Qué ver en Monopoli: ruta por su casco histórico y visita a sus playas

Monopoli es una bonita ciudad italiana que poco tiene que ver con el famoso juego de mesa. En este destino encontraréis algunas de las mejores playas de Puglia, además de un casco histórico espectacular en el que hay prácticamente de todo. Además, pese a lo anterior, es un lugar relativamente desconocido, por lo que el factor sorpresa juega a su favor. Seguid leyendo y os mostraremos todo lo que ver y que hacer en esta joya del sur de Italia.

Playas e iglesias, mano a mano

Con la costa del Adriático como inmejorable escenario, Monopoli es una visita obligada en toda ruta que se precie por Puglia. Está más o menos a medio camino de Bríndisi (al sur) y Bari (al norte), en un cruce de caminos en el que otros destinos de renombre como Alberobello o Locorotondo tampoco quedan demasiado lejos.

En Monopoli se encuentra una combinación nada habitual. Por un lado, la localidad es la típica que cabría esperar en un viaje de sol y playa por el sur de Italia. En su término municipal hay unas 25 playas y calas, todas ellas con aguas cristalinas y paisajes únicos. Por otro lado, eso no está reñido con un enorme patrimonio histórico, cultural y arquitectónico. En el casco histórico de la ciudad encontraréis iglesias para dar y tomar, además de palacios, museos e incluso un castillo.

La visita a Monopoli es relativamente sencilla durante ocho meses al año. De octubre a mayo es un sitio poco concurrido, al cual se puede llegar de manera fácil y en el que se aparca justo al ladito del área peatonal (en zona azul, eso sí). Sin embargo, de mayo a septiembre las cosas se complican un poco, ya que los turistas acuden en masa. Quizá no sea tan agobiante como en otras ciudades de Puglia, pero desde luego es algo a considerar.

Además, pensad que los alojamientos buenos se agotan con facilidad en los meses de mayor afluencia. Os recomendamos ser precavidos y echar un ojo con la mayor antelación posible en portales tipo Quehoteles.com, ya que si no vuestras opciones serán muy reducidas.

Si vais a Monopoli, claramente tenéis que partir la excursión en dos partes: el centro y las playas de los alrededores. El casco histórico os llevará un par de horas, mientras que en las playas podríais estar toda una vida.

Turismo en Monopoli

Centro histórico

Callecitas estrechas, animadas playas e infinitos balcones al mar. Esos tres elementos constituyen la base del centro histórico de Monopoli, que demuestra en cada palmo de territorio que es mucho más que un destino de sol y playa.

Recorrerlo es muy sencillo, ya que es tirando a pequeñito y se encuentra recogido dentro de unas poderosas murallas. Pero, además, existe un itinerario turístico peatonal que está claramente señalizado y que pasa por sus principales puntos de interés.

Eso debe quedar claro: por mucho que el conjunto sea excepcional, las individualidades también suman. No sabríamos decir cuántas paradas hicimos, todas ellas llenas de interés y perfectamente integradas en el entramado urbano. Nuestros pasos nos llevaron a ver iglesias rupestres (excavadas directamente en la roca), grandes edificios señoriales, tiendas de artesanía estupendas e incluso un par de museos.

Monopoli es uno de esos sitios que se prestan tanto al paseo sin rumbo como a una ruta minuciosamente planificada. En ambos casos, os aseguramos que recorrer su centro histórico depara una experiencia fascinante.

Recinto amurallado

En ocasiones el continente es casi tan importante como el contenido. En el caso de Monopoli, su precioso centro histórico se encuentra dentro de un recinto amurallado de los que quitan el hipo, con murallas que prácticamente se funden con el mar.

Este conjunto defensivo se encuentra en un estado de conservación excelente. Nosotros entramos a la ciudad por la Porta Vecchia y básicamente hicimos un círculo por el interior de la ciudad, siempre con los muros como referencia.

Hay algunos tramos más nobles, como el Bastión de Santa María, mientras que otros son ladrillos anónimos que han resistido al paso del tiempo con orgullo. Imposible no hacer una narración mínimamente poética de un sitio tan bonito.

Castillo de Carlos V

Eso sí, por encima de cualquier elemento, la principal estructura defensiva de Monopoli es el Castillo de Carlos V. Construido en el siglo XVI sobre Punta Penna, es heredero directo de la época en la que la corona española dominaba estas tierras. Puede que poco a poco perdiese su función inicial, pero el hecho de que durante 150 años fuese utilizado como prisión hizo que llegase hasta nuestros días en un estado más o menos aceptable. Así, tras una restauración a comienzos del siglo XXI, se ha convertido en un espacio expositivo y cultural de primer nivel. ¡Visita obligada!

Catedral

Misma cosa se podría decir de la Catedral de Monopoli (la Cattedrale Maria Santissima della Madia), uno de los templos de mayor envergadura en muchos kilómetros a la redonda. Aunque el edificio es de mitad del siglo XVIII, surge de una pequeña capilla del año 1117. Todos esos años han quedado reflejados en un patrimonio artístico único, así como en un montón de vestigios arqueológicos que se pueden contemplar en el subsuelo. De hecho, la catedral es también museo, tiene cripta y varias excavaciones recientes han sido expuestas al público.

Haced todo lo posible por visitar su interior, ya que es una auténtica pasada.

Iglesias

Como no podía ser de otro modo en el sur de Italia, la catedral no es el único edificio religioso que hay en Monopoli. De hecho, hay muchísimas iglesias repartidas por todo su casco urbano. A poco que os mováis por sus callecitas os iréis topando con ellas, una tras otra. Empezamos con la intención de verlas todas, pero según fuimos avanzando nos dimos cuenta de que era prácticamente imposible y simplemente nos dejamos llevar.

Lo que vamos a hacer es ir enseñándoos los edificios que fuimos viendo, más o menos en el orden en el que aparecieron ante nosotros. Eso nos lleva a empezar por el Ospedale Gerosolimitano, fundado en el 1350 por la Orden de Malta y que actualmente ofrece un edificio de finales del siglo XVIII.

De esa centuria data la cercana Iglesia de San Giovanni, ubicada en una pequeña plaza y con edificios residenciales prácticamente subiéndose por sus muros.

La Iglesia de San Vito Martire, la Iglesia Rectorial de Gesù Salvatore, la Capilla de Santa María della Zafara… ¡La lista es absolutamente interminable!

También del siglo XVIII es la Iglesia de Santa Teresa, del siglo XVIII. Es una auténtica mole, puede competir tranquilamente con la catedral por su tamaño. En su interior hay muchísimas obras de arte sacro, por lo que no debéis dudar en entrar si la encontráis abierta.

Misma cosa se podría decir de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, un edificio que en ocasiones alberga exposiciones temporales. Imposible no mencionar también al Monasterio e Iglesia de San Leonardo.

Para el final hemos dejado el edificio más inquietante, la Iglesia Rectorial de Santa María del Sufragio (también conocida como del Sufragio o de la Natividad de María). Es un templo del siglo XVII con un horario de apertura muy limitado (solo dos horas a la tarde los sábados y los domingos), pero que en su interior alberga vitrinas con esqueletos de monjes. La puerta ya anuncia lo que contiene, con un montón de calaveras.

Palacios

No todo es arquitectura religiosa en Monopoli. De hecho, también hay espacio para grandes edificios civiles, siendo el más destacado el Palazzo Palmieri. Se dice que en sus cuatro plantas tiene hasta 100 habitaciones, incluyendo obras de arte para dar y regalar.

También merece una mención el Palazzo Martinelli, cuya ubicación (directamente frente a las aguas del Adriático) no podría ser más evocadora.

Puerto

Y ya que hablamos del mar, no os vayáis de Monopoli sin echar un vistazo a su Puerto (el Porto Vecchio). La verdad es que tiene un tránsito enorme de barcos pesqueros, por lo que si os gustan este tipo de embarcaciones no podéis dejar de visitarlo.

Misma cosa se podría decir del Faro, el cual está en un espigón que sale directamente de los pies del castillo. Un lugar perfecto para sacar la cámara y hacer buenas fotos.

Museos

En Monopoli hay un par de museos bastante interesantes. Uno es el Museo della Confraternita, ubicado en la Iglesia de San Leonardo. El otro es el Museo Diocesano, que ofrece una magnífica colección procedente de las iglesias de la ciudad.

Playas y calas de Monopoli

Playas urbanas

Como no podía ser de otro modo, aprovechamos la visita a Monopoli para pasarnos por algunas de sus playas más emblemáticas. Las que están en la propia ciudad no tienen pérdida, ya que están muy integradas en el casco urbano.

Quizá la más destacada sea la Cala Porta Vecchia, no tanto por la playa en sí misma sino por su ubicación: junto al principal acceso de la ciudad, con la muralla de fondo. Es una de las estampas más típicas de este destino.

Un poco más al sur está la Playa Porto Rosso. Suele estar muy concurrida, ya que tiene arena finita y no cubre demasiado.

Al ladito de esta está la Playa Porto Bianco, que podría ser una maravilla pero que está en un estado lamentable: algas, suciedad, restos de basura… Todo un desastre ecológico.

Playas del extrarradio

Si os apetece ir a playas un poquito más salvajes, sin duda la mejor opción es ir a la zona de Capitolo. Allí os esperan varias pequeñas calas, salpicadas de restos arqueológicos (como una piscina romana o los restos de la Torre Cintola).

Pese a que las fotos son una pasada en cuanto a colores, todo lo que podemos decir es que no hacen ninguna justicia. ¡El sitio es aun más bonito en persona!

Ya sea antes o después de visitar el casco histórico, incluso aunque no vayáis a bañaros, esta zona nos parece imprescindible. Eso sí, no es la única: en Monopoli hay unas 25 calas y playas, por lo que muy mal se os tiene que dar para que no encontréis vuestro propio paraíso.

¿Qué te ha parecido?
+1
5
+1
2
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *