Vamos a hablar de Oiartzun, un pequeño pueblo a escasos 15 minutos de San Sebastián. Pese a su cercanía a la capital de Gipuzkoa (y por tanto al mar), está en una zona montañosa que le da un carácter especial y lleno de personalidad. En este artículo os vamos a contar cómo fue nuestra visita al lugar y qué ver y hacer allí.
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Un pueblo superior en un paisaje excepcional
Oiartzun es, junto a Pasajes / Pasaia, Lezo y Errenteria, uno de los pueblos que componen la Oarsoaldea. Esta subcomarca de la Región de San Sebastián, ubicada a medio camino entre la capital de Gipuzkoa y la frontera con Francia, ofrece al viajero una mezcla perfectamente equilibrada entre playas, montañas, pueblos llenos de encanto y una excelente propuesta gastronómica.
En un contexto que ya de por sí deslumbra al viajero, Oiartzun brilla con luz propia. Y es que este adorable pueblo de tan solo 10.000 habitantes espera con los brazos abiertos a todo aquel que tenga ganas de pasear y disfrutar de su patrimonio. Es un sitio fácil de ver, que está a un cuartito de hora de San Sebastián (por lo que es una excursión perfecta desde allí) y en el que los rincones con encanto surgen prácticamente en cada calle. Resulta increíble encontrar tantos edificios de interés en tan poquito espacio.
Oiartzun está compuesto por ocho barrios claramente diferenciados, siendo el principal el que da nombre a todo el municipio. Ocupan una cantidad de territorio más que notable (de hecho, es uno de los términos municipales más grandes de Gipuzkoa), pero aun así todo está concentrado en una zona más que asequible.
Vestigios prehistóricos, presencia romana y levantamientos durante la Guerra de los Comuneros, así como un gran desarrollo en época industrial, hacen que Oiartzun y su casco histórico tengan un marcado valor histórico. Seguid leyendo y os enseñaremos todo lo que os espera en una localidad cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Como ya hemos anticipado, se trata de un sitio con muchas cosas que ver.
Turismo en Oiartzun
Iglesia de San Esteban de Lartaun
Empezamos, como no podía ser de otro modo, con la impresionante Iglesia de San Esteban de Laraun. El principal edificio religioso de Oiartzun data del siglo XVI, aunque parece que desde unos cuantos siglos antes ya había una capilla en el mismo lugar. Sea como fuere, ha llegado hasta nuestros días con un marcado (y precioso) estilo gótico).
Casa Consistorial
No muy lejos de la iglesia está la Casa Consistorial de Oiartzun. El ayuntamiento de la localidad fue erigido en el año 1678 en estilo barroco, utilizando fundamentalmente piedra de sillería. Su planta cuadrada y su tejado a cuatro aguas hacen que sea tirando a sobrio, aunque tiene algunos escudos de piedra que le dan personalidad a la fachada.
Fuente de Kastro
A escasos metros del ayuntamiento está la impresionante Fuente de Kastro. Ocurre como con la iglesia: todo apunta a que en el mismo lugar ha habido una fuente desde que el mundo es mundo, aunque la actual está fechada en 1773. Por cierto, la plaza en la que se encuentra es uno de los puntos de reunión de Oiartzun, gracias a las enormes terrazas que despliegan los bares de los alrededores.
Oficina de Turismo
A pocos pasos de allí, en la Aialde Kalea 4, se encuentra la Oficina de Turismo de Oiartzun. Es un lugar de visita obligada, pues os atenderán con toda la amabilidad del mundo y os enseñarán qué ver en el pueblo, en sus alrededores y otros lugares de Oarsoaldea.
Basílica de San Juan Bautista (Biblioteca)
En los límites de la zona histórica de Oiartzun, aunque realmente a dos minutos andando de todo lo que os hemos enseñado hasta ahora, está la antigua Basílica de San Juan Bautista. Este estupendo edificio renacentista data del siglo XVI y se encuentra en muy buen estado de conservación. Aunque forman un todo indivisible, hay dos partes claramente diferenciadas: la Capilla y el antiguo Hospital de Peregrinos. En la actualidad hace las veces de Biblioteca Municipal.
Arquitectura popular
Más allá de edificios concretos, el casco viejo de Oiartzun destaca por los innumerables ejemplos de arquitectura popular que han llegado hasta nuestros días. Hablamos de casas solariegas, residencias mucho más humildes e incluso un molino junto al río que da nombre al pueblo.
Casas torre
Por supuesto, también hay algunos ejemplos de las típicas casas torre que tan frecuentemente se encuentran en la zona. Como ya hemos dicho, se da la circunstancia de que Oiartzun es uno de los pueblos de Gipuzkoa con mayor término municipal, por lo que tendréis que coger el coche para verlas. Sin embargo, no os podéis ir de allí sin ver algunas de estas construcciones, como la Casa Torre Isasea o la Casa Torre Makutso.
Museos
Tampoco os podéis ir de Oiartzun sin ver algunos de sus excelentes museos. En el propio casco histórico tenéis la Oficina de Turismo, ubicada en un espectacular palacio que ha conservado mucho mobiliario de época. Ofrecen visitas guiadas gratuitas por su interior.
Además, Oiartzun alberga el Centro de la Música Popular (Soinuenea), la Centro de Interpretación Geológica (Luberri) y el Coto Minero de Arditurri. En este último podréis adentraros en las entrañas de las montañas vascas, recorriendo diferentes niveles de un antiguo complejo cuya explotación se inició en época romana.
Cromlechs y senderismo
Por último, mención aparte merecen las posibilidades que ofrece Oiartzun en materia de senderismo. Al fin y al cabo, se encuentra enmarcado en una zona montañosa, buena parte de la cual está protegida a través del Parque Natural Aiako Harria. Se trata del único macizo de granito de toda Euskadi, en el cual se pueden encontrar interesantísimas rutas.
Existen casi 60 monumentos megalíticos en el término municipal de Oiartzun, aunque en él brilla con luz propia el Cromlech de Oianleku. Sea como fuere, cualquier paseo por un entorno tan privilegiado como este será siempre una experiencia inolvidable para el viajero.