto en las ciudades como en la costa y en el interior.
Eso si, hay una parte negativa que no se nos puede pasar por alto. Nosotros hicimos este viaje en furgoneta, y en Croacia está prohibido pernoctar por libre. Si te encuentra la policía durmiendo fuera de un camping, las multas son considerables. Además, los campings suelen ser caros (el precio normal es a partir de 30€ incluyendo dos personas y la furgo) y no especialmente buenos. Nosotros dormimos alguna noche por libre y no pasó nada, pero ahí queda el aviso.
Transporte
Las carreteras por Croacia están bien, hay autovías que conectan los lugares clave y no se suelen pasar con el precio de los peajes. Eso sí, las distancias (sobre todo recorriendo la costa) son engañosas. El terreno es escarpado, hay que dar mucha vuelta y en ocasiones un trayecto de 100 kilómetros se hace en dos horas. No llega al nivel cansino de Noruega, pero mirad bien en Google Maps antes de hacer cualquier recorrido porque es bastante engañoso.
Hemos escuchado historias de viajeros que dicen que iban por carreteras secundarias y de repente han encontrado carteles que decían que está prohibido pasar y que más adelante hay minas, pero nosotros no vimos nada raro. Le ponemos un notable a las carreteras croatas.
El transporte público funciona bien entre la capital y alrededores, pero para las principales excursiones por la costa es imprescindible el vehículo privado.
Seguridad
Croacia es un país 100% seguro. Si le decís a vuestros padres y a vuestras madres que vais a ir allí, seguramente se sientan menos cómodos que si vais a Francia o Italia, pero os aseguramos que no vimos nada que nos hiciera sentir inseguros. Visitamos ciudades grandes y pequeñas, nos movimos en furgoneta por la noche por sitios recónditos, hicimos alguna excursión fuera de lo típico y en ningún lugar hubo nada de lo que preocuparse.
Como decimos, Croacia es un país en el que el turismo es clave en su economía. La gente sabe que tiene que cuidarlo.
Consejos finales
Croacia es un lugar mágico, con infinitas posibilidades. Tenéis todas las opciones turísticas que os podáis imaginar: grandes ciudades con una ajetreada vida cultural, parajes naturales propios de un cuento de hadas, playas infinitas en las que el agua es transparente… Solo podemos encontrar motivos para ir allí.
A modo de consejos finales, tres cosas que igual no se suelen decir tan a menudo:
- Si vais a la playa, id con escarpines: normalmente las playas son de piedrecitas en lugar de arena, así que unas zapatillas sumergibles se hacen imprescindibles.
- Llevad siempre kunas encima: en la mayor parte de los sitios aceptan pago con tarjeta, pero no son pocos los restaurantes o tiendas de artesanía en los que encontrar pago únicamente en efectivo.
- No os perdáis la capital: todo el mundo va a los Lagos de Plivitce y a la costa, pero Zagreb es una maravilla y perdérsela sería un crimen.