Qué ver en Bari, la adorable capital de Puglia

En este post os proponemos un viaje a Bari, la capital de la región de Puglia. Una enorme ciudad que, sin embargo, atesora un casco histórico pequeño, sencillo y fácil de recorrer a pie. En este artículo os mostraremos sus plazas, sus fortalezas y sus muchas iglesias, además de ir en busca de la famosa calle en la que se elabora pasta a mano.

Una gran ciudad con corazón de pueblo

Bari es la tercera ciudad más grande del sur de Italia, solo superada por Nápoles y Palermo. Ubicada a orillas del bonito mar Adriático, fue fundada por pueblos prerromanos y desarrollada en tiempos del imperio. A lo largo de la Historia ha pasado por muchas manos: bizantinos, musulmanes, griegos, españoles, venecianos…

De primeras, abruma lo mucho que hay que ver y hacer en Bari. Es un sitio grande y que resulta caótico, sobre todo por la comparación con el resto de Puglia. Por suerte, solo es una primera impresión fallida, ya que el centro se parece más a un pueblecito que a una enorme urbe.

Para empezar la ruta, os recomendamos poner en el GPS el Bar El Chiringuito, pues justo enfrente hay un enorme aparcamiento de zona azul. Desde allí, tan solo tardaréis cinco minutos caminando en llegar la Oficina de Turismo, desde a su vez podréis comenzar la ruta.

Dos o tres horas es tiempo más que suficiente para recorrer Bari, con toda la calma del mundo y dejándose llevar también por su oferta de shopping. Obviamente esto va a más si coméis allí, algo que no sería mala idea a juzgar por cómo olía todo.

Turismo en Bari

Piazza del Ferrarese

Para nosotros, la Piazza del Ferrarese fue el punto de partida de la visita. Es un lugar muy ajetreado, pero a la vez perfecto para entender la auténtica realidad de Bari. Si el camino en coche hasta allí fue un lento transitar por la típica ciudad caótica, aquí ya se empezaban a ver visos de pueblo adorable.

En la piazza os esperan la Oficina de Turismo, el Espacio Murat (a medio camino entre sala de exposiciones y tienda de diseño) y un buen puñado de restaurantes. Es una zona muy barata, por lo que es habitual ver a los estudiantes erasmus de Bari por allí.

Casco histórico: la Bari vecchia

La Piazza del Ferrarese es un excelente trampolín para entrar de lleno en el casco histórico de Bari. Conocido como Bari vecchia por razones obvias, es un sinuoso conjunto de callecitas, plazas e iglesias.

Hay innumerables rincones con encanto esperando al viajero en Bari. Sería muy difícil proponeros una ruta concreta: simplemente id de un sitio a otro, dejaos llevar por los sitios que os parezcan más interesantes y poco a poco irán apareciendo ante vosotros pequeñas callecitas de postal.

Aparte de llevar los ojos bien abiertos, id también con el olfato ready. En Bari se elaboran pastas, pizzas y focaccias las 24 horas del día, por lo que entraréis en contacto de la mejor manera con lo más top de la gastronomía italiana.

Arco Basso, donde la pasta se hace a mano

Precisamente, hay una pequeña callecita que merece una mención aparte. Nos referimos al Arco Basso, un lugar que es célebre porque allí se encuentran varias señoras barese haciendo pasta fresca a mano. Día tras día, durante prácticamente toda la jornada, es posible verlas elaborando orechiette de la manera más tradicional que podáis imaginar.

Merece la pena ir incluso en invierno, pues en días de lluvia se ponen bajo los soportales o directamente en los descansillos de sus casas. Al contrario de lo que pudiera parecer, comprar aquí pasta no tiene un precio especialmente elevado. A modo de referencia, tienen paquetes de orechiette multicolor a 2,5€ y 5€, con 500 gramos y un kilo respectivamente

En otras muchas calles de Bari encontraréis a señoras elaborando pasta a mano, pero sin duda este es el sitio más emblemático.

Castillo Normando-Suevo

Además, justo al otro lado del arco estaréis frente a los muros del Castillo Normando-Suevo (Castello Normanno-Svevo). Es una enorme fortaleza medieval, que recibe ese nombre porque fue mandada construir por los normandos, destruida y posteriormente recuperada por los suevos. Se puede visitar por dentro, ya que alberga un museo.

Catedral de San Sabino

Bari es una de esas ciudades con polémica eclesiástica. Pudiera parecer que la Catedral de San Sabino fuera el edificio principal, pero nada más lejos de la realidad. El patrón de la ciudad es San Nicolás, por lo que ese es el templo más querido por los habitantes de la ciudad. Sea como fuere, nosotros nos topamos primero con la catedral, por lo que el edificio nos pareció enorme (ya comprobamos después que no tanto).

Por cierto, en los alrededores de la catedral vimos las mejores tiendas de Bari para comprar souvenirs o artesanía, por lo que os recomendamos pasar por aquí si tenéis ganas de gastar unos cuantos euros.

Basílica de San Nicolás

Como decimos, a la catedral le hace sombra la tremenda Basílica de San Nicolás, un edificio del siglo XII que es sencillamente fascinante. Alberga las reliquias del santo que, según la tradición, pudo servir de inspiración para crear la figura de Papá Noel.

Su interior es sencillamente alucinante. Los techos son posiblemente los más monumentales de toda Puglia, por lo que no podéis olvidar levantar la cabeza cuando vayáis allí. Por cierto, es un edificio súper transitado: la mejor muestra es que hay confesionarios 2.0, con lucecitas indicando si hay espacio para ver a un sacerdote.

Otras iglesias

Como en el resto de ciudades que visitamos en el sur de Italia, en Bari encontramos muchísimas iglesias: de todas las épocas, de todos los tipos y de todos los tamaños: la Iglesia de Santa María del Carmen, la Iglesia Rusa Ortodoxa, la Iglesia de Santa Teresa dei Maschi

A nosotros hubo dos que nos gustaron especialmente. La primera fue la Iglesia de San Marcos de Venecia y San Antonio, una de las más antiguas de la ciudad.

La otra fue la Iglesia de Santa Ana, que está ubicada en la célebre Strada di Palazzo di Città (una de las más famosas de Bari).

Piazza del Mercantile

Hemos empezado hablando de una plaza, pero no fue la única que nos llegó al corazón. También nos gustó mucho la Piazza del Mercantile, en la cual está el Ayuntamiento de Bari. Aquí se lleva partiendo el bacalao desde que el mundo es mundo, fruto de lo cual hay varias casas nobles y palacios tanto en la propia plaza como en sus alrededores. Primero con el mercado (de ahí el nombre) y luego como epicentro de la vida social y política. Más allá del ambientazo, no podéis iros de ahí sin fijaros en la Columna Infame: la típica picota en la que condenados con poca suerte eran expuestos y sometidos a escarnio público.

Muralla

Si habéis ido siguiendo este recorrido seguramente ya os hayáis topado con ellas, pero no os podéis ir de Bari sin visitar sus murallas. De hecho, hay algunos elementos interesantísimos que brillan con luz propia, como el Fortín de San Antonio. Está cerquita del puerto, por lo que desde él disfrutaréis de unas buenas vistas del agua y los barquitos.

Museo-Teatro Margherita

De hecho, no os podéis ir sin dejaros caer por el Museo-Teatro Margherita, un antiguo teatro que actualmente hace las veces de sala de exposiciones. Suelen ser de arte contemporáneo (por algo es un edificio modernista), por lo que es visita obligada si os interesa el movimiento.

Puerto

Ya sea al principio o al final, el puerto de Bari también se merece unos minutitos de vuestra atención. Puede que no sea el típico puerto cuqui que se puede ver en otras ciudades de Puglia, pero os aseguramos que es muy bonito.

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