Qué ver en Moskenes, puerta de entrada y salida de las islas Lofoten

Aunque a nivel turístico no resulte una súper potencia, lo cierto es que Moskenes es una de las localidades más visitadas de las islas Lofoten. Al fin y al cabo, es el puerto que conecta el sur del archipiélago con la ciudad de Bodo, ya en el continente. Eso le convierte en la puerta de entrada (en caso de que vayáis a hacer el viaje de sur a norte) o de salida (si vais en dirección contraria) a una de las regiones más bonitas del norte de Noruega.

Lugar de paso, lugar para hacer tiempo

El término municipal de Moskenes realmente es bastante grande, ya que incluye buena parte del sur de la isla de Moskenesoya. Localidades de las que ya os hemos hablado, como Hamnoy o Reine, técnicamente pertenecen a este lugar.

Aun así, lo que es el pueblo de Moskenes realmente no es gran cosa. Lo fía todo al ir y venir de viajeros mediante el barco: la zona del puerto, un pequeño camping, una empresa para alquilar coches…

Sin embargo, el clima subártico y su ubicación remota han hecho que en Moskenes no haya surgido un gran pueblo. Tiene algunas cositas que ver, no decimos que no, pero quizá no las suficientes como para ser una parada dentro de una ruta por las Lofoten.

De hecho, lo más habitual es que si el viajero toma el ferry de Bodo a Moskenes no se detenga en esta última, sino que dé comienzo a su ruta y se vaya directamente a A. Por el contrario, si estáis haciendo el viaje desde el norte, lo más probable es que os toque esperar un ratito hasta que salga el barco. Ahí es cuando tiene más sentido darse un paseíto por Moskenes, aunque solo sea por hacer tiempo.

Turismo en Moskenes

Eso fue justo lo que hicimos nosotros. Llegamos al ferry pensando que faltaba una hora para la salida, pero resultó que faltaban tres. Una vez dejamos la furgoneta convenientemente aparcada en la fila de espera, vimos que a nuestro alrededor el panorama era tranquilo: unos señores jugando a las cartas, un matrimonio de alemanes sacó una barbacoa, otros estaban leyendo en unas sillas…

Total, que decidimos dejar la zona de embarque y nos fuimos a dar la vuelta por los alrededores. La primera visita estaba clara: la Iglesia de Moskenes. Se trata del típico templo que se puede encontrar en el norte de Noruega, hecho fundamentalmente con tablones de madera pintados de blanco y rematado por una modesta torre.

Si vais por la Birger Eriksens vei (la carretera que va de camino al camping), llegaréis hasta el Memorial de Birger Eriksen. Está construido en honor de uno de los oficiales noruegos más heróicos de la II Guerra Mundial, ya que tuvo un papel clave en la primera defensa de Oslo ante la invasión nazi. Por todo el país veréis monumentos en honor de este militar.

Por lo demás, os podéis entretener viendo las típicas casas de colores que hay por los alrededores. No podréis verlas por dentro (salvo que algún paisano os invite, algo poco probable), pero es que no hay mucho más que hacer por allí.

Seguramente hayáis llegado a este post presa del aburrimiento, mientras esperáis lánguidamente a que salga vuestro ferry. Esperamos que al menos hayáis avanzado 10 minutos en vuestro calvario de espera. ¡Buen viaje!

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